4 ~Ceremonia de luz ✨

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Avery pasó aquella noche en vela, envuelto en una tormenta de pensamientos sobre aquel demonio con el que había hablado hace un par de horas atrás. Así, no pudo evitar dezlisar su mano hasta su pene, mientras hacia movimientos bruscos y susurraba pequeñas frases exitantes.

Amaba las corrientes eléctricas que surcaban por su cuerpo en ese momento, imaginaba que aquel demonio lo tomaba de la cintura y lo penetraba mientras le chupaba salvajemente el cuello.

Ya se había corrido varias veces pensando en aquel oscuro ser y aún no lograba conciliar el sueño, pues también estaban los nervios y la ansiedad por la ceremonia de mañana, sumiendose en una larga vigilia llena de inquietud. Cada hora que pasaba era una eternidad, y su mente no dejaba de dar vueltas a los que en pocas horas acontecería.

Aún así el chico fue rindiendose poco a poco hasta que calló en un sueño profundo y del cuál no logró despertar hasta que unos rayos del sol se colaron por los cristales de su ventana.

En el castillo todos estaban corriendo de un lado a otro, gritando y riendo. La música sonaba a todo volumen, la decoración estaba por todas partes y había una energía frenética en el aire. Avery se levantó confundido y sorprendido por toda la actividad a su alrededor. Sus amigos estaban ocupados con los preparativos y apenas notaron su presencia.

El príncipe se quedó parado por un momento, tratando de entender lo que está sucediendo, por  algún motivo esto le recordó su cumpleaños anterior, sus 18 años, finalmente uno de los sirvientes lo vió y le gritó ¡Avery hay que vestirte! y sin más lo empujó una vez más de dónde había
salido hace dos segundos atrás.

Era una hermosa mañana en la que el sol se elevaba sobre el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. El aire estaba fresco y limpio, con un suave aroma a flores y hierba húmeda.

Los pájaros cantaban alegremente, creando una sinfonía natural que llenaba el aire. Las hojas de los árboles brillaban con rocío, y las gotas de agua reflejaban destellos de luz a medida que el sol las acariciaba. En el horizonte, las montañas se recortaban majestuosamente, envueltas en una suave neblina matutina.

Finalmente la hora llegó y el castillo se alzaba con sus majestuosas salas. La principal y en la que se llevaría a cabo toda la ceremonia, poseía altos techos adornados con destellos de luz que se filtraban a través de cristales mágicos. Estaba llena de seres de luz, cada uno emanando un brillo único y poderoso. El ambiente estaba cargado de energía, con murmullos y susurros llenando el aire mientras los asistentes se preparaban para presenciar la ceremonia.

Avery abrió la puerta de la gran sala del trono, rodeado por la mirada expectante de los presentes, todos los observaban como si de un monarca angelical se tratara, este vestía un conjunto de ropa elegante y deslumbrante. Su atuendo consistía en una túnica blanca con detalles dorados intrincados que se entrelazaban en un patrón exquisito. La tela blanca era suave y vaporosa, cayendo con gracia alrededor de su figura. Los detalles dorados brillaban sutilmente a la luz, agregando un toque de brillo y elegancia al conjunto.

Avery llevaba pantalones a juego, con el mismo diseño dorado adornando los bordes, creando una armonía perfecta con la túnica. Complementando su atuendo con unas sandalias doradas que resplandecían con cada paso que daba. Su cabello estaba recogido con delicadeza, mostrando unos delicados pendientes dorados que hacían juego con los detalles de su atuendo. El príncipe lucía radiante y sofisticado.

Su presencia irradiaba determinación y valentía, y su paso firme resonaba en el suelo pulido. A medida que avanzaba, podía sentir la intensidad del momento, como si el destino mismo estuviera a punto de revelarse.

Mientras tanto, fuera de la sala, el resto del reino estaba sumido en un estado de agitación y anticipación. Los ciudadanos se reunían en las calles, compartiendo rumores y teorías sobre quién sería el elegido para portar el verdadero rayo de luz. Todos estaban nerviosos y emocionados por presenciar un evento tan trascendental.

Nueve seres de luz se alzaron en círculo alrededor de un pedestal brillante, cada uno emitiendo una energía única y poderosa. El aire zumbaba con electricidad mientras los contendientes se preparaban para demostrar su valía ante los demás.

La luz se refractaba en una danza de colores a medida que los seres de luz tomaban posición alrededor del pedestal brillante. Cada uno de ellos emitía un resplandor único y poderoso, y sus ojos brillaban con determinación mientras se preparaban para el desafío que les aguardaba. El aire estaba cargado de electricidad, y una sensación de anticipación pesaba sobre todos los presentes.

Avery atravesó un arco de luz que parecía bendecir su camino. A su paso, los murmullos y susurros se desvanecían, dejando solo el sonido rítmico de sus pasos resonando en el suelo pulido. Su presencia generaba valentía y determinación, y su hermosa mirada revelaba una firmeza inquebrantable.

Todos estaban desesperados por ver qué sucedería, incluso el rey ansiaba ver a su hijo en acción.

Todos ya habían echo sus mejores encantamientos de luz, algunos sumieron aquella sala en un mar solar, otros no llegaron a iluminar tanto, pero poseían esa valentía que en ese entonces era admirada, finalmente llegó el turno del príncipe, quién se colocó con una postura firme y decidida en medio de un círculo echo de magia divina.

Con un gesto elegante desplegó sus manos y de ellas emanó un resplandor radiante que rivalizó con el brillo de los seres de luz. Una corriente de energía pura fluyó a través de ella, manifestando una conexión innata con el poder mágico que impregna el universo.

Los seres de luz estaban atónitos mientras observaban con atención como Avery canalizaba su poder en una exhibición deslumbrante. Llamas danzantes se elevaban a su alrededor, formando figuras etéreas que bailaban al compás de su voluntad. Rayos de energía estelar brotaban de sus manos creando constelaciones fugaces en el aire. La sala sé llenó de la música resonante del poder mágico en su forma más pura.

De pronto cuando Avery demostraba su dominio sobre la luz misma, llegaron a su mente el recuerdo de sus ocho años cuando desplegó aquel inigualable poder y quedó inconsciente. Mientras el príncipe revivía en su mente todos aquellos pensamientos, su poder comenzó a decaer. Ya los aros de luz no danzaban y habían desaparecido, hasta que llegó el momento que yá no había luz, no había nada.

El rey quedó putrefacto ante aquello, temía que su pequeño volviera a perder el conocimiento y acabara todo así, intentó rápidamente correr a dónde estaba el chico, pero muchas manos lo detuvieron, ya que algunos deseaban ver de qué era capaz el príncipe, tenían fé de que aquel surgiera como el ave fénix, una vez más.

Todo se sumió en un ensordecedor silencio, Avery ya no se encontraba en su palacio, se encontraba en un lugar oscuro dónde no había nada, solo se veía un pequeña luz al final, el chico intentó atraparla pero la esfera de luz no quería dejarse atrapar, huía automáticamente.

Yo si puedo, repetía el príncipe una y una vez más en su cabeza, la luz se movió de nuevo pero esta vez algo había cambiado, sentía como si no se hubiera movido, así había sido, el chico había atrapado la esfera aquella que había sido tan majadera e indetenible.

De pronto Avery parpadeó un par de veces y volvió a dónde estaba, a aquella sala del castillo en dónde estaba desplegando su poder y dónde todos anhelaban que este volviera en si y así fué, pues Avery volvió a elevar las manos con fuerza dando a entender que está vez daría lo mejor de el.

La sala volvió a llenarse de un resplandor mágico inagotable. El iba a luchar por obtener ese rayo de luz que anhelaba en su miserable vida.

Finalmente nueve de aquellos seres de luz rodearon a uno en un círculo. Estos concentraron su magia en él y le lanzaron un rayo cargado de poder, entonces estos nueve empezaron a vibrar con la intensidad del poder desatado y uno es elevado en el aire expulsando una carga de luz trascendental.

Pero uando mejor estába iendo todo, el palacio se llenó de una oscuridad espeluznantemente siniestra.

▫️◽✨ Luz En La Oscuridad 🌑◽▫️Where stories live. Discover now