15-Un empujoncito para el amor

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Owen
Puerto Vallarta 2020.

—¡Controla a tu amigo! —Grita enojada Sarah saliendo de la cocina —Como no lo hagas lo hago yo, y puedes estar seguro que le va a gustar a todos menos a él.

—Sarah cálmate ¿Que pasó?

—El cavernícola este se comió todo lo de la alacena. —Se queja cruzando los brazos

—Eso no es verdad —Viene el guanajo comiéndose unas galletas.

Los dos comienzan a discutir como perros y gatos, opto por ignorarlo y voy a la cocina la cual está hecha un desastre.

¡No mames, este me las paga!

—¡Sarah, tráelo!

—¡Ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!. ¡Sueltame loca, eso duele! —Lloriquea cuando mi novia lo trae a de la oreja. —Sueltame animal.

—Mira güey, me tienes hasta la madre, te me pones a limpiar este desastre y me repones todo lo que te comiste.

—Pero si tienes un chingo de comida —Protesta.

—Que poca madre, eres tacaño como el culo —Sarah le da un zape en la cabeza.

—Vale, vale.

..

—Amor ¿Que piensas de ir al cine el sábado? —Cuestiono a mi novia una vez llegó con las palomitas de maíz al sofá, las dejo sobre la mesita y coloco mi cabeza en su regazo para estirar los pies.

—No creo, le prometí a Viki que iría con ella a la fiesta de Jessica.

—Pues lo podemos dejar para otro día

—Claro que si mi vida —Me da un beso y comienza a buscar alguna película

—Deja esa —Le digo y me acomodo mejor para dejarle acariciar mi cabello

—¿En verdad crees que puede ser ella? —Inquiere a mitad de la película

—Claro, ella es la hija del viejo millonario y se queda con todo —Le respondo concentrado el la tele.

—No hablo de la película, me refería a Mía.

—A era eso, estoy completamente seguro.

—No se. —Duda haciendo una mueca con los labios

—¿Que es lo primero que te viene a la mente cuando la ves?  —Cuestiono divertido.

—Uhm, es una versión femenina del imbécil de tu mejor amigo. Son demasiado parecidos, hasta el mismo tono de llamada tienen.  —Rie y apoya la cabeza en su puño contra el sofá.

—Es lo que te digo, son perfectos, solo que no se dan cuenta —Me incorporo con cuidado de no tirar las palomitas de maíz que están sobre mi estómago y le doy un trago a mi vaso de coca-cola.

—Solo necesitan tiempo, ella llegó hace muy poco y por lo que se, la vida le ha tocado dura.

—Tiempo y un empujoncito. —Le giño un ojo

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