Niño de Cristal |Severitus|

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐈𝐈

De pronto ya no sentía algo... Ese peso que sentía desde hacía mucho tiempo, ya no estaba ahí... Se sentía mejor.

Sirius y él habían hablado un poco más, empezó a sentirse un poco mal por ocultar a Harry, pero ahora estaba seguro que tenía que devolverlo a la normalidad, solo tenía que hacer unos intentos y todo terminaría.

Pero no podía permitirse quedarse con Harry, eso quería, anhelaba poder estar con Harry, tal vez podrían irse de Londres e ir a otro lugar... Había escuchado que Grecia era divino, pero no podía hacerlo.

Severus regresó a su habitación, caminando lentamente por los pasillos, esperando no encontrarse con nadie para no tener más problemas.

Cuando entro a su oficina y vio una pequeña flecha hecha con los juguetes de Harry, no supo que sentir, si miedo o confusión, así que siguió la flecha, que estaba seguida de otra, y otra, hasta llegar a su habitación.

Severus abrió la puerta, encontrándose con Harry, sentado en el suelo, con un plato de Hot Cakes en las manos —¿Hamb-e? — Harry levanto el plato con una sonrisa, Severus ni siquiera se preguntó como el pequeño había conseguido eso para cuando lo acepto.

—Sí, Harry, si tengo hambre — Severus puso el plato en la mesa y levanto al pequeño, que lastimosamente todavía no podía caminar, pero por suerte veía una gran mejora en todas las heridas que tenía, y si tenía suerte, tal vez no quedaría cicatriz.

Severus puso los Hot Cakes en la mesa y le sonrió al pequeño, luego de traer otro plato de Hot Cakes que le dio a Harry empezó a comer —Delicioso — Dijo luego de meterse un pedazo a la boca.

Harry aplaudió feliz, viendo como el mayor comía lo que le había dado, claro que era un poco obvio que se las había arreglado para que algún elfo doméstico le llevara algo, ¿cómo? Ni idea, pero lo había hecho de alguna forma, Harry era muy inteligente.

Trato de ignorar la poción un rato, Harry quería pasar tiempo con él y él no era quién para decirle que no, o bueno, si lo era, pero no tenía el corazón para decirle que no a su pequeño.

Severus termino su comida y espero a que Harry terminara, James era un pequeño que sí que tardaba mucho al comer, pero siempre terminaba, o al menos ahora, antes era todo un dolor hacer que el pequeño pudiera terminar algo de comer.

Se sintió un poco mal por dejarlo con hambre mientras iba con Lupin y Sirius, pero el pequeño estaba muy feliz con lo que había hecho, claro que después Severus tuvo que recogerlo más tarde, pero Harry parecía muy feliz, así que lo dejo pasar.

Al terminar de comer Severus se sentó con Harry en el espacio que había hecho especialmente para él luego de quitarse los zapatos, Harry con un poco de dificultad se movía de un lado a otro para hacer algunas cosas, pero se divertía mucho.

Hicieron unos rompecabezas, armaron casitas con unas piezas coloridas que Severus había comprado en el mundo muggle cuando buscaba una mariposa para la poción, y habían estado usando números y Harry empezó a ver como se usaban las plumas, y escribió algunas cosas.

Harry entendía lo que le decían, pero Severus estaba seguro que tal vez no le dejaban hablar, lo que resulto en Harry no sabiéndolo hacer, seguía sin saber como decir Severus, y la única palabra que había dicho hasta ahora era un intento de "hambre"y de "Severus".

Pero si sabía escribir muchas palabras, o bueno, no escribirlas, pero sabía lo que eran cada una de ellas cuando las mostraba en alguna tarjeta que había hecho para que Harry pudiera escribir y saber lo que eran.

Era la peor letra que había visto en su vida, el niño seguramente nunca había tomado una pluma en su vida, pero aprendía rápido, y esperaba que en algún tiempo pudiera hacer algunas cosas.