Reunidos

Parte V: regalo de Navidad

Dedicado a:

@Sofia_MateoC

@Betsab3th

@LeeAngye2

Las puertas se abren y veo a mis esperados invitados... que lucen confundidos.

Bueno, puede que a algunos los haya arrastrado sin decirles nada... pero ese no es el caso, ¿cierto?

—Margot querida, pasa —le digo a la líder de las Cazadoras que me observa desde la puerta con ojos curiosos, a su lado está un muchahito idéntico a los otros, de esos que me gustan.

—¿Otro más, Lulú? —me susurra un hada.

—Esta es mi casa y yo recibo a quien quiera.

Los que ya estaban sentados miran a los otros dos con sorpresa.

—¿Quién...? —pregunta la recién llegada.

—Soy Lulú, tu crea... la anfitriona. —Me levanté de mi asiento para llegar hasta ellos—. Siéntense, tranquilos, no voy a matarlos a todos juntos.

Si quisiera lo habría hecho... unas palabritas bastaban.

Con pasos cautelosos se sientan en la larga mesa, un poco alejados del resto.

¿Tanto los he traumado?

No creo... bueno, un poquito quizá.

No me siento, espero a los demás. Ya debían estar aquí.

—¿No seguimos? —pregunta mi amada Isa.

—En un momento... —Escucho pasos acercándose al lugar—. Están aquí.

Abro las puertas antes de que toquen.

Y allí están... oh.

—Jane, querida. —Busco a los que debían acompañarla.

—No sé quién eres ni a quién buscas, pero yo estoy sola.

Ay, no. Yo quería ver a esos guapotes. Bueno, no se puede todo en esta vida...

Voy a tener que secuestrarlos en alguna ocasión.

—Siéntate con los demás —digo y cuando me giro una mano toma mi cuello.

Qué estupidez, yo soy la que maneja las cosas aquí.

—Jane, querida... —amenazo con la mirada.

—Te soltaré cuando...

—Cuando yo quiera —interrumpo, veo a los demás ponerse de pie y les guiño un ojo de manera discreta. Miro a los ojos azules de la niña de tantos apellidos y tantos años de antiguedad, qué bien la he escrito—. Suéltame.

Mi voz suena autoritaria. Y entonces me suelta, no por voluntad propia, sino porque de verdad yo decido las cosas aquí.

—Siéntate y no mates a nadie —ordeno.

Mi preciada amiga vendrá pronto, todo debe estar en orden.

Me dirijo a mi asiento sintiéndome poderosa. Soy la patrona, la jefa.

Tomen, perras.

—Bueno, chicos, el motivo verdadero de todo esto es que... —Me hago la misteriosa, los Peter Pan levantan una ceja. Uy, eso me gusta—. Quiero darles un regalo especial por hacerlos sufrir tanto.

—¿Cómo nos harías sufrir si apenas nos conoces? —La castaña de ojos salvajes que lograron conquistar a un Peter Pan me mira extrañada, ella lo va a descubrir en cualquier momento, es mejor decirlo y ya...