Mi profesora de Seducción (+18) Finalizada

Capítulo 30 Clases sexuales by Emmett

CAPITULO 30 CLASES SEXUALES BY EMMETT

Me separé lentamente de Bella y de su boca y miré a mi puñetero hermano. Siempre tan oportunos como de costumbre. Emmett nos miraba desde su posición aventajada con una sonrisa socarrona en la cara.

— Creo que tengo que me tienes que informar si he ganado la apuesta, eso es algo que se me da bien hacer — miró intencionadamente a Bella.

— Eres un capullo, Emmett — Bella se levantó del suelo y le encaró —. Pero yo estoy tranquila porque se — le apuntó con el dedo en el pecho —, que antes o después voy a patearte el culo, ¿sabes?

— Estaré ansioso porque llegue el día — respondió mi hermano.

— Edward — dijo Bella ignorando al grandullón —, luego hablamos — se acercó a mí y me besó en la mejilla.

Observé como un puto gilipollas cómo se movía su cuerpo al caminar hasta su coche. La manaza de mi hermano sobre mi hombro sacudió mi cuerpo al completo.

— Creo que tenemos que hacer tarde de confidencias, pequeño — sonrió mi hermano.

— No creo que sea el momento, Emmett. Hemos pasado dos días muy duros, ahora Jasper y Alice están...

— Sí, sí, sí... Voy a ser tío y voy a ser la polla con mi sobrino, pero ahora mismo, Jasper, tu y yo nos vamos a meter en mi cuarto y nos vas a contar todo con detalles — Emmett me arrastró literalmente hasta el interior del salón y cogió por banda a Jasper que estaba sentado al lado de Alice.

— ¿Qué pasa? — nos miró a ambos —. Estoy hablando con mi novia de cosas serias... voy a ser padre — dijo como si no fuera obvio.

— Ya, y yo me tengo que enterar si Eddie se nos ha hecho todo un hombrecito. Supongo que a las chicas nos les importará que te secuestre un ratito a cambio de información, ¿verdad, chicas? — Rose y Alice sonrieron.

— Para nada, ve con ellos, cariño... y luego cuéntanos los detalles — dijo mi querida hermana.

— ¿Estarás bien? Si vuelves a tener náuseas que me avise Rose y bajo enseguida — murmuró Jasper mientras subíamos las escaleras.

— ¿Vas a ser así de pesado los más de siete meses que te quedan para ser padre? — le preguntó Emmett.

— Sólo estoy preocupado por Alice... aún no me creo que esto esté pasando...— palmeé la espalda de mi amigo.

Nos metimos en la habitación de Emmett. Dios santo, hacía tiempo que no entraba aquí y me sorprendí al ver que aún tenía colgado en una de sus paredes un poster de Pokemon. Miré detenidamente a mi hermano.

— ¿Qué?

— ¿Pikachu? — pregunté señalando el póster.

— Marcó mi infancia, joder — dijo indignado —. Ahora siéntate ahí de una puta vez y cuéntanos qué coño habéis hecho Bella y tú en la habitación del hotel — sonrió como una hiena.

— ¿Esto es necesario? — pregunté.

— Hay una apuesta de por medio — señaló Jasper —. Son cincuenta pavos... no es mucho, pero como voy a ser padre me vienen bien — rodé los ojos.

— Hemos avanzado mucho — los chicos sonrieron y me animaron a continuar... oh, venga... a la mierda. Necesitaba consejos masculinos...—. El sexo oral es la hostia.

— Ese es mi chico — me felicitó Emmett.

— O sea... que las clases van bien, ¿no? — preguntó Jasper.