7. viaje

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《 juli's pov 》

Tres meses después.

Desde el momento que salí de la casa y de camino al canal me encontré con cientos de personas a la espera de nosotros, supe que mi vida había cambiado de manera radical e inesperada. Nunca imaginé todo el amor que estaba recibiendo de personas que no conocía, era extraño que ellos supieran tanto de mí.

El hecho de salir y donde sea que me encuentre, que se acerquen a pedirme una foto o un abrazo me parecía realmente dulce, era como si estuvieran esperando la oportunidad de conocerme. Por supuesto accedía sin pensarlo dos veces, después de todo, mi vida había cambiado gracias a ellos. Me parecía increíble como eran personas de todas las edades, desde nenas pequeñas que querían bailar conmigo, a chicas de mi edad que pedían picos, y señoras diciendo lo mucho que les gustaría que fuera su nieta. Amaba todo.

Claro que no hay éxito sin hate. No era perfecta, había cometido errores y la gente me crucificaba por eso, como si ellos sí lo fueran. Me costaba mucho no prestar atención a los malos comentarios, estaban por todos lados, pero mis fans se preocupaban por mí y de alguna manera siempre conseguían hacerme llegar mensajes de apoyo, sus buenas vibras y regalitos.

Durante estos tres meses había ido a cientos de entrevistas. Había estado trabajando como nunca, yendo de un lado a otro haciendo tapas de revistas, sesiones de fotos y presencias en boliches. Era una absoluta locura, pero me encantaba hacer lo que estaba haciendo. Hace poco habíamos terminado los shows en Fuerza Bruta y estaba feliz de haber sido invitada a vivir esa hermosa experiencia.

Miro por última vez mi pelo mientras retocaba mi labial en el espejo. Tenía una cita con Lucca, mi novio. Lo había extrañado muchísimo, no podía creerlo cuando lo vi y en el momento en el que sus brazos rodearon mi cuerpo y me dio un beso, no pude hacer otra cosa más que llorar.

Las cosas entre nosotros habían estado perfectas. Habían sido 5 meses separados, pero al salir me di cuenta que el tiempo no había pasado para nosotros, que no nos había afectado y todo seguía exactamente igual que antes.

Terminando de repasar mi outfit otra vez, me paré frente al espejo y me saqué un par de fotos para subirlas a Instagram. Una vez había terminado, sonaba mi celular con un mensaje del chofer de Uber que me iba a llevar a la casa de Lucca.

En el camino, abrí mi Instagram para subir las fotos que me había tomado. Luego de hacerlo, me puse a mirar historias de mis seguidos hasta que llegué a una historia de él. Era una selfie en el espejo, llevaba una camiseta azul oscura que se adhería a sus músculos como si hubiera sido diseñada para él.

Luego de haber pasado cinco meses juntos, podía afirmar que lo extrañaba todos los días. Extrañaba reírme con él y pasar el rato mirando el cielo, incluso las noches en la pileta hablando de sus viajes. En los tres meses que pasaron, lo había visto pocas veces, al punto de poder contarlas con los dedos de una mano. El primo había ganado Gran Hermano, y al igual que la mía, su vida había cambiado muchísimo. Era una persona que sabía lo que quería, así que no le costó mucho encontrar su camino hacia el modelaje. Trabajaba todos los días. Tenía sesiones de fotos, estudiaba actuación, hacía comerciales y presencias en distintas provincias. A veces compartíamos mensajes o nos contestábamos las historias de Instagram, pero no era lo mismo que antes.

Sacudí la cabeza apartando mis pensamientos y apreté la opción de contestar historia. Le envié un "qué facha primo", seguido de un "cómo va todooo?". Salí de Instagram y le mandé un mensaje a Lucca de que ya estaba llegando.

Minutos después, me encontraba bajando del auto fuera de su casa. Él esperaba en la puerta, vestido con una camiseta mitad blanca y mitad negra, a juego con unos jeans negros ajustados y zapatillas negras.

daylight; marculi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora