Blanches [Frey Stein × Tu]

~15~

Ruby Fleming

En la oscuridad de su habitación Frey se abalanzó sobre mí sin saber que era yo, por el movimiento abrupto sentí como mis huesos rechinaban de dolor. Intenté echarlo hacia un lado pero el solo se quitó al darse cuenta que era yo, me miró con horror y empezó a preocuparse

—¡No hagas eso! No sabía que eras tú... Yo te- yo te lastime—empezó a hablar rápidamente —lo siento lo siento lo siento

Empecé a toser, apreté los puños intentando aguantar el dolor, cómo odiaba esto del hito.

—Está bien... Está bien, que lindo manera de recibirme—bromee con la voz ronca—está bien

—¿Te hice daño?—pregunto levantándome del suelo

—No, no fue nada—dije rápidamente

—Te ves como el otro día.

Me tomo de la cintura y me sentó en su cama y posteriormente el a mi lado

—¿Por qué viniste?—pregunto sin mirarme

—Quería verte—respondí sincera—me gusta tenerte cerca, Stein.

—No debes.—me advirtió

—Ustedes no deben—aclare—pero hay algo en ti...

—También hay algo en ti.

Roce un poco su mano y sentí como su piel de erizo, me gustaba el hecho de que causaba ese efecto en él, ese sentimiento de atracción oscura hacia mi. Eso hacemos los novenos.

—¿Qué eres? No eres como alguien normal —susurro—la forma en la que tus ojos cambian y eso que provocas en las personas.

—Soy una divertida caja de sorpresas Frey.

—Lo note.

Ahí en la oscuridad de la noche solo éramos el y yo, dos monstruos que nadie veía a la luz del día, los dos ahí sintiendo tanto y demostrando tan poco.

—¿Me harías daño, Frey?—pregunte mirándolo

—Tal vez.

Sonreí ante eso, justo eso le decía a Poe; él no es una simple presa.

—Me gustas, de formas que no debo y de formas peligrosas—admití tomando su mano y apretándola

—Siento lo mismo —me dijo levantando su mano hacia mi cuello—algo me dice que hiciste cosas terribles, cosas indecibles. Cosas monstruosas.

—Tal vez, Frey, tal vez—respondí—¿Y tú?

Aunque sabía la respuesta me interesaba su reacción

—Tal vez—me imitó

—Sueles evitar contacto con todos y todo, excepto conmigo, ahora—comente—¿tan implacable soy?

—Ahora no puede borrarte de mi mente... Quiero que me cuentes sobre ti, quiero saber de ti... Quiere que estés cerca—confeso

—Bien, ¿que quieres saber?

—¿Tu familia desconfía de ti porqué hiciste algo malo?—pregunto rápidamente como si hubiera guardado esa pregunta por mucho tiempo

Me quedé callada recordando, recordé lo que hice, lo que le hice a... A ella.

—Hice algo. Es cierto.

—¿Me harás eso a mi?

—No puedo.

—Pero quieres.

Sonreí y le di un corto beso.

Está noche sería divertida.