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Franky me miró con los ojos entrecerrados mientras yo intentaba contener la risa por que era demasiado irónico todo, y no quería decir nada por que lo conocía y era capaz de gritarlo a los cuatro vientos enmedio del lugar que permanecía en un silencio agradable con música en vivo en un tono agradable.

-Te traje a uno de los mejores restaurantes.- Me señaló con el dedo el lugar que nos rodeaba de altas paredes de cristal y mesas de madera gruesa, yo tome de mi copa de vino para disimular la risa por que sabia que estaba conteniendo las ganas de carcajearse.- Te traje para que nos sacaras de pobres hermana, para que enamoraras a un hombre rico y poderoso que nos pudiera mantener a ambos, ¡Y te gustó el ayudante de mesero!

Comencé a reír claramente encantada y divertida con la situación, Franky se habia tomado el tiempo de reservar en un lujoso y expulsivo restaurante por mi cumpleaños para traerme a cenar con la excusa de que necesitaba "Conseguir a alguien que nos mantuviera a ambos" usando lo que él llamaba "Mis encantos" Aunque sabia que él tampoco se quedaba atrás, que estaba aquí para deleitar su mirada también con cualquier hombre o mujer que pasara por nuestro lado.

Franky era un coqueto.

Y aquí estábamos, fingiendo que sabíamos lo que estábamos haciendo entre personas con bastante poder adquisitivo, yo con un vestido que había sido de mi madre por que yo no tenia nada lo suficientemente costoso como para traer aquí, y Franky venía con un traje que parecía no dejarlo respirar, y es que él jamás usaba pantalón, siempre usaba simples shorts ajustados y muy cortos que escandalizaban a las vecinas de su casa y de la mía.

Me encogí de hombros y deje la copa sobre la mesa.

-Debes admitir que es atractivo.

Franky me mostró la lengua y se cruzó de brazos antes de recargarse contra su silla y desviar la mirada hacia el chico que había capturado mi atención.

No tenia una sonrisa en su rostro ni se había dirigido hacia nosotros en ningún momento más que para dejar sobre la mesa nuestras bebidas, tampoco era como que se viera su rostro completo, pero su mirada era matadora.

Tenia el cabello verde y parecía estar cubierto por una cantidad industrial de cera para peinar aunque muchos cabellos habian salido de su lugar y estaban desordenados cayendo sobre su frente.

Llevaba un cubrebocas sobre su rostro, una camiseta de botones blanca con una corbata negra y un mandil negro también a juego con los pantalones y el cinturón.

Lo que más resaltaba de él por sobre los demás eran dos detalles, el primero era que llevaba tres pendientes colgando de su oreja izquierda, cosa que ninguno de los otros meseros llevaba, y el segundo era que no llevaba zapatos de vestir como todos los demás, si no que llevaba por dentro del pantalón unas gruesas botas que parecían ser las utilizadas por los militares, eran unas botas muy llamativas a decir verdad.

Tal vez era eso lo que me llamaba la atención de él, que lucia distinto a los demás y que no parecía querer encajar en el lugar.

Lo vi desaparecer tras las puertas que daban a la cocina y escuche la risa de Franky, me giré a verlo y me estaba mirando con burla.

-No puedo negar que no se ve tan mal, ¿Pero un ayudante de mesero? ¿No pudo gustarte mínimo el mesero? Este chico recibe una mísera porción de propinas, ¿Aquí dejan propinas? ¡Lo dudo!

Volví a reír y cubrí mi rostro con mi mano por que me estaba dando un poco de pena que llegara a escucharnos el chico, Franky era totalmente indiscreto y seguro que era capaz de ir a pedirle su número para darmelo.

-A mi no me interesa el dinero.- Le dije elevando una ceja en su dirección y me sonrió.

-Te interesa que este bueno, creo que ya me di cuenta.- Volví a reírme de su comentario antes de volver a beber de mi copa.- Aunque eso implique seguro vivir en la pobreza.

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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