◦•●◉✿ 𝐶𝐴𝑃𝐼́𝑇𝑈𝐿𝑂 ❼ ✿◉●•◦

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𝑌 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒,

𝑆𝑖 𝑢𝑛𝑎 𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎𝑛𝑎 𝑠𝑒 𝑝𝑖𝑒𝑟𝑑𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒,

𝐿𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑠𝑐𝑎𝑡𝑎𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑒𝑗𝑎𝑠,

𝐼𝑟𝑎́𝑛 𝑎𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑐𝑎𝑡𝑒.

De alguna forma u otra, Mive me había creído. Yo soy su hermana. No lo esperaba realmente, ninguna de las dos, en realidad. Ni siquiera sabía que tenía una hermana menor. Ahora que descubrimos esto, nos prometimos contarnos nuestros secretos y nunca mentirnos. Por supuesto siempre se escapará alguna pequeña mentirita minuciosa.

Y yo, honestamente, no planeaba contarle todos mis secretos. Como creo que es obvio, no le iba a contar que soy una asesina. Jamás le diré eso. Dudo que pueda procesarlo. Además, se había quedado en pausa cuando le dije que las personas en la foto eran nuestros padres.

Ya habían pasado tres días después de eso —tres días de intentar matar a Hal y tres días de intentos fallidos—, voy a ser sincera: la situación entre mi hermana y yo no mejoraba mucho ya que no hay tanta confianza pero tampoco era la peor relación de hermanas del mundo.

Resulta ser que una viejecilla muy agradable se había perdido en el bosque por intrusa, metiche y chismosa, buscando unas hierbas raras que hay en lo profundo del bosque. No se sabía nada de la anciana desde hacía dos días y medio y sus hijos —allá en la ciudad— estaban muy preocupados. Entonces cuatro personas debían ir a buscar a la maldita vieja.

Y que Dios nos perdone por hablar así de una pobre ancianita.

La iglesia tan —ni siquiera tengo una palabra para describirla— solidaria y compasiva, por así decirlo —en cooperación con el alcalde—, envió a cuatro voluntarios al rescate de la anciana. Esas personitas voluntarias —nada de voluntarios, era una obligación— fuimos Mive, Luka, Hal y yo.

Hermoso, ¿no?

Mejor cállate.

Los cuatro partimos rumbo al bosque con la poderosa misión de solo regresar al pueblo si la señora venía con nosotros, viva o muerta.

Nos marchamos preparados para cualquier cosa. Voy a ser sincera, la preparación era para cargar con el cadáver de una vieja. Porque, sinceramente, esa eran incluso las esperanzas que tenía la iglesia.

La Chica Punk, es decir, mi hermana iba callada, con sus típicas ropas negras y cara de funeral. Miraba al frente. Se aparecía algún animal salvaje intentando atacarnos y posiblemente terminaría muerto, alguno de nosotros hablaba y también terminaría muerto. La chica llevaba en sus manos una lámpara de gas que encendería al caer la noche. Lo mismo pasaba con los demás. Cada uno llevaba una lámpara de esas.

Ella fue literalmente obligada a venir bajo la excusa de que no aporta nada al pueblo, nunca va a la iglesia y que siempre rompe las reglas, que es un alma llena de pecados —yo tengo el alma más negra que eso— y toda esa payasada. Entonces supuestamente esta sería su forma de sacarse los pecados de encima y ganarse el perdón del altísimo.

En resumen, por eso está tan seria y quiere asesinar a alguien con la mirada.

Exactamente.

El Policía Corrupto, Luka, viene porque es su trabajo "servir" al pueblo. Él tampoco quería venir, pero aquí está. Además, creo que lo ascenderán si la vieja aparece viva, sana y salva. Vino con su uniforme y una graaaan —no exagero, en serio es grande— mochila de esas que usan los campistas. Como la de Jhonny, de "Hotel Transylvania".

Efecto Cianuro [Parte 1 y 2] (Pausada) Where stories live. Discover now