❛'💭𝟎𝟑𝟔'❜

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Un pequeño dolor punzante en su cabeza le hizo sentir incómodo, se movió en su lugar, tratando de buscar esa comodidad que antes le había acompañado. Sin embargo, el sueño termino por escarpársele de las manos. Sus ojos se abrieron lentamente, acostumbrándose a la luz, su mente aún se encuentra atrapada en los recuerdos de la noche anterior, igual que un vivido sueño. Parpadeo un par de veces, y entonces, se dio cuenta de su situación actual. Quiso moverse, pero el ruso lo abraza con fuerza, casi inmovilizándolo.

Un suspiro escapó de sus labios al no poder liberarse de aquel agarré.

—Rusia —susurró, intentando llamar la atención del eslavo que yace a su lado, profundamente sumido en un sueño.

Con una mezcla de risa y frustración, Estados Unidos intentó apartar al alfa que se aferra a él. Las palabras fueron inútiles mientras lucha por liberarse del abrazo. Finalmente, el de bandera tricolor reaccionó con un gemido de queja.

—Rusia, tenemos que levantarnos —insistió, pero las palabras parecieron caer en oídos sordos—Dios, literalmente estamos en el suelo, no es la posición más cómoda —se quejó el rubio, buscando en vano apartar al ruso de encima.

Rusia reacomodó su posición, ahora escondiendo su cara en el hombro del estadounidense, en aquél espacio que se forma entre el hombro y el cuello.

Un pequeño escalofrío recorrió la columna vertebral del americano al sentir la respiración caliente del albino en su piel descubierta. Un poco nervioso, trató nuevamente de poner distancia entre ambos.

—Oye, esto no es precisamente una imagen muy masculina —rio U.S.A, con una nota burlona en su voz, ocultando el hecho de que está situación está acelerando su corazón—. No sé qué tipo de personas duermen así con sus amigos.

—No me importa —murmuró el tricolor, todavía medio adormilado.

Al escucharlo, una tenue sonrisa se apareció en los labios del rubio. Finalmente, Estados Unidos cerró los ojos, resignándose a la situación. Bien, puede estar un poco más aquí, sólo porque empieza a sentirse bastante cómodo.

Pasaron un rato más en silencio, disfrutando de la tranquilidad y el contacto, solo escuchando la respiración del otro.

De repente, el estómago del alfa emitió un rugido sonoro, rompiendo la calma. El norteamericano no pudo contener la risa, mientras que Rusia se ruborizaba por la vergüenza.  Sin embargo, la situación se tornó aún más graciosa cuando el estómago del estadounidense también se hizo presente con un rugido hambriento. El alfa sonrió complemente divertido, al tiempo que el estadounidense desviaba la mirada, con su rostro complemente rojo.

—Creo que es hora de desayunar —declaró el de 50 estrellas.

El euroasiático estuvo de acuerdo, así que liberó al delta, soltándolo de aquél abrazo. Ambos se pusieron de pie, mirándose con un poco de timidez.

Aunque ninguno de los dos lo dijo abiertamente, saben que necesitan un baño y un cambio de ropa antes de comenzar el día, así que para que los dos pudieran asearse adecuadamente, U.S.A le dio el permiso al eslavo de darse un baño en una de las habitaciones.

El departamento de Estados Unidos cuenta con dos cuartos, de los cuáles él solo usa uno; sin embargo, la habitación vacía es tan funcional como la otra.

Rusia agradeció la amabilidad del delta y, sin decir mucho, entró en el baño de la habitación desocupada, dejando al estadounidense solo en la otra habitación. Se despojó de toda su ropa y entró en la ducha, bajo la helada agua. La sensación del agua fría sobre su piel estremeció su cuerpo, pero se sintió bien. Para él, está es la mejor forma despertar por completo luego de un largo sueño.

𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐒𝐢𝐠𝐧𝐚𝐥 ⃟࿐𝑅𝑢𝑠𝐴𝑚𝑒Where stories live. Discover now