Capítulo 18: los celos fríos como el hielo

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Me quedé parada al ver a Vanesa bajo el brazo de Conor. Mi sonrisa se congeló y deje los cafés junto a los bollos en la mesa.

–Hola, Mad–me saludó Conor que seguía con el puto brazo en ella. Estaba claro que no se acordaba de el beso, y eso me jodía mucho.

–Hola...em... me voy a cambiar he quedado con–ningún otro nombre me vino a la cabeza–Nate

Conor tensó la mandíbula.

–Te llevo–dijo Conor levantándose. Vanesa también se levantó.

–Si, yo me tengo que ir también–ella con sus vaqueros azules y su jersey verde que le quedaba de infarto me sonrió y yo se la correspondí.

–No hace falta, seguir haciendo lo que hacíais. Él me viene a buscar–contesté. Conor ya sin rastro de felicidad en su cara volvió a tensar la mandíbula.

Yo me fui a cambiar mientras le enviaba un mensaje a Nate para quedar. Él accedió y yo solté el aire que retenía en mis pulmones. Me despedí de ellos con un adiós rápido y bajé para esperar a Nate.

Una vez vino estaba claro que se acababa de despertar por su pelo despeinado que le quedaba muy bien. Él me saludó con energía y yo se lo devolví un poco triste.

–¿Estas bien? –preguntó

–Si miento, si. Si digo la verdad, para nada.

–Se que no es de mi incumbencia pero...¿por?

–Ayer...Conor se pusó celoso, por tí. Pero la cosa es que me beso. Y yo llevo esperando eso demasiado tiempo porque estoy enamorada de él. La cosa es qu estaba borracho y seguramente no se acuerde, pero yo si y todo el rato. Ahora mismo le acabo de ver con una chica. Cuando ayer borracho insinuó que le gustaba. Y a jugado conmigo como si fuera una puta marioneta. Se que no lo ha hecho aposta, porque le "importo" –hice las comillas con los dedos–pero aun así estoy celosa de esa chica.

–Joder. Lo único que puedo decir es lo siento–comentó.

–Yo también lo siento–sollocé. No quería llorar por él pero no podía retener las lágrimas.

Nate decidió aparcar casi al lado del bloque de pisos porque apenas habíamos salido. Se desabrochó el cinturón y me dio un abrazo.

Llorar en los brazos de alguien es reconfortante. La calidez de su brazos me acogió y desabrocharon mi cinturón también para mayor comodidad. No dijo nada solo me abrazó y esperó a que pasará.

Parecía que me comprendía. Que lo entendía.Y eso me reconfortó. Yo seguía llorando cuando pillé a alguien mirándonos o más concretamente mirándome. Vi como su alma se rompía cuando me vió con los ojos rojos y llenos de lágrimas sabiendo que, posiblemente, era la causa. Conor ya no estaba celoso, sino triste viendo como lloraba y él no era el que me consolaba.

–Arranca por favor. Vámonos–le dije a Nate rompiendo el abrazo. Él lo entendió cuando vió a Conor.

Mi móvil empezó a vibrar y yo sabía perfectamente quién era antes de mirarlo. Conor me llamó y decidí cogerlo.

–Mad, por favor, qué te pasa, te he visto llorar–dijo un poco desesperado.

Momento tenso

–Nada–le contesté

–Madison...–no pude oír más porque le colgué. Había dicho mi nombre entero.

Él obviamente siguió llamando pero no le respondí

Conor:Por favor responde

Conor:Qué te pasa?

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2023 ⏰

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