Capítulo 16 / Parte 2

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Todo quedó precioso. Mientras me hacían el vestido, Aurora me hablaba de un muchacho que había conocido. Se llamaba Felipe, y tenían prevista una boda.
Al acabar todas las tareas, Aurora y yo nos fuimos al bosque a pasear. Nos fuimos hasta su cabaña. Allí y en el estanque estuvimos hablando sobre todo lo que nos pasaba, recogíamos flores, y caminábamos con los animales que tiempo antes yo había conocido. En el estanque, nos sentamos en una piedra.
Aurora- Y bien... ¿Qué se siente al descubrir de golpe que tu padre y tu hermana son de la realeza? - Dijo divertida.
La verdad es que tratar a Aurora como mi hermana se me hacía raro. Aunque en este mundo es todo extraño.
Yo- Tengo que admitir que es sorprendente y confuso al mismo tiempo. -Reí. Aurora era encantadora.
Aurora- Sabes que ahora eres princesa, ¿no?
Yo- La princesa eres tú. A mí, nadie en este reino me conoce.
Aurora- Eres la hija de el rey, y eso es lo que importa. Vamos.- Dijo poniéndose en pie. - Volvamos al castillo.
Yo- ¿Por qué tanta prisa?
Aurora- Hay que decirle a papá que organice una fiesta.
Yo- ¿Con qué motivo?
Aurora- Tu coronación, claro está. - Me quedé atónita.
Yo- No hace falta, de verdad...
Aurora- ¡Que sí! Ya verás qué emocionante...
Comenzamos a caminar hacia palacio. Por el camino íbamos comentando los detalles: los preparativos, el banquete, las invitaciones, el vestido...
En eso que se oye un caballo galopar. Se detuvo a nuestro lado. Montado sobre él, se encontraba un apuesto muchacho moreno.
Aurora- ¡Felipe! ¿Cómo tú por aquí?
Felipe- Vine a buscaros. Las damas no deben andar solas por el bosque.
Yo- Aurora... Ve tú con él. Yo voy caminando.
Aurora- Al final vas a conseguir quedarte más tiempo por aquí, eh. - Reímos juntas. - Avisaré a papá sobre eso. - Me guiñó un ojo y se subió al caballo. Se marcharon. Por suerte, me sabía el camino de vuelta. Los animales me seguían en el trayecto. Faltaba poco para salir del bosque y coger el sendero a palacio. Ví que los animales se dispersaban de golpe. Preocupada, miré hacia todos lados.
Detrás de mí había una anciana vestida con una capa negra que le cubría el cuerpo entero, y en la mano llevaba un bastón, la parte de arriba del cual tenía una figura de un cuervo negro.
Anciana- Muchacha, ¿sabes el palacio que hay por ahí?
Yo- Sí...
Anciana- En él vive la princesa. Ella cumplirá dentro de poco.
Yo- Lo sé...
Anciana- ¿Y sabes qué dice la profecía?
Yo- No...- Mentí.
Anciano- Le sucederá algo malo. Muy malo...
Yo- ¿Se puede remediar?
Anciana- Es Maléfica. Ese monstruo hará que se pinche con una rueca.
Yo- Pero se puede remediar?- Repetí.
Anciana- Alguien tendrá que pincharse el dedo índice en su lugar.
Yo- ¿Alguien en especial?
Anciana- Pero tú ni una palabra de esto a nadie...
Yo- No ha respondido a mi pregunta.
Anciana- Nos quemarán en la hoguera, nos cortarán la lengua o nos decapitarán... - Dicho esto, se marchó entre los arbustos.
Yo- Pero señora...- Protesté inútilmente.
Volví a caminar hacia palacio, pensando en las palabras de la señora. Si tenía razón, yo iba a impedir que Aurora se pinchara. Tendría malas consecuencias. A parte, si me pincho yo, ¿qué mas daría? Sin Yaiza a mi lado lo demás me daba igual. No diría nada de eso a nadie, y haría caso de las palabras de la anciana.
Al llegar a palacio y subir a mi alcoba, me encontré una sorpresa.
Yo- ¡Campanilla! - Había venido. Fuí a abrazarla y ella hizo lo mismo.

Once Upon A Time...《Peter Pan》Where stories live. Discover now