CAPITULO 21

1.3K 110 11
                                    

[Capitulo 2/2]

Cuando la mañana llegó, mi cabeza estaba palpitando, y me sentía muerta en calor. Ginny estaba tratando de alegrarme peinando mi cabello por mí, arreglándolo y haciéndome una coleta. Tenia plasmada una sonrisa falsa a pesar de que me sentía un poco muerta por dentro.

Sabía que no quería hablar de ello por lo que no preguntó nada, la amaba por ello. El camino a la escuela fue horrible. Cada segundo que pasaba me acercaba más y más a verlo de nuevo. Rogué que pudiera mantenerme serena en su clase y no me echara a llorar delante de todos.

Cuando nos detuvimos en el estacionamiento, vi su coche inmediatamente. Al pasar por el, tuve el fuerte impulso de patearlo o lanzarle una piedra a través del parabrisas como venganza. Pero ¿para qué? ¿En realidad que había hecho el mal, aparte de no tener sentimientos por mí? Nada.

Suspiré y fui a mi casillero, colocando mis libros como en piloto automático. Asentí con la cabeza, a las conversaciones a mí alrededor, fingiendo que estaba interesada y escuchando.

-¡El señor Mars!.- gritó Matilda de repente excitada, a mi derecha.

Mi aliento se atoro en mi garganta cuando mire en la dirección que estaban mirando. El estaba caminando hacia nosotras se veía tan guapo que podría llorar. Llevaba pantalones vaqueros y una camiseta blanca con una camisa a cuadros rojos en la parte superior, dejada desabrochada. Me mordí la lengua tan duro, lo suficiente como para sacarme sangre.

No me había preparado para esto, sí, yo esperaba verlo en su clase, pero no sólo que al azar se apareciera en el medio del pasillo. Se detuvo cuando llegó a nosotras y nos dio a todo el mundo su marcada sonrisa, me fijé en sus ojos que ni siquiera se posaron en mi dirección.

-Buenos días, chicas.

Me tragué la sangre en mi boca y me forcé a no llorar. Matilda hizo girar su cabello alrededor de su dedo de la mano mientras lo miraba.

-Escuché esa canción la que dijo que era su favorita. Yo nunca había oído hablar de One Republic antes, pero esa canción fue increíble.- murmuro, aleteando sus pestañas.

Bruno asintió con la cabeza.

-Sí, es una buena canción, debes escuchar algunas de sus otras canciones también.- Él le sonrió de nuevo a ella. 

Y de repente estaba segura de que lo quería golpear, estaba coqueteando con Matilda o Bruno simplemente lo hacia porque era mi maestro y había arruinado todo lo que teníamos en el verano.

Miré a mis pies tratando de no dejar que el tono de su voz me afectara. Continuaron hablando acerca de algún grupo estúpido del que nunca había oído hablar antes.

Incapaz de mirarlo, arrastré mis ojos del piso para ver que Matilda se había movido un poco más cerca de el y tenía su mano sobre su brazo. Oh mierda, esto me está matando. ¿Por qué no puede simplemente irse lejos? ¿Por qué está de pie aquí hablando con mis amigos sobre música? ¿No sabe lomucho que esto me está lastimando?

-¡__(tn), aquí estás!.- Llamó alguien.

Gire mi cabeza en la dirección de la voz y vi a Ronald caminando hacia mí, sonriendo.

-Hola.- murmuré cuando se detuvo a mi lado.

-Dejaste tu laptop anoche.- dijo, buscando en su bolsa y tirando de él hacia fuera.

Cuando lo tomé me di cuenta de que las manos de Bruno estaban en puños apretados por alguna razón.

-Gracias. No habría sido muy inteligente de mi parte ir a clase sin el ¿verdad?.- bromeé, encogiéndome de hombros y sonriendo débilmente a Ronald.

A mí no me importa la edad [BM] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora