Cíclico

1-Palmas sudorosas

Simon sintió que su propio ser se ondulaba , y el pequeño cuerpo de Shermy se estremeció cuando la epifanía finalmente lo golpeó. Envió oleadas de emoción en cascada a través de su alma. Entonces, GOLBetty lo estaba arrancando de este extraño cuerpo, enviándolo de regreso a su propio cuerpo humano.

Qué experiencia más extraña, tener un ser supremo del caos enviarlo a otro universo solo para darle una lección. Y joder, qué lección tan importante había sido. Ahora que regresó a su propio cuerpo, Simon bajó la corona desde su posición elevada.

"Ay, Betty. " Habló. "¿Así era? Me quedé al margen y te permití sacrificarte por mí... Aunque una parte de mí debería haberlo sabido mejor."

Ella lo miró fijamente, sus ojos azules susurrando juicios sobre toda su existencia. Ella pareció reconocer sus palabras a su manera extraña. Simón se sintió aterrorizado, le temblaban las manos y la cabeza le rebosaba de emoción. No tenía idea de cuánto controlaba Betty ni cuánto controlaba GOLB. En cualquier momento, Simon podría adoptar otra extraña forma de Tetris y recibir la misma muerte predestinada que el Lich. Pero...

Algo le dijo que ella no iba a hacer eso. En cambio, cuando volvió a parpadear se encontró de nuevo en la parada de autobús, mirando a Betty a sus ojos humanos. Su cálida sonrisa hablaba mucho de comprensión, de perdón, de amor. Oh, cómo deseaba poder revivir este momento para siempre.

"... Pero espera. Esto... no es como sucedió".

"No. Tomamos nuestras decisiones. Podríamos haber hecho mejores, pero... no me arrepiento de nada".

Su aliento quedó atrapado en su pecho. Ella le apretó la mano, ese calor maravilloso y embriagador infundió cada nervio.

"Fue una experiencia maravillosa", dijo Betty, tomando su maleta.

La mente de Simon revoloteó entre mil respuestas. No me dejes, te amo, lo siento, por favor no te vayas, déjame ir contigo, puedo arreglar las cosas, yo-- " Tú eras... todo. "Respondió Simón. Fue lo único que pudo obligarse a decir.

Luego, ella se fue. GOLBetty se sentó frente a él, con ojos omniscientes analizando cada átomo de su cuerpo. Eres digno de la vida. Ella pareció decir, aunque su boca no se movió.

"Creo... sólo me ofrecí a convertirme en Rey Helado porque sentí que mi vida no importaba. Pero... ¡realmente no soy menos digno de vivir que Fionna o Cake!" Exclamó Simon, mirando su propia mano. La misma mano que habría jurado que Betty había sostenido momentos antes. Una mirada a GOLBetty reveló que sus ojos brillaban intensamente. Antes de que pudiera continuar, una vibración en la chaqueta de su traje lo sobresaltó brevemente. Con solo hacer clic en un botón, se conectaron milagrosamente una vez más a través del poder de la tecnología.

"¡Simón!" Exclamó Fionna, con voz aliviada pero sin aliento.

"¡Fionna!" Simón sonrió.

"¿Qué pasó? ¿Estás bien?"

"Estoy bien", explicó Simon. "Accidentalmente hice que el ritual funcionara". Al pasar por su lado de la línea, podía escuchar el caos de fondo. La gente gritaba, las rocas se desmoronaban, el fuego ardía. Algo estaba terriblemente mal. Sin embargo, necesitaba informarla. "Estoy con GOLBetty".

"¡Oye, eso es genial! ¿Hablaste?" Una explosión de energía incineró un agujero en el suelo junto al pie de Fionna, y ella tropezó.

"Sobre todo hablé". Simon se rió nerviosamente.

"Escucha, el Escarabajo está aquí", respondió ella, sintiendo que la distracción de esta conversación la estaba poniendo en mayor peligro.

No había tiempo que perder, no había dudas. Fionna y Cake estaban en peligro. Levantó la corona y la sujetó con fuerza entre sus palmas sudorosas. "¡Oh, no! Espera, te pondré la corona. ¡Quizás puedas luchar mejor con magia!" Declaró Simón. El mundo de Fionna iba a terminar sin la ayuda de Simon.

"¡No!" Fionna gritó en respuesta.

Fue muy tarde. La corona se deslizó entre sus dedos y se detuvo sobre su cabeza. Los ojos de GOL Betty se abrieron como platos.

Ponerse la corona fue como salir a temperaturas gélidas y bajo cero después de pasar todo el día en una sauna. Le robó todo el aliento de sus pulmones; Sentí como si la corona acabara de robar ambos pulmones por completo. Todas las emociones frenéticas y zumbantes en su cabeza cesaron y su visión se nubló brevemente. Susurros de orígenes indeterminados comenzaron a pasar rápidamente por sus oídos, y no importaba cuánto intentara escucharlos, no podía entender lo que decían.

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"¡No cambies nada! Esto es... " El teléfono se deslizó de su lugar entre su hombro y su oreja. La tierra bajo los pies de Fionna se movió, retumbando siniestramente. Escuchó el ruido del teléfono celular al golpear algo duro, pero milagrosamente la llamada no se cortó.

"¿Simón?" Ella lo llamó, intentando desesperadamente escuchar su lado de la línea.

"¡Fionna, vámonos!" Escuchó a Marshall Lee gritar.

¡Simón!" Llamó de nuevo mientras corría. Todo su mundo se estaba desmoronando, una red blanca de nada bañaba el lugar que ella llamaba hogar.

Había una estática cruda y horrible al otro lado de la línea, interrumpida sólo por respiraciones cortas y agitadas. ¿Que esta pasando? ¿GOLBetty había experimentado un cambio de opinión? ¿Se había... había puesto Simón la corona?

El suelo volvió a temblar y el pavimento crujió bajo sus pies. Joder, este fue el final, ¿no? Su pie se enganchó en algo y la hizo caer al suelo. Cake salió disparado de su hombro y los dos se deslizaron por el cemento.

Con un gemido, se levantó y silbó en voz baja mientras la sangre comenzaba a gotear de los numerosos rasguños en su piel. Cake murmuró blasfemias desde donde yacía. El teléfono celular de Gary no estaba a la vista. Pero... Cuanto más miraba a su alrededor, más se daba cuenta Fionna de que algo extraño estaba sucediendo. Los escombros de un edificio junto a ella estaban empezando a fallar y cambiar. El pavimento debajo de ella se onduló, brillando con un color extraño.

Luego, con un ruido extraño y aterrador, uno de los edificios que aún estaban en pie cerca de ella parpadeó, transformándose en... Caramelo

Simón se puso la corona. Simón se puso la corona. Simón se puso la corona.

"Ugh... ¿Qué-" Cake gritó mientras levantaba la cabeza. "¡Maldición! ¿Qué pasó con ese edificio?" Ella gritó cuando sus ojos finalmente se fijaron en lo mismo que Fionna estaba mirando boquiabierta. A su alrededor, más cosas empezaron a moverse, a desgarrarse, a parpadear y a cambiar. La magia estaba regresando a su mundo, el fuego mágico reintroducido en el gas. La magia de la corona había regresado, llenando su mundo de poder.

"No... Simon... " murmuró Fionna. Si tan solo pudiera encontrar ese teléfono y ver si de alguna manera aún podía detener esto. Una parte de ella sabía que ya era demasiado tarde.

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Simón apenas podía respirar. La corona estaba encima de su cabeza, las gemas brillaban tan inocentemente en la oscuridad de la dimensión de GOLBetty. Luchó contra su corriente, pero rápidamente se vio alejado de la cordura que había llegado a conocer. El frío... El hielo... La nieve... Conocía sus secretos otra vez, quería desesperadamente permitir que el poder de la corona lo consumiera.

La encarnación misma del caos hervía de emoción y cada partícula se ondulaba con ella. ¿Qué podría hacer ella? El amor de su vida, aquel al que le había entregado su mente, su cuerpo y su cordura, ahora estaba atrapado nuevamente en la agonía de la locura.

Esa maldita corona estaba de nuevo en su cabeza, incluso después de todo. Ella envolvió una mano poderosa y con garras alrededor de su frágil cuerpo humano.

Estrujar. Sácalo de su miseria, la instó GOLB. Pero la parte de Betty que todavía vivía dentro retrocedió violentamente. Ella no pudo. Ella todavía lo amaba y aún se dedicaba a protegerlo. Ella le había dado todo y él acababa de darse cuenta de lo que valía. Ahora, esa corona, esa maldita corona , acababa de arrebatárselo todo.