24° Despedidas Amargas

137 15 7
                                    


—No. —Niega Darius con un tono serio, haciendo contraste con el juguetón que tenía hace unos momentos.

—Por favor, Darius. —Le suplico sabiendo que de todas formas no va a ceder tan fácilmente.

Waffles tampoco está de acuerdo, porque me da un picotazo para dejar mi hombro e irse al de Darius.

—Sin dudas eres un niño que no sabe lo que dice. —Es un poco consternante verlo tan serio cuando nunca antes fue así conmigo. —No. No hay discusión.

No voy a descansar hasta que acepte, de todas formas, sabe que lo haré lo quiera o no. Solo necesito que me apoye por última vez.

—No hay otra salida. El Día de la Unidad es en tres días y nuestro plan de meses se arruinó en unas horas ¿Cómo pretendes que hagamos otro igual de elaborado en tan poco tiempo? —Con cada palabra que decía sus ojos se achicaban más mostrándome lo disgustado que estaba. —Esto es todo lo que nos queda si queremos salvar a las Islas.

—Si tanto insistes... —Casi suelto un grito pensando que lo había convencido. —Lo haré yo, tú no correrás ningún peligro.

Mi emoción de esfuma y lo miro cansado sabiendo que esto tomada mucho tiempo.

—Tu eres el único capaz controlar los guardias abominables de Odalia. Es lo único que lograrán que Belos se mantenga en el círculo para que el hechizo funcione. —Abrió la boca para decir algo, pero calló sabiendo que tengo razón. —La dama búho, Luz, Raine y Amity no podrán acercarse jamás así que ellos no lo podrán hacer. Además de que tampoco quiero que lo hagan.

Su expresión pasó de molesta a un poco melancólica dándose cuenta de que estoy en la cierto. Creo que poco a poco lo va aceptando.

—¿Sabes lo que me estás pidiendo? —Su voz se quiebra al preguntar haciendo que mi pecho de un vuelco. —Esto es lo estuve evitando desde el primer día, Hunter. Que no acabes como todos los demás sombrámbulos por culpa de Belos, pero ahora, tú quieres hacerlo por voluntad propia.

Sus ojos estaba algo vidriosos y se notaba que luchaba por no llorar, cosa que me destrozaba. Jamás pensé lo mucho que le podría afectar todo esto hasta ahora.

Darius era la mano derecha de mi predecesor, y por como llegó a hablarme de él, incluso fueron muy amigos. Supongo que al enterarse que murió y saber que fue Belos quién lo hizo debió destrozado por dentro... Me ha dicho muchas veces que no quiere que tenga el mismo destino que él.

—Darius, ya te he dicho que yo no debería estar vivo en primer lugar. —Digo evadiendo su mirada, no puedo ver cómo su mundo se cae a pedazos por mí. —Y quiero ser yo quien acabe con todo esto. Ustedes no tienen nada que ver. Este es un tema que debió quedarse siglos atrás conmigo, los otros sombrámbulos, mi madre, Caleb y Belos.

Escucho un sollozo pero sigo sin mirarlo, no puedo hacerlo.

—¿Tienes idea de lo horrible que es verte y ver su rostro también.. —Pregunta refiriéndose a mi predecesor dando por válida mi teoría anterior. —..Rogando cada día que no te pase lo mismo?

Por fin me animo a mirarlo y me arrepiento al instante. Está llorando y su voz está llena de rabia e impotencia.

—Tienes que dejarlo ir...Igual que a mí. —Me acerco con cautela para intentar darle un abrazo. —Ya sabes todo el daño que hace no aceptar la realidad.

Corto el espacio que nos separaba y siento sus brazos apretarme con fuerza. Parece que ya entendió el punto de todo esto y aunque le duela me dejará hacerlo.
Waffles no parece muy convencida pero se une al abrazo de todas formas.

Hunting PalismanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora