31. Despertar

8 2 0
                                    

By Camila

Todo se tornó de color negro por unos minutos, poco a poco veo con dificultad las figuras de mis amigos, ellos están rodeándome pero por alguna razón no puedo articular palabra, intento moverme pero algo me lo impide, siento un dolor punzante en el pecho, arde y duele a partes iguales. Puedo ver cómo Daiani llora y grita de rabia pidiendo explicaciones de cómo remediar todo lo que está pasando, maldice una y otra, repitiendo que ninguna de las dos habíamos pedido esto. Veo cómo Chloe la abraza, mientras ella llora descontroladamente. Matheo tiene a alguien entre sus brazos, por lo poco que puedo ver deduzco que se trata de Lisa. Arioch y Lilith no hablan, ambos están con la cabeza gacha llena de culpa. Puedo sentir como alguien me carga y corre conmigo en brazos y entonces dejo de oír, de sentir y me invade una oscuridad profunda.

- ¡Se ha desmayado! - Es lo último que escucho. 

Abro los ojos lentamente, consumida por un calor infernal, ya no siento ese dolor punzante ni mareo. Me levanto con cuidado para ver a mi alrededor, hay un altar lleno de espinas y velas rojas adornadas con una cruz de madera, simbolizando el anti cristo. No recuerdo cómo he llegado aquí, pero se siente agradable, en calma. Me dirijo al altar, siento como si mis pies cobrasen vida propia y fuesen ellos quienes me arrastran hacia allí. Me paro en frente, de una de las muchas espinas, pero tiene forma de corona, agarro esta con mis manos y acto seguido noto como la sangre sale de mi yema. Me la he clavado.

- Esa corona no te pertenece. - Una voz resuena por debajo del suelo, como si alguien estuviera hablando desde el subsuelo, me inclino para poder oír mejor.

- Es Daiani quién debe reinar conmigo en el trono, - empieza a decir la voz, ¿Didi, que tiene que ver ella con este sitio? - ella liberará a los siete demonios del apocalipsis para juntos retomar nuestro trono, tú amiga Lisa me ha echo la ofrenda de sangre, ahora tú cuerpo me pertenece y haré uso de este para cumplir con mi destino.

¿Siete demonios del apocalipsis? ¿Su destino? Quiero apartarme corriendo de allí pero el suelo comienza a abrirse formando una grieta de la lava. Siento que es mi fin, que el suelo se abrirá ante mi consumiendo mi cuerpo por las llamas, hay un calor tan asfixiante, me cuesta respirar, de pronto la marca de mi pecho se ilumina, consumiendo todo ese fuego, nunca había sentido un dolor igual, siento como si me estuvieran quemando viva, chillo.

- ¡Ah! - Me levanto sobresaltada en la camilla de un hospital.- Rápido corran se ha despertado. - Ese es mi padre, está gritando.

Una enfermedad entra, alborotada, a tomarme la temperatura y medirme la tensión.

- Su temperatura corporal sigue siendo alta debido a la fiebre, sin embargo su pulso ya está regulado, vamos a intentar bajar la temperatura con un baño de agua fría y hielo, enseguida sube una compañera para bajar a la paciente. - Mi padre agradece su ayuda a la enfermera y coge mi mano.

- ¿Qué ha pasado? - Pregunto confusa, siento como si me hubieran apaleado viva. - Habéis tenido un accidente en la moto cuando salisteis a buscar a Lisa en la noche, por suerte tus amigos actuaron rápido y avisaron al servicio de búsqueda del recinto y os trasladaron a ambas al hospital para trataros. - Me explica pausadamente.

Miro por encima de su hombro y puedo ver cómo mi equipo está dormido en la sala de espera. Mi padre se da cuenta.

- Llevan toda la noche aquí, no han querido ir a casa ni a cambiarse, voy a avisarles que has despertado y os dejo un rato solos antes que vuelva la enfermera. - Mi padre sale de la habitación y despierta a Daiani, tan pronto como este le comunica que estoy despierta, empieza a despertar al resto con ansias y corre a abrazarme.

-¿Cómo estás? - Me pregunta Matheo con cara de preocupado.

- Me duele muchísimo la cabeza como si me la hubiera golpeado.

- Es normal, convulsionaste cuando Arioch te trajo al hospital, llevas más de seis días inconsciente con la temperatura muy alta, parecías un mini volcán en erupción. - Me explica Lilith.

Me incorporo en la cama y siento como me vienen recuerdos borrosos a la mente, recuerdo a mi atacante, tenia las cuencas de los ojos negros y estaba fuera de si.

- Lisa...

-Ella también está aquí. - Añade Arioch, sigue con la cabeza gacha sin mirarme y en ningún momento establece contacto visual conmigo.

¿Habrá pasado algo estos seis días? Estoy a punto de hacer muchas preguntas cuando la enfermera entra en la habitación y pide a mis amigos que se vayan para poder bajarme la temperatura corporal. Todos se despiden de mi, excepto Arioch, lo miro incrédula por su repentino comportamiento en busca de compresión, pero el me da la espalda dejándome a solas con la enfermera. 

- Tenemos que desvestirte para poder hacerte este baño. - Me informa, pidiendo consentimiento para desvestirme, el cuál yo doy.

Desabrocha mi bata y me ayuda a llegar a una bañera llena de hielo. Me meto en ella lentamente, sintiendo como el frío, me cala hasta los huesos. La enfermera empieza a mojarme la frente con una esponja, cuando de repente empieza a tararear una canción: Que el niño duerma en la sombra, cuando la oscuridad le consume y al abrir los ojos tu alma en llamas se consumen. Si al diablo besarás, el calor abrasante del infierno te consumirá. Entonces lentamente la cara de la enfermera va cambiando, como si algo la consumiera, hasta convertirse en uno de los diablos más terroríficos jamás vistos. Clava las garras en mi pecho haciéndome gritar de dolor, este de ilumina y puedo ver cómo debajo de mi, el agua se evapora. Él clava aún más sus garras, haciendo que me desmaye por el dolor.

- ¡ARIOCH! - Es lo único que alcanzo a gritar antes de volver a perder el conocimiento sumida por un dolor arrasador.

El despertar de los mundos (Acabado)Where stories live. Discover now