tattoo ; xiaoven

O5

El gran día había llegado, no había marcha atrás, le había prometido a Xiao que lo dejaría tatuar su piel.
Por supuesto que confiaba en su trabajo y en esas habilidosas manos que solo podían hacer arte.

Su sonrisa boba y alegre causaba en los clientes la misma reacción: felicidad.

Por lo tanto, la cafetería donde trabajaba, era ahora un lugar lleno de arcoiris, brillitos, azúcar, flores y muchos colores, todo gracias a Venti y su buena actitud.

—Si sigues así todos los días, prometo aumentar tu sueldo —dijo Diluc, interrumpiendo al menor que tarareaba una canción.— Hay muchos clientes hoy.

—¿Lo dices en serio? —se emocionó, dejando ver una sonrisa aún más amplia.

—Por supuesto que no, me mata ver a la gente feliz —en su rostro se dibujó una mueca, antes de darse la vuelta y seguir con su trabajo.

—¡Grosero!

—Ignoralo, seguro que otra vez ha peleado con Kaeya —un muchacho de cabello rubio se burló del dueño, mientras que su gemela se acercaba rápidamente.

—¡Como siempre! ¡Siempre amargado!

Ambos gemelos rieron divertidos, antes de obtener una mirada fulminante del de cabellos rojizos.

—Como sea, estoy feliz porque hoy me haré mi primer tatuaje —sus manitos se juntaron y suspiró con amor.— ¡Y el tatuador es un alfa atractivo que me gusta!

—¿En serio? ¿Y no tendrá un amigo para mí? —bromeó Aether, riendo divertido.

—Como sea, buena suerte con tu tatuaje Venti, seguro te verás muy bien —aseguró la rubia sonriente.

Por supuesto que lo luciría bien, tenía unos muslos bonitos y le emocionaba resaltarlos aún más, ya que la mayoría del tiempo le gustaba usar shorts.
Además, Xiao incluso había sugerido esa zona y le hacía un poco feliz ese hecho, que halagador.

Ahora mismo, Xiao se encontraba preparando todo para su próximo cliente, quien era por supuesto su tan ansiado omega, aquel que podía hacerlo relamer sus labios con la simple idea de besarle.

Estaba algo nervioso, a pesar de que ya había pasado su fase como aprendiz en el local, no era tan sencillo si tenía la idea de que al estar tan cerca del más bajito sus hormonas le fallaran y terminara lanzándosele encima, llenándolo de besos y dejando muy aparte el hecho de que le iba a tatuar.

¡Su primer tatuaje! Eso si que era un honor.

—¿Qué te pone tan nervioso? no es la primera vez que tatuas a alguien —Zhongli interrumpió sus pensamientos, parado a un lado de la puerta.

—Usted sabe por qué...

—Cuántas veces debo decirte que dejes la formalidad —refunfuñó el mayor.— Me siento viejo si me tratas como uno.

—Lo siento, pero es que de verdad me hace sentir muy abatido cuando él está cerca, pensar que estaré incluso tocando su piel me causa escalofríos...

—Venti es un buen chico, comprendo que te sientas así, yo también pasé por eso —su risa se hizo escuchar suavemente, antes de dirigir la mirada hasta el de cabellos naranjosos, quien se encontraba haciendo algo de inventario.— Trátalo bien, así como tú, él es importante para mí igual.

—Lo haré, de verdad —sonrió, tratando de ocultarlo debido a su timidez, pero Zhongli por supuesto que lo notó.

—Muy bien, tal parece que ha llegado el enano.

Y efectivamente, un pequeño omega entraba al local dando brinquitos y canturreando, atrayendo la atención de los tres en el lugar.

—¡Estoy listo! Xiao, por favor sé gentil conmigo.

Por supuesto que sus palabras siempre contenían cierto coqueteo para flechar el corazón del de cabellos verdosos.

La risa de Childe no se hizo esperar, junto al rostro de pocos amigos por parte del de coleta baja, seguido del sonrojado Xiao que cubría parte de su carita con una de sus manos, deseando que la tierra lo tragase.

Escucharle decir ese tipo de cosas frente a quienes consideraba sus figuras paternales era bastante embarazoso.