Nami y Chopper escupieron su bebida, Usopp, Franky y Brook se cayeron de culo, Sanji dejó caer un plato, Robin lo miraba impactada y Zoro... Zoro no lo creía.
¿En qué momento había sucedido? ¿Por qué no se lo había dicho antes? ¿Por qué el médico de...
—Luffy, levántate. —intentó despertarlo. —Ya es hora de comer.
—Si, ya voooy. —arrastró las palabras como un zombie.
El pelinegro caminaba como si no tuviera cerebro ni esperanzas de vida, algo totalmente extraño ya que le había dicho que era hora de comer. Sin embargo, el chico parecía que se estaba muriendo.
—Oye, Luffy, ¿estas bien?
—Estoy bien, Sanji. —dijo con cansancio. —Solo tengo sueño.
—¿Tú sin energía y con sueño? —preguntó para sí mismo extrañado. —A ver si juntarte tanto con el cabeza de pasto no te hizo mal.
—Déjate de estupideces, Sanji. —dijo la navegante a su lado. —Eso es normal ahora que está embarazado. —añadió.
Sanji frunció el ceño y miró a Luffy con preocupación. —¿No crees que debemos llevarlo con Chopper?
—No es necesario, Sanji. —intervino el médico. —Los cambios de humor y la falta de energía son comunes en el embarazo. Luffy solo necesita descansar. —agregó normal.
—Bien, pero ¿cuándo entraron todos ustedes? —preguntó al darse cuenta de la presencia de la mayoría de los Mugiwara ahí dentro.
—... No preguntes —susurró el moreno.
—Solo gózalo... —completó el cyborg.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Todo estaba bien. Comía montones de carne sin vomitarla y su hijo no le estaba golpeando con sus pies. Además de que no tenía sueño ni otros síntomas que implicaban el embarazo. Todo muy alegre hasta que escuchó la voz de sus Nakamas a la lejanía cada vez haciéndose más fuerte.
—¡Luffy! —le gritó haciendo que el pelinegro abriera los ojos de golpe, lleno de confusión.
—¿Qué pasa?
—Llevas un buen rato dormido encima de la mesa. —explicó Robin con cierto tono de preocupación.
—Ah. —soltó sin tomarle importancia. —Bueno, entonces voy a mi camita. —avisó levantándose para ir hacia su habitación.
Los chicos se miraron entre sí, todos preocupados. —¿De verdad el embarazo puede cambiar la super personalidad de alguien? —preguntó Franky, extrañado por el recién comportamiento de su capitán.
—Eso parece.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
