La hermana de mi exnovio [En proceso]

41 - Halloween III

¡Hola, familia!

Me alegra mucho estar de vuelta por aquí después de unas vacaciones memorables, sobre todo tras leer sus mensajes y ver sus ganas de seguir con la historia. Eso me hace muy feliz. Gracias por el apoyo y por estar pendientes de la novela. ¡Son adorables!

Como habrán notado, saltamos al capítulo 41 porque el 40 está narrado íntegramente por Laura y, bueno, lo cierto es que gran parte de este también, por lo que no será muy largo. Estaba esperando a tener algo de las narraciones de Ana escrito para avisarles de mi regreso y de que seguiré actualizando a medida que pueda. De todas formas, esta fiesta de Halloween va para rato y se avecinan las traviesas vivencias de Ana. 

Por el cumple de Ana banana, que no lo pude celebrar por estar de viaje y vi que algunas personas lo tuvieron presente. Por las nuevas cifras de lecturas alcanzadas en LHDMN y LNDMH. ¡Y por ustedes, bellezas!

¡Vamos! ¡Un besote!

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Halloween III

LAURA

*Contenido exclusivo de la versión editada*

***

ANA

Es una pena que mis amigas del vóley no quisieran salir de fiesta. Ellas interiorizan mejor el concepto de diversión y sus ocurrencias están a la orden del día. Sin embargo, no son muy devotas de la vida nocturna que implique alcohol y aglomeraciones. En ese sentido, prefieren gozar en su propia fiesta privada. Este Halloween apostaron por cenar en un restaurante y llenar una fila del cine para ver películas de terror hasta roncar en las butacas. Un plan que no estaba diseñado para mí, ya que el cuerpo me pedía adrenalina, no pasividad. Por eso preferí venir a la fiesta de disfraces.

He disfrutado de buenos momentos esta noche, en especial cuando incordié a la pequeña psicópata, pero el grupo se quedó sin gasolina después de la visita de Estefanía. Estoy cansada de ser el motor que tira de ellos para que se relajen y se diviertan. Encima Adrián se cruzó en mi camino para terminar de aguarme la fiesta.

Recién salgo al portal de la mansión en busca de aire fresco para ventilarme la mente. Las tres o cuatro copas que me tomé no estaban lo suficientemente cargadas como para despejar mi cielo, pero me mantienen activa. Una chica me piropea enfrente de su novio con plena naturalidad cuando me adentro en el territorio de Spider-Man. Claramente me está invitando a un trío, pero no es lo que me apetece en este instante, así que declino su propuesta negando con el dedo índice.

Al margen de la gente que entra y sale de la casa, distingo al elocuente Spider-Man sentado en un extremo del porche. Me sorprende que esté solo y aislado, aunque me causa risa que se haya descubierto la boca para fumar.

—¿Tomándote un descanso del trabajo? —digo para romper el hielo al sentarme a su lado.

—¡Eh! Me acuerdo de ti. La chica que me hizo olvidar a Mary Jane. —Tras una leve carcajada, Spider-Man le da una calada a su cigarrillo—. Los superhéroes también necesitamos tomarnos un descanso de vez en cuando.

—Todas las responsabilidades se vuelven agotadoras con el tiempo. Me extraña que estés aquí solo siendo tan sociable. Imaginaba que un descanso tuyo implicaría estar rodeado de gente.

—Entonces no sería un descanso, pero, ¡eh!, ya no estoy solo. —El chico exhala el humo hacia el cielo.

—¿Algo atormenta al grandioso Peter?

—¿Cómo has sabido mi nombre? —Spider-Man voltea la cara hacia mí.

—¡Ja, ja, ja! A ver... Chiste fácil, ¿no?