Una locura

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El esfuerzo fue grande pero luego de que Jasper y yo sacamos todas nuestras fuerzas, conseguimos llevar a Max a mi habitación. Este cayó rendido apenas tocó la cama.
Como se había desparramado tal cual estrella, no había espacio para nadie más.  Así que junto con el pelirrojo terminamos en el sofá de la sala de mi padre.

Jasper se levantaba cada 15 minutos para revisar que Max siguiera vivo, mientras que yo estaba a la espera de una respuesta.

¿Por qué demora tanto en responder?

—Hoy ganó el equipo del colegio, es probable que esté en la fiesta y por eso no responda.

Me sorprendí al escuchar la voz de Jasper, pero lo que más me sorprendió fue lo que me dijo.
En el caso de que aquello sea verdad, igual no tendría sentido. Ally no disfruta tanto de pasar en esas fiestas. De hecho en ocasiones anteriores incluso se ha quedado hablando conmigo porque aseguraba que esos entornos no son del todo su agrado.

—No sé de qué hablas —me limite a responder

Bufó ante mi respuesta y se sentó frente a mi.

—Esperas que me crea que últimamente tus sugerencias musicales realmente románticas son sólo una  coincidencia.

—Dios, eso no es un motivo para afirmar nada.

El pelirrojo posó su mirada sobre mi, y por unos segundos pude denotar cierto destellos de preocupación.

—¿Vas a negar entonces que también se han estado viendo últimamente?

Si lo primero que dijo me agarró desprevenida, esto se salía de mi manos.

¿Cómo?

—¿Qué? ¿Qué estás diciendo?

— Ya sabes lo cotilla que es Max y sus recurrentes problemas para dormir. ¿Todos los días a la misma hora en el mismo parque?

Estática, me quedo es - ta - ti - ca

Trato de encontrarle sentido a todo y es entonces cuando recibo el mensaje. Y también la respuesta a mi reciente pregunta.

Tenemos nuestras ubicaciones compartidas.

—¿Es otra coincidencia Maeve? —vuelve a preguntar él

—¿Si no lo fuera qué?¿Habría algún problema ? —apelé ya poniéndome a la defensiva.
Él lo notó, sabía que era lo que estaba haciendo. Éramos amigos hace mucho tiempo y podíamos identificar cuando algo le molestaba al otro y en mi caso era bastante sencillo.

—Maeve sabes que no qu...

—No quiero escucharlo—corte interrumpiéndolo— lo que sea que tengas que decir no quiero escucharlo.

Vi su intención de decir algo más pero no lo hizo, simplemente se retiró y fue a mi habitación. Supe que no volvería a salir cuando pasaron 30 minutos no regresó.

Sabía lo que iba a decir y no quería escucharlo, o afrontarlo. Ya un poco descolocada por la conversación se me había olvidado que la rubia me había respondido.

Con rapidez volví a su chat y me alegré de ver su respuesta. Antes de discutir con Jasper, había pensado que era buena idea invitar a Ally. Ya que mi papá no regresará de la casa de su novia hasta mañana en la noche, no habría ningún problema.

Ahora me seguía pareciendo buena idea que viniera, pero ya tenía el mal sabor de aquella conversación.

El timbre del apartamento sonó despejando la burbuja de pensamiento en la que me había sumergido.

—Hola—saludó ella al verme.

Trae un precioso vestido color morado, que pareciera estar hecho a su medida. Su maquillaje está intacto como si recién hubiera salido de un centro de belleza y lo único malo que podría encontrarle es que le cubre aquellos lunares que son únicos en ella . 

Podría pasarme horas describiendo lo divina que se ve, pero mi cerebro me recuerda que no puedo quedarme horas viéndola sin decir nada.

—Hola —respondo

Ella se rió y dentro de mi nerviosismo, la invito a pasar.

—Mi papá no estará hasta mañana por la noche así que no tendremos molestias.
No me doy cuenta de lo que sale de mi boca hasta que la escucho reír otra vez.

—Wow Mae, así que esas fueron tus intenciones al invitarme.

Roja de la vergüenza me encamino a la cocina para evitar que me vea.

—Yo no..no quería...

Trato de encontrar las palabras pero no lo consigo. Así que me doy por vencida y no termino por decir nada. Creo que ella lo deja pasar por alto porque no la escucho decir nada más, pero cuando me volteo me doy cuenta que no es que ha decido no decir nada.

Si no que Jasper ha decidido salir de la habitación y por obvias razones al no ser un apartamento tan grande se ha encontrado con Ally.

Ambos están quietos, sin saber que hacer y siendo sinceros yo tampoco sé qué hacer.

—White —pronuncia Ally detenidamente acabando con el silencio.

—Stone —dijo recuperando su semblante serio.

Si la tensión ya estaba presente en la escena, la incomodidad se unió a esta y yo sin ganas  de soportarlo más tuve que hablar.

—Jasper pensé que ya no saldrías, ¿Tienes hambre? Puedo hacer algo para los tres.

El pelirrojo  no le quito la mirada a la rubia, en silencio se acercó al mesón y sirvió 2 vasos de agua y luego de unos cuantos largos segundos dijo:

—Solo vine por agua para Max.

Y sin más se fue.


Yo por obvias razones no sacaría el tema por nada en absoluto, así que quien lo sacó a flote fue la rubia que tenía ahora a mi lado en el sofá.

—¿Pasó algo entre ustedes? O ¿Es simplemente un odio normal hacia mi persona?

No quería responder, pero por alguna razón terminé haciéndolo. Siempre terminaba cediendo con ella.
—Una pequeña discusión, no quiero hablar de eso.

Aprovechándome un poco de la situación me hundí en el asiento y conseguí que ella me envolviera en sus brazos.

—Que bueno que ninguna tiene ganas de hablar entonces

No sé si fue alusión mía, pero sentí como sus brazos me apretaban cada vez más. Tal vez era aquella sensación de calor que se me instalaba en el pecho, solo cuando estaba con ella o no se si era las ansias que tenía de sus besos, lo que provocaba como me sentía.

Sin tener que usar una palabra más, sentí sus labios sobre los míos, encajando como si hubieran sido creados los unos para el otro.

La he besado antes pero sé que nunca tendré suficiente. Entiendo ahora porque los cantantes ruegan besos en sus letras, pues ahora siento lo que ellos sienten.

Finalmente  al separarnos termino conectando su mirada con la mía. Al encontrarme con sus ojos me doy cuenta de algo. Aquellos latidos que suelen sonar con fervor cada que se me acerca, son lejanos. Al igual que mi coherencia.

Nunca me he sentido así antes, por obvias razones mi relación más cercana a lo que siento ahora es la música.

Y aunque parezca ilógico. No me parece una locura decir que me he enamorado de sus ojos.
Tampoco me parece una locura decir que me he enamorado de cada particularidad de ella. 

Los poetas siempre hablan de la desesperación del amor y ahora los comprendo. Pues estando en su lugar me encuentro, dentro de un conflicto en el que me parece natural pero indebido enamorarme.

Al empezar la canciónWhere stories live. Discover now