Nami y Chopper escupieron su bebida, Usopp, Franky y Brook se cayeron de culo, Sanji dejó caer un plato, Robin lo miraba impactada y Zoro... Zoro no lo creía.
¿En qué momento había sucedido? ¿Por qué no se lo había dicho antes? ¿Por qué el médico de...
—Epazote... ¿estas bien? —preguntó el rubio intentando que el espadachín baje de las nubes. —Pareces más horrible de lo normal.
—Creo que no durmió bien anoche. —agregó el de cabello rizado.
—¿Como va a dormir bien? Luffy lo mantuvo despierto toda la noche. —se unió el reno. —Creo que lo escuché llorar porque tenía un antojo raro anoche y no había lo que él quería...
—Los cambios de humor ¿verdad? —se unió el carpintero sentándose. —Deben estar molestándolos bastante.
—Y lo hacen. —Interrumpió el capitán entrando con una cara de pocos amigos al comedor. —No me gustan. —dijo molesto cruzado de brazos en la silla. —Sanji, comida.
—Oh, parece que capitán-san está molesto. —comentó Robin alejando su vista del libro que leía.
—¡Es que no he podido comer ni una pizca de carne! ¡Siempre me hace vomitarla! —exclamó totalmente molesto viendo su panza de apenas dos meses.
—Luffy me hace repensar mi decisión de querer hijos en algún futuro- —dijo el de nariz larga viendo a su capitán sufrir.
—¡Zoro! —exclamó yendo a abrazar a su esposo, quien aceptó el abrazo gustoso y con una sonrisa.
—E- esperen. Acabo de ver con mis ojos que Luffy-san estaba enojado ahora mismo... ¡Pero como soy un esqueleto yo no tengo ojos, yohohoho!
—Como te decíamos, Brook... Cambios de humor. —comentó Nami restándole importancia.
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—Lu, ¿que tienes? —preguntó preocupado al ver al chico triste en un rincón del barco.
—Se acabó el chocolate ¡y yo quiero chocolate con leche! —contestó con un puchero a punto de llorar.
—Bueno, pero hay galletas con chispas ¿no?
—¡Es verdad! —exclamó con una felicidad que apareció de la nada. —Nos vemos luego. —dijo dándole un beso en los labios para luego salir corriendo a la cocina dejando al peliverde extrañado.
(...)
—Amoor. —nada. —Cariño. —ni el mínimo movimiento. —Zooro. —se estaba comenzando a cansar. —Despieerta. —decía y decía, pero no había señales de que el espadachín quisiera levantarse. —¡Despierta imbécil! —gritó asustando al peliverde.
3:14 A. M.
—¿Que mierda? —preguntó con cara de zombie.
Luffy se puso a llorar. Otra vez. —¡No me grites! —Mierda. Pensó Zoro yendo a abrazarle y a disculparse volviendo a preguntarle que quería.
—Quiero takoyaki, Zoro. —dijo con una sonrisa de oreja a oreja sin saber que el espadachín no sabía cómo cocinar eso.
—Bien. —aceptó levantándose de la cama para ir a la cocina... claro que le costó mucho llegar a ella.
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Este cap. fue dedicado a los cambios de humor porque no sabía que hacer- Adioss.
