Parte 213: ¿Qué es esto?

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Hace 6 años...

Akali era basta ágil, y desde niña tuvo de especialidad escabullirse. Pero claro, solo era cuestión de tiempo que Lissandra congelase su pierna.

Sonrió de satisfacción al pensar cómo podría quebrarla en pedacitos.

"Ya no eres tan gallita, niña..."

"¿No te estás tomando esto demasiado personal para ser una reina?"

"Después de llevarme años y años peleando por un título me he vuelto un poco susceptible, ¿qué quieres que te diga?"

"........"

"¿Algo más que preguntar antes de morir?"

"¿Alguna vez te ha gustado un chico?"

"¿Gustarme? ¿Te refieres a estar enamorada?" - preguntó extrañada antes de tomarse un par de segundos - "No, y ningún hombre se me ha acercado en mis siglos de existencia"

"Quizás sea por el casco..."

"........"

"O por esos brazos estúpidamente delgados... o por tu instinto psicópata..."

"Ya, cosas como el amor no me interesan"

Lissandra preparó un Fragmento de Hielo, solo para ser golpeada literalmente por el cuerpo de Veigar. Que fue lanzado por Kennen.

"¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡Yordle!"

"Me distraje un segundo, ¿vale?"

"¡¿Un segundo?!"

"Sí, cosa que para él puede ser como un minu..."

En un destello de luz Kennen logró alejar de allí a Akali. Lamentablemente tal cantidad de electricidad le dejaba algo agotado.

"Okey, necesitamos otro plan..."

"¿Cambiamos objetivos?"

Mientras tanto, Syndra había conseguido derribar a Karma, acercándose poco a poco a ella. Con una sonrisa, evidentemente.

Karma no parecía herida en exceso, solamente fue derribada.

"El inútil de mi maestro me enseñó algo muy valioso..."

"........"

"Si quieres poder... ¿por qué no robárselo a otro?"

"Syndra..."

"Sobretodo si va a desperdiciarlo"

Syndra empezó su Trascendencia para empezar a absorber la magia de Karma, la cual parecía estar resistiéndose bastante.

Sabía que no sería algo fácil, pero no tenía pensado rendirse.

"No... me... vencerás..."

"Grgrr, monja caprichosa de la caridad"

"........"

"Déjame..."

Karma activó su Mantra, iluminando sus ojos con un tono verde brillante y chocando su magia directamente con la de Syndra.

Pero algo extraño les empezó a ocurrir a ambas mujeres.

Por algún motivo Syndra perdió la visión durante algunos instantes, viéndose repentinamente en un escenario algo diferente.

Era un pequeño pueblo, donde una niña pequeña se acercaba a los gorriones.

"Darha, ¿qué estás haciendo?"

"Jugar con los gorriones"

"Son simples pájaros, deja de vaguear"

"Pero yo quiero jugar con los gorriones, seguro que es divertido"

"Esta niña... ¿por qué no ayudas a tu padre al menos?"

"Porque eso no es diver..."

La niña cayó inconsciente ante la preocupada mirada de su madre, siendo que solo Syndra notó algo inadvertido para todos.

Ese fue el momento en que el Karma, el espíritu de Jonia, renació dentro de ella.

Apenas era una niña cuando ese poder se le fue otorgado. Probablemente tendría menos de diez años, al contrario que ella.

"Darha, cariño..."

"........"

"Los maestros han venido a verte..."

"Hola, Darha"

"........"

"Tu madre nos ha contando acerca de las visiones que has estado teniendo... sobre... sucesos pasados..."

"Recuerdos..."

"Sí, recuerdos, esos son..."

"Vivencias de mis vidas pasadas, ¿cierto?"

"Sí... tú..."

"Yo soy Karma, el reencarnado espíritu de Jonia, ¿correcto?"

Syndra vio cómo todos aquellos maestros la veneraban y sintió una angustia en su corazón. ¿Por qué no le sucedió a ella algo parecido?

Pero entonces lo vio, en la mirada de aquella niña.

Una cosa era lo que su mente decía, lo que sus palabras significaban, pero su rostro parecía expresar algo distinta.

No eran lagrimas de felicidad, sino de tristeza.

"Supongo... que tu tampoco fuiste libre, Karma..."

"........"

"Ni Darha tampoco..."

"........"

"Esta tierra me da asco... me da mucho asco... y ojalá fuese totalmente erradicada..."

Y entonces Syndra empezó a elevar su magia todo lo que podía, quebrando aquel escenario y volviendo a la realidad.

La Sombra de Zed Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora