VACÍO || CAPÍTULO VEINTICUATRO

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Estás acurrucado contigo mismo, con cuidado para no lastimarte la pierna. Aunque apenas, se podía escuchar la conversación del trío desde afuera. Esto duele.

<Imprudente.>

Lo sé...

<Sin embargo, fue bastante valiente de tu parte,
T/n.>

Tu labio se tiró un poco hacia arriba. Gracias.

Entonces oyó que se abría la puerta y entrando en la enfermería estaba Ray, trayendo su comida con él. "Aún continuamos con la investigación. Norman investigará el exterior y escapará antes de su envío mañana por la noche."

Puso la bandeja en tu regazo y te quedaste mirando la comida. "¿Es eso así...? Eso es bueno, supongo."

"¿Por qué alejaste a Emma?" Preguntó. "¿Sabías que esto-?"

"Pensé que algo como esto sería." Hiciste una excusa. "En el caos, pensé que tal vez ella lastimaría a uno de nosotros, particularmente en una de nuestras piernas, para que el resto de nosotros no intentáramos escapar."

"Conocer a los involucrados no dejaría atrás a nadie."

Lo escuchaste chasquear la lengua. Esa mujer astuta."

Suspirando, levantaste la cuchara y comenzaste a comer. "Sin embargo, probablemente no esperará que Norman escape." Se podía escuchar la sonrisa de su voz.

Los mechones negros trenzados apretadamente volaron en el viento nevado. Una figura vestida completamente de blanco se quedó inmóvil en la pared. Mirando fijamente.

Mirando el espacio entre la libertad y ella.

Un espacio cavado entre tan profundo, la oscuridad llegó antes de la superficie inferior y tan lejos, ella extendió su mano, solo capaz de tocar el vacío entre ellos.

Una palabra. Desesperanzado.

Ella hizo. Pensaste. Pensando que el se dará cuenta de la desesperanza de la situación.

"¿Pero qué haremos contigo?"

Levantaste la vista, sobresaltado y confundida.

"¿Debería hacer algo como una silla de ruedas? Tal vez algún tipo de equipo para que uno de nosotros, tal vez Don o Emma, ​​pueda llevarte."

Miraste la pierna vendada que sobresalía de las sábanas y te encogiste de hombros. "Lo resolveremos. Centrémonos primero en la situación de Norman."

Ray se cruzó de brazos. "Empezaré a hacer planes para tu portaaviones entonces."

Suspiraste. "Haz lo que quieras." Que desperdicio. Ni siquiera lo necesitaremos.


Te quedaste en la enfermería al día siguiente, sin hablar ni siquiera con aquellos que sabían de tu conocimiento.

Cansado. El estrés emocional y la presión de no poder hacer nada por el niño te estaban cansando.

Cansado pero inquieto. No querías hacer nada. Querías quedarte allí, inmóvil, para siempre. Sin embargo, querías hacer algo. Para hacer un plan. Para ir a hablar con Don y Gilda sobre lo que deben hacer. Un conflicto interno.

TO CONQUER THE NEVERLAND ||THE PROMISED NEVERLAND FFWhere stories live. Discover now