39 - Ni bueno ni malo, solo un ex

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—¿Salimos hoy? —Preguntó Yunho pasándole una lata de cerveza, eran las siete y media de la tarde del viernes y por fin consiguió sacar a su mejor amigo de la cama—. Namjoon y Seokjin irán a un bar.

—Suena bien, es una buena idea —respondió abriendo la lata—, ¿pero sabes cuál es una mejor idea? Quedarnos aquí, es silencioso y... y no tengo ganas.

—Jimin... ha pasado más de un mes, por favor —pidió tocándole el hombro—, no soporto verte así, perdiste peso, tienes ojeras y jamás he visto que te acabes el desinfectante para tus cuencas tan rápido... y siguen irritadas.

—Duele...

—Lo sé, por eso digo que están irritadas, se ven rojas y...

—No, Yunho —dijo volteando el rostro en su dirección—, duele... extraño a Jungkook, lo extraño mucho —el chico apretó los puños porque con solo escuchar su nombre sentía furia, pensó que, en algún punto, Jungkook entraría en razón y ellos hablarían, pero el modelo jamás apareció—, lo extraño como jamás extrañé a nadie, sabes que no estuve así cuando Jay se marchó... siento que... en verdad no puedo, siento que me muero y sé que podría ir hasta su departamento, sé que podría encontrarlo de alguna manera, pero él no quiere verme —susurró— y yo lo entiendo, no quiero forzarlo, no quiero obligarlo, entiendo que está molesto y tiene todo el derecho y yo... quisiera que él supiera que yo sigo aquí —guardó silencio un momento—, no puedo seguir sin él...

—Claro que puedes, no permitirás que un imbécil como él te tire abajo, ¿entendiste? Vamos... —lo sostuvo de las manos para ponerlo de pie, a pesar de que el más bajo protestó—. Te darás un baño, te arreglarás y saldremos a beber.

—No quiero, Yuyu...

—Y yo no quiero ver que sufras por un idiota, pero no todos tenemos lo que queremos —explicó—. Vamos, no me hagas que yo mismo te lave el trasero, porque lo haré, lo sabes.

Jimin resopló, caminando en dirección a su habitación, pero se detuvo frente a la puerta, con la mano en el picaporte.

—Prométeme que jamás te perderé a ti —dijo volteando hacia donde estaba su mejor amigo—. Prométeme que tú jamás te irás.

—Jimin, ni aunque muera te desharás de mí —eso lo hizo sonreír y para Yunho fue un alivio, porque hace días no veía esa sonrisa—. Aquí te espero.

Mientras Jimin terminaba de arreglarse, el timbre sonó y Yunho fue a atender, siempre que el timbre sonaba no sabía con qué podría encontrarse, ya que sus amigos y hermanos de Jimin solo entraban y ya.

Así que ver a Taemin en la puerta fue una sorpresa.

—Oh, hola Taemin... —saludó un poco extrañado—. ¿Cómo estás?

—Bien —sonrió—. ¿Y tú? Además de querer asesinar a alguien.

—Ni lo menciones —murmuró, haciéndose a un lado para que pasara—. No sé por cuánto tiempo aguantaré no ir a su departamento y partirle la cara.

—Créeme que todos estamos asombrados de que eso no haya pasado aún —respondió entrando, Makki lo observó desde su lugar, Taemin era un poco desconocido para ella, pero Yunho se acercó enseguida para acariciar su cabeza y entonces se relajó—. ¿Dónde está Jimin?

—Se está cambiando, saldremos a beber algo —contó—. ¿Quieres acompañarnos? Entre más esforzándonos porque no se desmorone, mejor.

—De hecho, venía a invitarlo a salir también —dijo inclinando un poco su cuerpo hacia adelante, pensando desde ya en qué palabras usar—. Quería... contarle algo.

Look at me || KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora