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Los meses pasaban más rápido de lo que les gustaría a todos lo que quedaban en el instituto.
Gisly, Samir y Teivel seguían cumpliendo su castigo porque no les quedaba de otra, aunque ellos estaban demasiado cansados para algo más que ocuparse de sus cosas.
Tenían que planear el baile de invierno y las cosas de la graduación.
—Estoy tan cansado, hemos limpiado y visto los preparativos, estudiado, entrenado—Gisly lloriqueó apoyando sus cabeza en sus brazos.
Teivel suspiró con pesadez y se apoyó en el respaldo de la silla tirando los papeles a la mesa.
—Hay que tener paciencia, chicos—Samir sonrió apenado y Gisly gruñó.
—Paciencia mi trasero, estoy harto—masculló—Sino fuera por ese estúpido de Ellis y el nuevo director, solo nos tendríamos que preocupar de los preparativos y las porristas.
Teivel bufó con pesadez y se cruzó de brazos.
—No hay nada que podamos hacer, Gis. Hay que resistir hasta el final de año.
Gisly refunfuñó y volvió a dejar caer su cabeza sobre sus brazos.
—Eh...hay una fiesta el otro fin de semana—habló esta vez el único alfa del pequeño grupo.
Los tres omegas lo miraron con emoción contenida. Camden sonrió de lado.
—Deimos la organiza—se encogió de hombros—, casi todos están invitados.
—Entonces ahí dejaremos todo nuestro cansancio.
Sonrieron y sintieron nuevas energías renovadas.
Y efectivamente esos tres dejaron todo en esa fiesta.
La cual, no solo fueron invitados los de último año, sino que los que habían salido el pasado también.
Lino tuvo que cuidar que su pareja dejara de hacer el ridículo bailando sobre la mesa atrayendo la mirada de alfas pervertidos al querer quitarse la ropa.
—Cariño, baja de ahí, por favor.
—Pero si estoy...bailando—soltó con voz arrastrada y Lino se pasó la mano por la cara completamente avergonzado.
Aaron corría detrás de Gisly que no paraba de cantar por toda la casa, estaba completamente cansado y de verdad necesitaba un descanso.
—Te tengo—soltó cuando pudo sostener la cintura de su omega.
—¡No! ¡Suéltame, aun tengo que cantar Apex Predator, Ari!—lloriqueó y Aaron suspiró fuertemente sosteniendo de la misma forma la cintura de su pareja para que no escapara—aunque debería cantarla Teivel.
