52 - La última vez

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¡Hola, familia!

Espero que hayan preparado sus palomitas para disfrutar del capítulo de hoy. Gracias por sus votos, sus comentarios y todo su apoyo. 

¡Un besote!

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La última vez

LAURA

*Contenido exclusivo de la versión editada*

***

ANA

¡Qué textura tan suave! Una piel exquisita y adictiva que parece estar hidratada con miel. Una boquita que sabe a delicadeza y pasión. Por un breve instante, siento que estoy besando una réplica de Laura, sobre todo, cuando Aiko me succiona el labio inferior con tanta gentileza, incitándome a frotarle sutilmente ambos pechos para alimentar el fuego que se prende entre nosotras.

—¡Ah! —me quejo a causa de un repentino y lacerante dolor en el labio al ser mordida por Aiko, cuyos dientes amenazan con cercenarme la carne como si fueran un serrucho.

Tras abrir los ojos y apartarme de ella con la sensación de que me ha rasgado el labio, me encuentro con su colérica mirada.

¡PUM!

Como si una barra de acero me golpeara, su puño derecho ciega mi ojo izquierdo. El impacto es tan violento que me arroja hacia un lado y media cara se me entumece debido al dolor.

—¡Joder, joder! —me lamento en el suelo, llevándome una mano a la zona dañada.

—¡Que sea la última vez que me robas un beso! —brama Aiko, encolerizada como un demonio—. Yo no soy Paula ni Marta, y nunca he sido ni seré infiel. ¿Entendiste? ¡Nunca!

—¡Me cago en todo! —Aporreo el suelo a causa del dolor que me castiga—. ¿Y entonces qué coño quieres? ¿De qué vas? ¿Para qué coño te insinúas, me prendes y me calientas la cabeza con halagos y me empoderas para que haga lo que quiera? Era obvio que te iba a comer la puta boca en algún momento, ¡joder! Y no te hagas la santa porque me correspondiste el beso. ¡Ah! Me duele, ¡coño!

—No entendiste ni una palabra de todo lo que te dije, ¡ni una! —chilla Aiko con enojo, pareciendo que me riñe también—. Debías aprender a controlar tus impulsos, ¡no a darles plena libertad! Eres como una niña pequeña y caprichosa, lo único que hago es perder el tiempo contigo. Te correspondí el beso lo justo para ver si eras capaz de parar, pero fuiste a más. Follaría contigo, pero estoy con Laura y la amo con la vida. Tú has sido una infiel siempre, no puedes comprender mi grado de fidelidad y compromiso. ¿Por qué me besaste en realidad? ¿Te estás enamorando de mí? ¿Querías añadir otra medalla a tu venganza hacia Laura? ¿Me ves como un reflejo de Laura porque no puedes olvidarla como aseguras? ¿O simplemente soy un calentón para ti?

—Lo único que dices son estupideces. Me pones y ya está, igual que te pongo yo a ti, pero prefieres jugar a la hija de puta mojabragas que luego se las da de recatada —le contesto, denotando mi malhumor incrementado por el daño que devora mi rostro—. ¡Ah! ¡Loca de mierda! ¿Tenías que pegarme? Habría bastado con que me dijeras que no querías para que parara. No soy una puta abusadora, ¿sabes? Me criticas, pero tú tampoco eres doña perfecta controlando tus impulsos.

—Eso es para que veas que a veces puedo ser espontánea. —Su voz suena más relajada, como si su ira menguara a pasos agigantados—. ¡Enhorabuena! Lograste que fuera espontánea. Por desgracia, soy humana, y la infidelidad es un tema que no digiero muy bien. Esta vez tengo que darte la razón, me excedí. —De pronto, Aiko me acaricia los labios.

La hermana de mi exnovio [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora