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Luego de dos días de meditar las palabras de su amigo el demonio, se decidió a seguir su consejo y no verse afectado por ese enfrentamiento. Iría a confrontar a su madre, la reina, para dejar los asuntos muy claros.

── Madre. ── abrió aquellas puertas y se aproximó a aquella mujer

La fémina no dijo nada, pero con su mirada amenazaba enormemente al recién llegado, le irritaba eso de su hijo, el abrir la puerta sin más, sin pedir permiso o tocar siquiera. Ella se encontraba sentada frente a su mesa, revisando mucho papeleo, asuntos muy importantes y otros muy irrelevantes. Siguió al rubio con su vista hasta qué fue a parar al lado suyo, cruzó sus brazos soltando de aquella pluma y tras un suspiro resignado, decidió mirar a su bebé con notable enfado, esperando lo que fuese a salir de aquella boca.

── ¿Ahora qué quieres?

── Vengo a decirte unas noticias importantes y aclarar contigo unos asuntos. No te enfades por favor, lo e consultado con muchas personas antes qué digas que son incoherencias mías.

Asintió la mujer, esperando a qué él chico continuará.

── Madre, tienes qué darme a mi el mando, dame la corona. Convierte de mi en el próximo gobernante.

Muy enfadada, se levantó de su asiento sin aliento, apoyada de su mesa con sus manos echas puño.

── Te lo imploro madre, tienes qué convertirme en rey por el bien de la gente, soy un varón sano y fuerte, soy digno de esa corona. He oído en los ancianos del pueblo sobre esa costumbre, al hijo varón se le asigna la corona si es mujer la actual gobernante y eso se hace cuándo el chico es mayor de edad.

── No sigas..

── Madre, yo ya soy mayor de edad. Hace poco cumplí mi legalidad.

── ¡Cállate! No sigas. ── el seco golpe qué dio la doncella sobre la mesa, se escuchó por toda aquella sala qué asustó al primogénito

── Pero.. madre.

── Vete, vete antes qué seas castigado.

── Los ancianos de las tierras dicen de la profecía, yo.. yo debo ser el rey, no t..

Una bofetada fue dada al rostro del monarca menor, la ira del rey había echo de aquel acto violento sin medir sus consecuencias. El silenció reino en ese ambiente y la atmósfera se volvió pesada e incómoda para ambos, Kaiser tenía su rostro bajo, sin levantar la mirada luego de aquel golpe.

── Vete.. ── en un hilo de voz, su madre le pidió

Acató aquella orden, no por qué ella lo mandará, sino por qué deseaba llorar al sentirse traicionado y decepcionado de quién más amaba.

Al salir de aquel sitio, corrió muy rápido con su mirada empañada sintiendo de a poco sus lágrimas brotar. Se sentía tan humillado y traicionado por su propia sangre, solo se fue a llorar a los brazos de su ser amado.

── Yoichi, No me escuchó, no quiso hacerme caso.

── Ven.

El de orbes de tono celeste, corrió a abrazar al más bajo al liberarlo de su jaula. El príncipe se encontraba con su cabeza recostada sobre el regazo de ese ente maligno, siendo el otro quién acariciaba de sus cabellos y le brindaba calidez, tras aquella fea discusión familiar.

Le hablaba palabras bonitas y reconfortantes, para calmar de su pobre alma.

── Mira, lamento decirlo pero.. ella no quiso escuchar, así que deberá soportar de la guerra qué caerá sobre ella, su reinado será derrocado y puede qué no sobreviva tras ese conflicto, pues es a ese reino al qué se enfrentará y según... todos son seres perpetuos.

Esa última palabra, dejó sin aliento a su alteza quién abrió en grande sus ojos, en su reflejo se observaba el creciente temor.

── ¿Cómo lo..?

── Todos los habitantes de ese reino son magos.

── Pero.. uno de mis hombres también usa magia y no es eso.

── Es hechicero, no mago. Ese es el motivo.

Se sentía devastado ante tal dato, esa noticia lo tomó muy mal pues sabía qué no había ninguna posibilidad de ganar.

── ¿Cómo pensabas ganar, si yo me convertía en rey?

── Buena pregunta, pero te diré la respuesta luego del enfrentamiento.

No muy convencido, decidió dejarlo hasta allí. No quería enojar a su única luz de esperanza y razón de vivir, sí, ya sucumbió a los encantos del otro.

Estuvieron toda la tarde en aquel calabozo y llegada la noche, el rubio se tendría qué ir para no levantar sospecha pero no quería irse de los brazos contrarios, quería vivir siempre apegado a ellos.

── Lo siento, quería quedarme más tiempo pero me pueden descubrir.

── No te preocupes por eso, mañana podrás venir.

── Oye Yoichi, mañana es una fecha importante ¿no? ── lo miraba muy expectante

── No lo sé. ── el chico bajito no recordaba con exactitud en qué día estaban o qué se celebraría al siguiente

Kaiser al percatarse de eso, solo rio suavemente por la tierna reacción y el semblante de confusión de su rostro, ese ente más parecía un ángel qué un demonio. Antes de irse, llamó suavemente al otro en un tono sedoso y al notar el acercamiento ajeno, tomó de su mentón y con suavidad plasmó un beso en su mejilla antes de guiñar le un ojo y sonreír de manera coqueta.

── Buenas noches, Meine Liebe. ── esas palabras fueron suficientes para molestar a la entidad, quién le dijo muchos insultos

── Mi amor. ──

Giró su rostro para verle por última vez e irse con una enorme sonrisa, pudo notar en su pálida piel el fuerte rubor qué tenía en consecuencia de las acciones qué hizo con él. Ya amaba a ese demonio y lo consideraba todo suyo y de nadie más, no dejaría qué nadie lo llegará a dañar, ni siquiera su madre.

En todos los pueblos hay mucha gente qué lo ama y mucho, con ellos haría alianza para derrocar a su madre del trono, ya qué ella no quería ceder, él se encargaría personalmente para qué lo hiciera ya sea por las buenas o llegados casos, por las malas y muy malas.

Yo soy Kaiser Michael
y cómo mi mismo nombre lo indica,
soy superior a todos los demás, no soy un rey, no, yo soy.. Un emperador.

Traigan me al mismísimo destino,
qué lucharé contra él para crear mi propia historia,
con mi propio final feliz.

Yo soy el dueño de mi destino, el qué tiene las riendas de su camino, el qué construye su propio futuro y el qué puede hacer de todo consigo mismo.

Yo seré quién escriba y relate la historia que nunca se contó, yo seré el causante de aquella libertad.

¡Mírame! Tan solo mírame brillar.

ᶠʳⁱᵒ ᶜᵒʳᵃᶻᵒⁿ ⸙ 𝑫𝑬𝑳 𝑫𝑬𝑴𝑶𝑵𝑰𝑶  「𝙺𝙰𝙸𝚂𝙰𝙶𝙸」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora