10 | Prácticas de baile

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Mateo

Sí, aceptamos la propuesta sobre participar en la competencia de baile. La decisión fue muy complicada y prácticamente todos los días le rogaba a Sebastián que viniera conmigo. Voy a ser sincero, y la verdad es que sí quería participar e incluso desde antes que Ivanna me lo mencionara, pero no quería hacerlo solo. Luego me propusieron que bailara con Violeta, pero me ponía un poco nervioso bailar a solas con ella. Lo sé, soy patético.

Bueno, después de rogar y rogar y rogar, Sebastián accedió acompañarme con sus mejillas rojizas mientras argumentaba que lo hacía porque me debía muchos favores. Así les avisamos a las chicas y finalmente elegimos un día para ensayar.

La coreografía que Ivanna y Fernanda nos dieron está genial. No es nada difícil, simplemente necesitamos sincronización. Aunque, bueno, algo que me llamaba la atención es que las personas que bailaban ahí también cantaban. En una de las visitas recurrentes de Ivanna, ella nos dijo que podíamos solo usar el audio de la canción, pero Violetta insistió en que quería cantarla.

Estábamos en un debate acerca de ese tema. Diana decía que no era buena cantando, Sebastián ni siquiera abrió la boca, pero sabía que internamente se estaba negando; Violetta sí quería hacerlo y yo no estaba tan seguro.

No sabía ni siquiera si se me daba bien cantar; solo canto a solas cuando estoy tocando el bajo o cuando una canción se me pega inconscientemente. Le pregunté de eso a Axel, ya que él parece saber bastante con respecto a la música y su voz es demasiado buena. No tengo ni la menor idea de cómo maneja su voz ronca para cantar cualquier tipo de canción, así que supuse que sus consejos y opinión honesta me iban a servir.

Me dijo que mi voz podía ser pasable. Sí, así me dijo. Recuerdo que en ese momento solté un largo suspiro y me dejé caer en la cama mientras lo miraba. A él este asunto parecía importarle tan poco como sus ganas de vivir. Axel consideraba la simple existencia de los demás como un estorbo. A veces me pregunto si piensa de mí de ese modo.

Una vez más nos reunimos y Diana nos informó que podía hacer el intento de cantar, porque le había pedido ayuda a Fernanda para manejar su voz. Yo dije algo parecido, cosa que alegró mucho a Violetta. Sebastián era el único indeciso, pero terminó aceptando. A esta alturas, sé que Sebas está haciendo esto por la presión social.

Sin embargo, últimamente he visto que disfruta más hacer este proyecto que antes. Se suelta y habla un poco más con las chicas, aunque sean ellas las que den la iniciativa. Ahora se notan sus ganas al bailar o lo perfecto que quiere que quede. Además, su voz es hermosa. Siempre supe que Sebastián sabía hacer muchas cosas, pero no me cabía en la cabeza que las sabría hacer tan bien.

En este momento nos encontrábamos de nuevo ensayando. En un mes y dos semanas es el baile y necesitamos practicar sin descanso. Es una sorpresa que nosotros cantaremos mientras hacemos la coreografía, por lo que esperamos que no lo consideren como trampa o algo así.

—Mateo. —Sebastián se acercó a mí desde atrás. Me giré mientras me remangaba la camisa.

—¿Si?
.
—¿Crees... que en serio la parte del rap es para mí?

Alcé una ceja. Su pregunta me tomó desprevenido. La canción contenía dos partes de pequeños raps, los cuales decidimos dárselos a Diana y Sebastián. Desde esa decisión lo sentí a él algo inseguro (¿Cuándo no?), y lo considero entendible ya que es la primera vez que haría algo como eso.

—Sí. —contesté—. Te sale genial.

—Yo... no lo creo. —lo escuché murmurar.

Me acerqué un poco más a él y le revolví el cabello. Él me miró sorprendido por mi acción.

—Ten más confianza en ti. El rap te sale muy bien, te lo aseguro.

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