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♡ Continuación del capítulo 22.

— ¡Es mi turno! —tomó la mano del llamado "Angel" y lo arrastró hasta el centro del salón de baile— Es muy sencillo, la verdad.

Venezuela apagó la gran emoción que sentía Siria en ese momento.

— Ya es muy tarde, amor. —habló en voz baja.— Seguro ya son las nueve y pico de la noche.

— ¡Oh, vamos, Venezuela! —chilló la chica, tomo la muñeca del latino.— ¡Tú me enseñaste a bailar! Lo justo es que yo te enseñe aunque sea una de mis danzas, ¿no lo crees? —miró a chico con ojos de deseo, de verdad quería enseñar. Venezuela trago grueso, ¿de verdad se negaría a la petición tan linda de su novia? ¿Así de malo es su corazón? ¡Claro que no!

— Segurito ya no queda nadie en este lugar. —Siria no dijo nada, soltó la mano de Angel con decepción.— Aisha... —pronunció con claridad el nombre de esa mujer.— Bien, hagamos ese baile.

La llamada Aisha sonrió alegremente, una sonrisa que solo ella le regala a su pareja, a nadie más.

— No te arrepentirás, mi querido Angel. —tomó su teléfono buscando, entre sus carpetas de audios, la música indicada.

— ¿Debo usar falda? —a este hombre le alegraba mucho ver a su mujer sonreír y hacer las cosas con un emoción tan grande como si se tratara de una niña pequeña con un nuevo juguete.

— ¿Qué? ¡No! —la música, con su hermosa melodía, llena el lugar.— "Presta atención a mis movimientos de los pies" —repitió las mismas palabras que anteriormente dijo su novio.

Venezuela aguantaba la risa, la música por una extraña razón para él le hacía reír.— ¿Me puedo burlar de la música? —pidió de brazos cruzados.

— Lo llegas hacer y te parto la cara. —comentó mientras se retira la falda enagua.

Angel terminó desobedeciendo a Aisha, ahogándose entre sus propias carcajadas gracias al comentario "amenazador" que le dedico su novia a él. — Esa música me hace recordar las novelas turcas que ve Caracas. Voy admitir que está música es muy movida.

Siria cruzó los brazos y frunció el ceño. — ¡Angel! Presta atención, por favor, por amor a tu Dios y a mi Dios.

— Lo estoy haciendo, —se acercó a ella.— ya dígame cual el primer paso.

— Bien, mírame con atención. —recogió su largo cabello.

— Siempre —sonrió de lado, todo un coqueto.

Aisha se sonrojo. — ¡Ya basta! —nuevamente Angel río por su linda expresión.— Vale, vamos empezar con este movimiento simple.

Tomó la mano de él, le indicó bajar un poco al flexionar la rodilla derecha dos veces sin mover la izquierda, luego llevar esa pierna derecha hacia atrás y por último llevarla al mismo nivel de la pierna izquierda y zapatear un poco el suelo cuando apoye el pies allí.

— Creo que lo tengo. —aseguró el hispanohablante, y efectivamente lo logró, no se le dificultó tanto, ser bailarín por muchos años le dio sus ventajas de captar los pasos de manera rápida.

— Perfecto. —aplaudió Aisha. — Podemos pasar al siguiente paso, es más sencillo que este.

Mostró aquellos pasos; Angel no captó esos pasos al comienzo, intenta hacerlo pero confunde los pasos de Dabke con los pasos de la salsa latina.

Siria río con esos pequeños enredos de él.— Eso no es así, amor, ¿Qué estás haciendo?

— Lo que tú me estás diciendo que haga. —nuevamente Siria soltó más carcajadas. — ¡¿Ah, te burlas de mi, chamita?!

— Y te estoy enseñando lo básico. —Angel abrió los ojos en impacto, Siria por su parte mantuvo su sonrisa.

— Naguara. —chilló.

— Tienes que aprender a bailar Dabke, querido. —tomó el rostro del venezolano, claramente de puntillas.— Mi papá quiere que nuestra boda bailemos eso.

— ¿Nos podemos casar? —sonrió de lado a lado.

— Tal vez. —besó su mejilla y se apartó de él para seguir con aquella danza.

— Tengo el permiso del suegro y con eso para mi es más que suficiente. —la música se cambio por otra, igual de movida y que solo Siria sabe lo que dice.— Vamos a practicar, quiero que mi suegris vea que su hija tiene un gran esposo.

Les explicó los siguientes pasos lo más lento posible, Angel seguía sus pasos a ese mismo nivel.

Unos brincos por aquí, una vueltas por acá, más que todo este baile se trabaja más en el movimiento de los pies, o eso es lo que capta nuestro querido rubio. Siria repitió todos y cada uno de los pasos con la velocidad correspondiente de la danza. Muy rápido para el joven hombre, parece un principiante en esto. Los diferentes pasos del baile venezolano y de ese baile árabe es que tiene menos movimientos sueltos, o en otras palabras, movimientos fluidos y exagerados.

En un mal movimiento, Angel tropezó y cayó de cara al suelo.— El coño de la pepa. —dio la vuelta, mirando el techo sin levantarse del suelo.

— ¿Quieres dejarlo hasta aquí? —se sentó a su lado.

— Sí, por favor. —susurró agotado. —Pero, pero, pero...

— ¿Pero? —miró al chico.

— Serás mi maestra de baile personal. —Siria prestó atención a sus palabras.— Me gustó mucho tu baile, es algo completamente diferente para mi, claro, algunos pasos ya conocidos para mi.

Siria sonrió otra vez en la noche, vaya, este día le robó muchas sonrisas a ella. O tal vez, él hizo que ella le regalada sonrías dulces.

— Ya vayámonos, es muy tarde. —se levantó del suelo de madera; tomó sus cosas y salió de la sala de ensayo, dejando solo a Angel en ese lugar.

— ¡Dios! —se sonrojo y chilló como todo un enamorado, pasar ese sencillo rato para muchos, pero especial para él le causó muchas emociones positivas que no quería mostrar delante de Siria. — Si esa mujer me hizo un amarre, moriré feliz amarrado.

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Capítulo dedicado a Fannylainez70

Muak♡! Este es la ultima parte que te debía.

Muy sencillo quedó este cap, pero yo estaba igual que el pobre Venezuela, no lograba entender los pasos.

Mientras que escribía este capítulo, veía vídeos en YouTube para tener una mejor idea pero realmente me estaba confundiendo, razón por la cual hice que Angel no entendiera muchas cosas.

En fin, tengo lluvia de parciales, help me.

Además, hoy es el último cap de Pintor Nocturno, a la cuenta de tres procedo a llorar.

𝙈𝙞𝙣𝙞-𝘾𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤𝙨 ★Venezuela y Siria ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora