53 - Tregua

7.8K 548 689
                                    

¡Hola, familia!

Después de esta actualización, es probable que no pueda actualizar hasta dentro de 15 días o así por asuntos personales. Espero que disfruten y que se cuiden mucho. Nos veremos a la vuelta con el cumpleaños de Ani.

¡Un besote!

------------------------------------------------

Tregua

LAURA

*Contenido exclusivo de la versión editada*

***

ANA

El maquillaje disimuló el moratón que me salió alrededor del ojo, pero no lo suficiente. Mi cara de mapache no pasó desapercibida para mis padres, que temían que alguien me hubiera atracado o que yo me hubiera peleado en el instituto otra vez. Tampoco para mis compañeros de trabajo, que sospechaban que yo estaba siendo víctima de maltratos por parte de alguna pareja. Desde luego, maltrato psicológico sí sufrí por culpa de la pequeña psicópata, pero eso no era de la incumbencia de nadie. Me bastó con aclarar que había sido un accidente en mis clases de defensa personal.

Por desgracia, aquella había sido la última clase, y el puñetazo más la mordida en el labio no habían sido los únicos en dejarme huella. Justo cuando sentía que había progresado a pasos agigantados con Aiko, perdí la única oportunidad que tenía para seguir estrechando nuestro vínculo. Tras su velo de indiferencia, frialdad y locura, se oculta un profundo sufrimiento, un trauma que ella no ha superado como cree. Su obsesión con Laura le impide ser consciente de que está rota por dentro, y convivir con el objeto de su obsesión no la ayuda precisamente porque la pequeña psicópata está tan desquiciada como ella y empeora el trauma de Aiko al sobreprotegerla.

En el fondo, siento pena por ella. ¿Quién pudo ser tan cruel como para desgraciarle la vida a una niña y privarla del sueño de ser madre algún día? Ahora entiendo mejor el odio que fue cultivando en su interior a lo largo de los años. La gente como yo destruye almas inocentes y, a veces, crea monstruos como Aiko y Laura. Aunque no apruebe sus actos, no puedo culparlas de la traumática infancia que gente como yo les hizo vivir.

Al mirarlas a los ojos, veo el reflejo de quienes las acosaron, de quienes las humillaron, de quienes convirtieron su día a día en un infierno, incluso me veo empuñando el cuchillo que oscureció la inocencia de Aiko, y eso me atormenta porque yo pude haber sido cualquiera de esas personas que les hizo daño. Me habría gustado mostrarle una porción más de la bondad del mundo a Aiko, pero, con Laura de por medio, acercarse a ella es como querer acercarse a los reyes de España.

Salgo de la clase privada de baile y me sumerjo en esos pensamientos después de despedirme de la profesora Paola. Ella misma notó que hoy yo no he estado muy centrada en la coreografía como de costumbre. Se ofreció a hablar conmigo y me abrió sus puertas para que me desahogara con ella cuando quisiera, probablemente porque mi ojo morado la preocupó como a todo el mundo, incluyendo a mis amigos del instituto.

—No puede ser. —Me cruzo con Daniela en la salida del recinto. Su aspecto apenas ha cambiado, solo ha engordado un poco desde la última vez que nos vimos. No obstante, ya no luce como una alumna de instituto. Bajo la luz de las farolas y de los focos, parece una chica mayor y responsable—. ¿Y tú qué haces aquí? —Lo que no ha cambiado es su tono agresivo al dirigirse a mí.

—Hola, Daniela. Cuánto tiempo. ¿Cómo te va todo? —Me pregunto si habrá pasado página, pero su mirada es tan severa como su voz, así que no me crearé grandes expectativas.

—Ay, ahórrate la hipocresía. No me digas que tú eres la Ana a la que mi hermana le da clases particulares. —Una expresión de espanto se apodera de su rostro.

La hermana de mi exnovio [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora