Epílogo

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JOSEPHINE

Lo beso. Me atrevo a besarlo, sin saber exactamente lo que hago. Solo sé que siempre había querido besarlo después de esa noche. Nada había sido igual después de que sus manos habían descansado en mi cintura. 

Cuando me besa de vuelta, se me van todas las dudas. Cuando siento cómo me presiona más contra sí mismo, sé que he nacido para besarlo, y que nuestros labios han sido hechos para encontrarse el uno al otro. 

Jamás creí que besar al idiota de Londres me haría tan feliz. Jamás me imaginé que Tom sería la primer persona que me hiciera sentir tanto con tan solo besarme. Y jamás me imaginé que después de besarme regresaríamos a su oficina para escaparnos juntos todo el día. 

Sabemos a dónde iremos después de aquí, sabemos que pasaremos todo el día juntos. Sabemos que ahora, somos certezas. 

Y nada puede ser mejor. 



─Disculpa, ¿trabajas aquí? ─ me pregunta una chica. Volteo a verla. 

─No, pero conozco el edificio. ¿Qué necesitas? ─ le pregunto. 

─A Thomas. ─ dice, casi en un aliento desesperado de pronunciar su nombre ─ Hiddleston. 

─Oh, ha subido a por su abrigo. ─ le digo ─ Ya ha terminado su turno, pero creo que Norman sigue ahí arriba, es el piso... cuatro, si no me equivoco. Pero depende de qué necesites-

─Solo necesito hablar con Thomas, no vengo por la empresa ─ me dice, y entonces enfoco su rostro con mayor claridad. De todos modos, hubiera sacado la conclusión por mi cuenta, porque las siguientes palabras que ella suelta me lo dejan en claro. ─ Es mi prometido ─ dice con una sonrisa. 

Me explota la bomba en la cara. Su mano lleva el anillo, su rostro refleja una sonrisa que imito para no quedar como imbécil. Pero mi mente trabaja a mil por hora. 

Esta chica, es la que queríamos poner celosa. Esta chica es la que, según Thomas, tenía pareja, y es la misma que dejó a Tom en medio de una sala llena de gente. 

Todos esos puntos estaban más que claros en mi mente. 

Pero si todo eso era real, ¿qué hacía aquí, llamando prometido al hombre que acabo de besar?

La observo un momento, y luego saco mi celular. Necesito llamar, hacer algo, ver mi fondo de pantalla como si no lo hubiera hecho antes, porque necesito dejar de mirar a la mujer como si fuera culpable de algo. Ella me observa un segundo, y entonces noto que no he dicho nada en demasiado tiempo. 

─Creo que no demora ─ sonrío. 

─No tengo prisa. ¿Iban a algún lado? ─ me pregunta. 

─Ahm.. temas de la empresa. 

─¡Oh, por supuesto! Eres Josephine Larson, ¿cierto? ─ finge reconocerme justo en ese momento. Aunque a ser honesta, yo no conozco su nombre. 

─Exactamente. Estamos firmando contratos con News Corp. 

─En ese caso, siento estar ocupando a Thomas, prometo que será rápido, así ustedes pueden, ya sabes... irse. 

─No hay problema, quizás hasta se quede aquí contigo. ─ digo. Me tiemblan las rodillas de los nervios. 

─¡Muy bien! Siento la demora, es que mi padr- ─ veo como el rostro de Tom queda más pálido. Sus ojos se abren en gran sorpresa, mientras me cruzo de brazos. Ésto es lo que nunca quise. Ésto es lo típico. Ahora dirá "no es lo que parece" y comenzaré a reír. ─¿Nils? ─ pregunta sin embargo, como si él no notara a la rubia exuberante que tengo a mi lado ─¿Qué- ¿Qué? ¿Qué haces aquí? ─ pregunta. Cree tener una regresión en el tiempo, o así se ve en su mirada. 

─¡Tom, cariño! ─ le dice ella, él conserva su abrigo en la mano, y no lo mueve demasiado de lugar cuando ella se acerca a abrazarlo. Él me mira, y yo simplemente puedo soltar el aire contenido por la nariz. Ella lo rodea con sus brazos, exactamente como lo había hecho yo anteriormente. 

Ella es su prometida. 

Él no la aparta hasta que ella lo hace, y le deja un beso en la mejilla. 

─¿Qué haces aquí? ─ pregunta. 

─Tenemos que hablar, de... todo. Hay demasiadas cosas que han quedado mal y... necesito hablar contigo. Solo.. Jo me dijo que se iban, ¿podemos hablar en casa más tarde? 

Casa. 

Cada una de las palabras que suelta esta mujer hace que quiera aniquilar a Thomas. 

Lo mejor es que no venga conmigo. 

Lo mejor es no verlo jamás. 

─No te preocupes. ─ les digo ─ Quédense. 

─Jo- 

─No, Tom. Está bien. El contrato está firmado y... puedo hacerlo sola. Sé el camino y sé perfectamente cuando soy mal tercio. ─ digo. 

─Espera un minuto ─ dice cuando comienzo a caminar, alejándome de él. Deja a la chica atrás, y me toma de la muñeca. 

─No. No me dirijas la palabra ahora mismo. ─ le digo. ─ Explícame lo que quieras, más tarde. Ahora, tu prometida te está esperando en la puerta de tu edificio, y dudo mucho que quieras que nos vean juntos. Parece que ponerla celosa funcionó después de todo. 

─Lo que dije no era mentira ─ me dice. 

─¿Qué de todo lo que me dijiste? Está bien, Tom. Olvídalo. Contrato cerrado. Olvidemos todo lo que pasó. ─ le enseño las palmas de las manos. Luego me doy media vuelta. 

No quiero alejarme, pero lo hago. 

No volteo a verlo, no tengo intenciones de hacerlo. 

Solo quiero llegar a casa, acostarme junto a Bobby y esperar a que los recuerdos de Tom se archiven en mi memoria. 

────

NOTA: ¡Hemos llegado al fina-

...

..

He was sunshine

I was 

Entonces

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Entonces... ¿qué pasaría si esta historia no tuviera un final aún?

¿Los veo en la segunda parte? 

No voy a adelantar nada. 

Solo digo: prepárense.

Porque me van a querer matar. 

Champagne Problems  | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora