Capitulo 17

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Hange llegó a su salón de clases y buscó con la mirada a la pequeña de Petra, deseaba golpear su rostro intensamente.

—Oh, ahí estás, malintencionada —la empujó contra la pared mientras sostenía su cuello—. Tú que creíste, ¿que no me enteraría de nada? —susurró en su oído—. Te grabaron, estúpida, no te vas a librar de nada. En cuanto Levi se despierte, vas a pagar.

Petra miró a Hange con leve sorpresa, estaba muy roja por el apretón en su cuello y no sabía qué decir. Lo único que hizo fue separar a Hange de ella con un empujón fuerte, captando la atención de los demás en el salón.

—No sé de qué hablas, jirafa, ¿estás loca, sabes?

—Ya no me importa lo que pienses de mí, pero tú estás desquiciada —la abofeteó.

—No te soporto, jirafona de mierda —antes de que ella pusiera sus manos, el director Erwin había llegado buscándola para mandarla a su oficina.

—Bye Bye, creo que te harán arreglar cuentas —le guiñó el ojo.

—Pues ya veremos quién gana aquí —se retiró con Erwin.

Nanaba observó todo con asombro, acercándose rápidamente a Hange. Por detrás de ella, tocó su espalda, logrando asustar a Hange.

—Cuéntame, ¿por qué te peleaste con ella? No me digas que fue la que le hizo esa broma al profesor Levi...

—Sí, fue ella, pero espero que Levi despierte pronto. No puedo creer realmente lo que sucedió.

Nanaba se aproximó a mí y me brindó un abrazo de aliento. Realmente estaba triste porque no vería a Levi en la universidad durante un mes. De igual manera, iría a su departamento para verificar que no haga ningún tipo de esfuerzo en cuanto salga del hospital.

En otro lugar, Erwin se hallaba con Petra en su despacho, aclarando todo sobre este asunto y cuál era la razón por la cual ella terminó perpetrando todo eso al profesor Levi. Ella, con gusto, le expresó:

—Porque Levi y yo tuvimos una relación, como escucha director Erwin. Pero llegó a su fin, y no solo estaba conmigo, ahora está con la jirafa de Zoe.

Erwin abrió los ojos de par en par, sorprendido por lo que estaba sucediendo y él no se había percatado. Se quedó reflexionando un poco más sobre lo que diría y, al final, optó por coger su teléfono y llamar al tío de Levi, quien le había comunicado la noticia sobre Levi esa mañana.

—Buenos días, aquí me encuentro con la alumna Petra. Espero que ahora sí Levi se haya recuperado, y algo más —ajusta su corbata—, está despedido, pero prefiero que no se lo digan ahora. No quiero que vuelva a tener este tipo de impresiones.

Kenny, por otro lado, solo escuchaba con atención a Erwin. Después de oír que este acababa de hablar, continuó:

—¿Puedo saber por qué despiden al enano?

—Venga aquí en mi despacho. Supongo que ustedes no saben nada de nada. Hace unos minutos me enteré de algo que definitivamente me dejó en shock, y creo que estaría de acuerdo si estuviera en mi lugar. Lo espero aquí.

—Claro, entonces nos vemos... —Cuelga la llamada y se aproxima a Kuchel, quien aún tenía la mirada en el suelo.

—Despidieron a tu hijo. No sé en qué diablos está metido.

—¡Qué! ¿Cómo que despidieron a Levi? Ay, no puede ser —se soba la sien—. Quiero realmente escuchar buenas noticias. Mi hijo aún no se despierta, y ahora, ¿cómo le diré que lo despidieron?

Kenny suspiró con pesadez tratando de comprender lo que estaba sucediendo, no comprendía por qué esa chica le tenía tanto rencor a Levi, no entendía por qué lo habían despedido; simplemente quería que su sobrino estuviera bien.

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