Los Lebarde, una de las familias más importantes e influyentes de Europa encargadas de la mafia están en apuros económicos.
Se han visto obligados a pactar con los enemigos, la familia Holland para no caer en una crisis que acabaría con toda su fort...
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_____ Lebarde
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Eran alrededor de las seis de la tarde. Ya estaba terminando de limpiar la cocina después de mi pequeño desastre con la masa y la decoración de los cupcakes que había hecho.
El tono de llamada de mi celular me hizo buscarlo entre las repisas de la cocina, por la hora esperaba que se tratara de Tinny llamando para avisarme que ya había llegado a casa; cuando tuve el celular en mi mano y miré la llamada, confirmé que se trataba de a Tinny así que contesté.
— ¡Tinny! —Saludé—. ¿Llegaste a Londres ya?
—Hola a ti también —escuché al otro lado de la línea su voz, pero no sonaba siquiera un tono cansado, sino molesto—. Sí, hace un rato. Ha ido bien el viaje.
—Pero al parecer no como esperabas, ¿no?
—No —confirmó—. ¿Oye? ¿Has hablado con mamá?
— ¿Con mamá? No, hace mucho que ella y yo no hablamos. ¿Por qué? ¿Ocurrió algo?
—Sí, al parecer sí...
— ¿Qué pasó? ¿Papá y mamá están bien?
Tinny tardó en contestarme, la escuché soltar un suspiro y quedar callada otro par de segundos hasta volver a tomar fuerzas para hablar.
— ¿Recuerdas cuando te dije que tenía sospechas sobre que papá se veía con otra mujer?
— ¿Ah? Sí, estabas muy convencida. ¿Por qué? No me digas que resultó ser cierto...
—Bueno, algo así.
Ahora la que no supo responder nada fui yo, su confirmación me había hecho sentir una presión en mi pecho.
— ¿En serio?
—Pero no ha sido papá.
— ¿De qué hablas, Tinny? ¿Cómo que no ha sido papá?
—Mamá se ha estado viendo con otro hombre por meses —explicó—. Fui a visitar a papá, me pareció extraño que mamá no estuviera por el jardín o en casa como siempre; le pregunté a papá y dijo que se fue de casa desde hace unos días.
— ¿Qué?
—Le llegaron algunas fotografías a papá por correo de su aventura con otro hombre, dice que la encaró y que ella terminó confesándolo todo y tomando sus cosas para irse.
—No puede ser, Tinny. ¿No has intentado comunicarte con ella?
—Claro, pero es como si la tierra se la hubiera tragado. No contesta llamadas, no está en la casa de los abuelos, no se sabe nada de ella.
