Tres vidas (Shifting)

Nueva Vida

Desperté a la mañana siguiente en una camilla de hospital junto con un vendaje en la cabeza que agradecí que estuviera ahí porque dolía un culo y sentía como palpitaba mi cabeza. Poco después de que desperté, ingresó a la habitación un hombre con un traje negro enseñando su placa; era alto, de pelo negro, ojos azules y un papucho.

— Buenos días señorita, soy el detective Grayson y seré quien esté a cargo de su caso. — Tras presentarse tomó asiento en un sillón que se encontraba a pocos metros de la cama con toda la confianza del mundo. — Le importaría si le hiciera algunas preguntas? No tiene que responderlas ahora, pero agradecería muchísimo si lo hiciera o al menos considerara responderlas en otra ocasión.

Yo estaba muy confundida por lo que pasaba, ni siquiera recordaba quién era o qué hacía ahí. Entonces solo traté de verme bonita y no parecer rara. 

Sí gente, perdí la memoria por el viaje. Al menos por un tiempo.

Asentí en respuesta y él sacó una libreta para anotar lo que dijera. — Qué le parece si empezamos por su nombre?

Mi mente quedó en blanco, no recordaba absolutamente nada, en ese momento comencé a disociar tratando de recordar. — Ammm... K... mmm no, quizás... S...

— No tiene que responder ahora, podemos pasar a la siguiente pregunta, le parece?

Ignoré por completo su sugerencia y me esforcé tanto como pude. ¿Cómo mierda es posible olvidarte tu propio nombre? Debido al esfuerzo comencé a sentir un dolor punzante en la cabeza. En aquel momento comenzaron a aparecer flashes acompañadas de imágenes vagas de documentos o instalaciones donde todo era borroso a excepción de las letras: "S, T, A, R" en cualquier parte.
Si era lo único que recordaba, por lógica pensé que sería algo tan importante como mi nombre. — Star, creo que mi nombre es Star. — Respondí y el policía lo anotó.

— Y su apellido?

— Sabrá dios. — Contesté encogiendo los hombros y me reí como estúpida. — La única letra que viene a mi cabeza es K.

— Bien....— Murmuró. — Recuerdas a algún familiar?

Hice un silencio. — Sí, mi abuela es la reina Isabel y mis amigos son Lady Gaga y Mark Zuckerberg.

Abrió los ojos. — Eso es un gran avance! Podríamos contactarlos y...

Miré hacia la cámara invisible con una mueca llena de cringe. Él miró hacia donde yo lo hacía y entendió enseguida cerrando los ojos sintiéndose un completo estúpido. Sabía que si seguía así, cambiarían de policía, me tocaría un oficial de mierda, entonces cambié mi actitud. — Lo siento, son los nervios.

— Descuida, conservas tu sentido del humor, eso es una buena señal. Recuerdas cómo terminaste aquí?

— No. — Dije. — Qué pasó?

— Un justiciero te abandonó en la puerta, Red Hood, lo conoces? — Negué. — Él te dejó y los médicos me contactaron y acepté tu caso.

Ojito, buena coartada de su parte.