- "Felix, ya te he dicho que no soy Dios, soy Hyunjin"
Felix siendo un omega con bastantes problemas y su amigo es novio de su amor platónico. Pero un día todo cambia, cuando Hwang le pide ayuda con su celo...
Si no se entera todo estará bien ¿verda...
Sunoo, nació el 24 de junio del año en curso, era un Omega, su olor era caramelo, tenía el cabello color castaño claro, unos grandes y lindos ojos iguales a los de Felix, la nariz y sus labios eran parecidos a los de Hyunjin. Claro que era muy amado por sus progenitores y su pequeño hermano.
—Tengo el bebé más hermoso—dice el Alfa orgulloso de su pequeño que recién cumplía semana y media de a ver nacido.
—Claro, se parece a mi—halaga.
—Tu también eres hermoso—toma a su Omega de la cintura y besa sus labios con deseo.
—Mami... —Eunwoo ve como su padre está encima de su mami, mientras se están comiendo la boca, era algo que estaba acostumbrado a ver, le gustaba ver cómo se amaban sus padres. Pero su pequeño Sunito está a ahí—. ¡Oigan! ¡Enfrente del bebé no!
—Ups, perdón—se disculpa el rubio.
—¿A donde les gustaría ir a comer?
—¿Podemos ir al restaurante donde hay juegos?—opina.
—Solo si me das un beso—Eunwoo se acerca corriendo y besa la mejilla de su padre.
En fin, eran una familia Feliz.
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Felix había salido a comprar helado a una tienda de conveniencia que le quedaba cerca de casa, cuando terminó de hacer lo dicho, iba de regreso a su hogar, con una sonrisa en su rostro.
Sintió como alguien lo jalaba con fuerza hacia un pequeño callejón, lo pegaron contra la pared y taparon su boca antes de que puedo era decir algo.
—Esto no se iba quedar así Lee, ¿Creías que te dejaría ser Feliz con alguien que no sea yo?
Felix chilló de miedo, otra vez no, Bangchan estaba ahí enfrente de él, sus ojos se llenaron de lágrimas, dejando caer algunas al escuchar aquellas palabras.
—Déjame en paz... —siente un puñetazo en su estómago haciéndose retorcerse del dolor, ya que todavía tenía la herida abierta debido a la cesaría que había tenido para el nacimiento de Sunoo.
Sentía cada golpe, en distintas partes de su cuerpo, no podía hacer nada, no podía defenderse por más que trato, Bangchan era mucho más fuerte que él. Al pasar un rato no recordaba nada debido a los golpes, pero si estaba consiente de que otra vez habían vuelto a abusar de él sexualmente.
Después de aquel acto, Bangchan simplemente se fue, pero prometía volver a buscar a Felix.
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Hyunjin se encontraba inquieto, presentía que había pasado algo malo, lo sentía, pero decidió pensar qué tal vez Felix se había entretenido charlando con alguien o viendo alguna u otra cosa.
Eso pensó hasta que pasaron varias horas.
—Lía—Hyunjin llamo a una de las empleadas de la casa—. Por favor, cuide a Sunoo y a Eunwoo en lo que yo voy a buscar a Felix... —la chica asintió y tomó al bebé entre sus brazos.
El Alfa salió corriendo de la casa terriblemente preocupado al imaginarse que le pudo haber pasado algo a su Omega. Su alfa estaba como loco y él aún peor.
Pudo escuchar un leve sollozó, demasiado leve, para poder oírlo, tal vez estaba alucinando pero algo le decía que debía ir a ver qué sucedía.
Fue entrando en un callejón de poco en poco, sin hacer tanto ruido, hasta que logró ver aquella cabellera rubia que conocía perfectamente, solo había feromonas de tristeza revoloteando en el aire. Se acercó corriendo.
Y pudo jurar... que nunca había visto tan roto a Felix en todos los sentidos...
