Capítulo I

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01. El cuestionario.

Daniela García.

Es un gordo de mierda.

Para él es fácil dejar tanta tarea porque realmente no la realiza, solo la hace y nosotros la realizamos lo que tampoco es fácil, pero me vale verga, además, parece que no tiene nada más que hacer en la vida.

No tengo culpa de que sea un descabellado... literalmente.

Él deja tarea como si se fuese a acabar el mundo. "Yo crearé los grupos", trato de imitar su voz mentalmente.

Es un descabellado, ojalá y se vaya al universo para ya no volverlo a ver en mi camino, porque que hombre ni más malo.

¿Será que los profesores creen que solo tenemos que estudiar?.

Eso de que el adolescente solo tiene que estudiar y más allá de la escuela no tiene vida, es una mentira barata. La mayoría de adolescentes deben colaborar en la casa, o quizás hacerlo todo, además algunos trabajan; porque su familiar no puede, y aunque suene cruel, así es la vida.

Y viene este descabellado de mierda a dejar tarea como si no hay un mañana, y por su culpa ahora tendré que hablar con ese grupo de perras.

Ok cálmate, Daniela, no ganas nada discutiendo.

No, de hecho, sí gano desahogarme solo que no puedo; porque después me expulsan, y en el momento en que eso pase, mi mamá expulsará la cabeza de mi cuerpo.

Es que no entiendo porque no entienden que como todo ser humano, nosotros también merecemos descanso, el hecho de que no todos trabajemos, no significa que no nos cansemos, porque realmente no le damos descanso al cerebro y eso es cansancio.

¿Se supone que debo presentarme? Nah' me vale verga.

—¿Ela, te pasa algo? —y aquí está mi mejor amigo, que por cierto, es todo un papasito.

—¡Awww! Tú siempre te preocupas por mí —le pellizco la mejilla y lo abrazo.

Para él nunca estoy de mal humor.

—Ok... ¿Estás bien? ¿O Andrés te está siendo pasar por una de sus montañas rusas? —abre los ojos espantado—. ¿Necesitas toallas higiénicas? No te preocupes, Ela, yo te voy a dar chocolate para que te sientas mejor —me abraza y empieza a acariciarme el cabello—. Shhh... tranquila.

—Pero si yo estoy tranquila.

—¿Ah Si? Es que como te vi tan enojada.

—Si... —suspiro—. Tengo ganas de mandar al profesor al espacio —confieso.

—En verdad se pasó, un cuestionario de cien preguntas en hojas de maquinillas para mañana, y lo dijo hoy.

—Es un perro —exclamo enojada—. Y como si no fuese suficiente, ni siquiera nos pone en el mismo grupo, ¡Por favor! ¿Quién no sabe que somos mejores amigos? ¿Eh? —pregunto enojada, mientras cruzo mis brazos sobre mi pecho.

—Lo sé, a mí tampoco me gustó, pero vele el lado positivo —saca una manzana de su casillero y me la da.

—El lado positivo, sí claro, como a ti te tocó el grupo perfecto donde todos aportan, excepto uno, siempre hay uno.

—Sí.

—¡No me distraigas!.

—Ok.

—El caso es que me tocó con ese grupo de —estoy a punto de decir una palabrota como las que me gusta decir, pero la mirada intensa de Asher me dice que mejor no lo diga—. Ese grupo de chicas que no cooperan en nada.

—Ahí vienen —susurra—. Suerte —le agarro el brazo para que no se vaya y me deje sola con las víboras, aunque yo también sea una, ellas son muchas para mí sola.

—¡Rouse! —me saludan con su típica sonrisa hipócrita .

—Daniela —corrijo con irritación.

—Sí, es lo mismo.

¡Qué idiota!.

—No lo es —pongo los ojos en blanco, y ellas aumentan la intensidad de sus miradas de odio, menos Sasha, ella me agrada un poco.

—Ya sabes que nos tocó en el mismo grupo, ¿No? —avisa Kiara, la líder del grupo veneno.

—Lamentablemente —murmullo.

—¿Irán a la fiesta esta noche? —pregunta Wendy, la mano derecha de Kiara.

—No, y ustedes tampoco porque tenemos que hacer un cuestionario bastante largo —aseguro con una sonrisa más llena de hipocresía, que de dientes.

—Ese profesor está bien loco —sin dudas, Sasha es la más agradable de todas, siempre que habla, dice cosas coherentes.

—Sí, pero igual la fiesta estará buena —dice Kiara—. ¿Seguros de que no irán?.

—Sí, estamos seguros —ante mi respuesta, Asher me mira con cara de "¿Estamos seguros? Como que estas incluyendo a muchas personas, ¿No?".

—Ok, pero ya sabes, mi nombre se escribe K-I-A-R-A —dice deletreando su nombre.

—Lo sé, pero no te preocupes, tú lo escribirás mejor que yo —su rostro se vuelve pálido como una hoja de maquinilla.

—¿Saben? Nosotras siempre los hemos admirado.

—Sí —replica Wendy.

—¿Ah si? —pregunto con las cejas arqueadas.

—Sí, es que nos parecen muy bonita pareja, ya sabes los típicos mejores amigos que se enamoran y mantienen una relación a escondidas —exclama Kiara fingiendo alegría y "admiración".

—Y hacen... —Wendy deja la frase a mitad, se lleva la mano a la boca y empieza a reír ligeramente.

—¡Wendy! —reprocha Kiara, mientras empieza a reír negando con la cabeza.

—¿De qué hablan? —miro a Asher confundida, pero este está igual que yo.

—Ya saben... Sexo —empiezo a toser exageradamente al comprender a lo que se refieren.

—Creo que me ahogué con mi propia saliva, perdón —exclamo en medio de la tos.

Diablos.

Nota de autora: Juro que la segunda versión es mucho mejor y que he mejorado mucho, perdón. 😭😭🏃🏻‍♀️

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