Trenzas {Larry Stylinson}

Final.

Louis aún seguía hospitalizado, el doctor le había dicho a Harry y a Jay que tenía que hacer más pruebas porque había algo que no encajaba.

El castaño sonrió y miro a su novio.

–Jaque mate.

Harry abrió su boca sorprendido, viendo como su rey era acorralado por la reina de Louis junto a un caballo. Bufo rodando los ojos y dejando caer sus hombros.

–Es injusto, tú sabes jugar ajedrez y yo no, amor.

Louis sonrió tan encantadoramente que hizo que el corazón del rizado latiera. El castaño hizo morritos con sus labios moviendo su cabeza hacia ambos lados... como un niño.

–He ganado.

Harry no contesto, seguía mirándolo. Se percató de que Louis hizo eso de manera inconsciente. Sin saber que realmente lo hizo.

–¿Tengo algo en la cara? –el castaño arrugo el ceño.

–No, claro que no, solo admiraba lo hermoso que eres.

Las mejillas de Louis se volvieron rojas, se removió tímido sobre la camilla mirando sus manos y jugando con sus dedos.

No, Louis, él...

–¿Qué te paso en el labio?

Harry salió de sus pensamientos y se llevó una mano a la zona.

–He hecho pagar al que te hizo todo esto.

4 horas antes.

Harry iba con un solo propósito. Hacer pagar a Zayn. A lo lejos lo vio muy sonriente mirando la pantalla del teléfono en un banco. Se acercó hasta él, con pasos firmes y decididos. Al llegar donde estaba el chico, lo agarro por el cuello, Zayn ni siquiera tuvo tiempo de hablar, un puño fue directo a su mejilla. Haciendo que una herida se abriera.

–H-Harry.

Otro golpe fue a dar a su cara. El rizado estaba furioso. Zayn como pudo le dio un golpe en el labio. Harry rápidamente se recuperó agarrándolo de nuevo por el cuello.

–Te advertí que no te metieras con Louis –siseo.

–Y-Yo –Zayn intento hablar pero el agarre en su cuello se intensifico.

El rizado respiro pesadamente, cerrando su puño y dándole otro golpe que hizo que de su nariz comenzara a salir sangre.

Y bueno, Zayn termino con su rostro destrozado, y sin cabello. Harry se lo corto con una tijera.

Momento actual.

–¿Por qué hiciste eso? ¿Fue mi culpa?

Harry vio las lágrimas asomarse en los ojos de su novio. Rápidamente quito el tablero de ajedrez de la camilla y se metió con Louis. Ya le habían quitado todos los cables y ahora era mucho más cómodo acostarse con él.

–No fue tu culpa, bebé.

–Sí, lo fue –Louis afirmo.

Harry beso su frente y luego sus labios.

–Claro que no, mi vida.

–¿A-Aun me quieres? ¿Después que por mi culpa te hicieron eso? –señalo el labio del rizado con un puchero.

Esa pregunta agarro desprevenido a Harry. Fue a responder cuando la puerta fue tocada.

–Disculpen la interrupción –el doctor que atendía el caso de Louis entro–. Harry necesito hablar contigo. Te espero afuera.

El rizado asintió y regreso su mirada a su novio.

–Ya vuelvo, amor.

(...)

–¿Qué es tan importante?

El doctor Hernández suspiro.

–¿Recuerdas cuando te dije que La terapia electroconvulsiva solo había un cincuenta por ciento que funcionara? –Harry asintió–. He descubierto que no funciono.

El rizado lo miro confundido.

–¿Cómo así?

El doctor volvió a suspirar y cuando hablo, Harry no supo cómo sentirse.

–Louis aún tiene discapacidad intelectual leve.