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Lía Abbey

-Gracias por esta noche – dice Juliana quitándose el cinturón de seguridad y asiento –
- No pasa nada – digo y me quito el cinturón para voltear a verla –
- Lía yo – dice para acercarse y el sonido de la camioneta de Manuel nos aleja –
- Llegó tu marido – digo más con rabia hacía mí, que hacía ella –
- Lía – repite y me acerco para abrirle la puerta –
- Feliz noche Juliana Berlín – digo y miro al frente mientras aprieto mis manos al volante –

No dice nada más y se baja del coche, bajo los seguros y sin voltear a verla, me pongo el cinturón de seguridad, prendo el coche y salgo de allí, para irme a casa, prendo la radio para maldecir mi mala suerte o al destino, o todo a la vez, golpeó el volante mientras me detengo en un semáforo y me tenso para no llorar, no vale la pena seguir llorando por algo que acepté desde hace años.

“Ya baile con otros labios y me acuerdo siempre de ella, he cantado mil rancheras y el alcohol no ayuda pa olvidarme de ella… pa olvidarme de ella”.



Me estaciono en mi puesto y apago el coche, me quito el cinturón de seguridad y agarro mi cartera, me bajo para subirle el seguro y arreglo mi abrigo, camino hasta entrar al edificio, sigo hasta el ascensor y toco el botón para esperar a que se abran sus puertas. Unos minutos después camino hasta mi departamento, saco las llaves de mi abrigo y abro la puerta para entrar, cierro con mi espalda y me apoyo de esta para pegar mi cabeza mientras cierro los ojos.

-Acaba con esto Lía Isabel – me susurro cansada de todo – mereces algo más – digo y recuerdo las palabras de Teresa –




                                  ********

-¡Buenos días! – exclame entrando a la cocina –
- Hola hija – saluda mamá y me acerco para abrazarla –
- Hola mamá – saludo suavemente y le dejo un beso en la sien –

Me alejo para ir a saludar a papá, en el camino me encuentro con Emiliana quién acepto volver a vivir con mis padres, la abrazo y hablamos unos minutos pero me avisa que Eithan llegó por ella, le mando saludos y se despide con la mano para marcharse rápidamente, me rio y niego para subir hasta el segundo piso, me encuentro a mi nana quien abrazo fuerte y se ríe, le doy un beso en la cabeza y sigo hasta el estudio de papá.

-¿Puedo? – pregunto asomándome y cuelga para alzar la cara y sonreír –
- Si es mi consentida – entrecierro los ojos y nos reímos a carcajadas –
- Así le dices a Cecilia también – digo acercándome y se ríe –
- Ambas son mis consentidas – responde y asiento burlona –

Nos sentamos luego de saludarnos y comenzamos a hablar de mi empresa, papá a diferencia de mí es psicólogo, yo soy ingeniera. Pero él fue digamos que quien más me alentó a montar mi propia empresa, algo difícil y complicado para una mujer en esta carrera pero aquí estoy muy agradecida con él, porque somos la empresa número uno de Baltimore, caminando y buscando terrenos para ser grandes en Estados Unidos en general.

-¿Cómo vas en el lado sentimental? – pregunta y lo miro fijamente –
- No me vas a analizar – respondo y se ríe mientras niega –
- Sólo quiero saber de mi hija – dice angelical y suspiro derrotada –
- Complicado – repito la misma palabras de las últimas cinco veces que me pregunta y se me queda mirando fijamente –
- Encontrarás la respuesta correcta – señala mi corazón y asiento lentamente –

Mi celular comienza a sonar y lo saco de mi chamarra, frunzo el ceño pensando ¿de dónde conozco ese número? Papá me mira intrigado, hago una mueca y me levanto para acercarme al balcón, allí decido contestar la llamada.

Llamada
-Hola – digo insegura –
- Hermana – dice la rubia y suspiro suavemente –
- Hermana… - susurro y volteo para ver a mi papá – ¿Cómo estás? – pregunto y la oigo suspirar –
- Todo muy bien hermana ¿y tú? – pregunta y asiento –
- Muy bien ¿Cuándo vuelves? Dicen que te fuiste con Luciano o bueno Luciano detrás de ti – digo y Cecilia se queda en silencio –
- Debo irme – susurra unos segundos después – saludos por allá y Lía – me quedo en silencio esperando – ¿Cómo está ella? – pregunta y miro al frente para ver el patio trasero –
- Está bien – respondo sin saber realmente si lo está –
- Gracias – susurra y cuelga –
Finalizada llamada 

Nací para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora