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Wintaceaster «Winchester» Reino de Wessex
ALOTRO EXTREMO DE Winchester, la asesina de hombres recibió a su hermano junto a la noticia de su captura. El reciente evento le arrebató cualquier calma que había conseguido en las últimas horas. ¿Alguna vez se terminarían los problemas? Brynhild apenas pudo recomponerse de la partida de Gisela, no creía que su paciencia ni sus emociones pudieran enfrentar este nuevo problema. Intentó aferrarse a su fortaleza, consiguiendo que sus nervios florecieran como un bosque seco y sombrío. Hacía mucho tiempo que no se sentía de esa manera. Tan...vacía.
Si existía alguna muestra de que los dioses estaban a su favor, sin duda alguien se había encargado de ocultarla muy bien.
—Necesitamos huir—le dijo a su hermano. Uhtred cogió a Stiorra de los brazos de la mujer, mirándola seriamente.
—Están rodeando la casa.
—Godwin era un hombre decrépito y enfermo. Hasta una mosca pudo haberlo matado—dijo Bryn, siguiendo al guerrero por detrás—. ¡Alguien tiene que tener un poco de cordura en este reino!
—No les interesa cuestionar la cordura de nadie—dijo Finan, sentado en la esquina de la casa, con Sihtric a su lado—. Solo necesitan un hombre para culpar.
—Fue solo una bofetada—exclamó Brynhild.
—Que lo mandó directo con su Dios—le contestó Sihtric, con una ceja oscura alzada.
—¿Qué tan fuerte golpeaste a ese hombre, lord? —interpeló Finan con sarcasmo.
—Los guardias no tardaran en llegar—dijo Uhtred, acariciando la espalda de su hija—. Vayan a hacer guardia.
No necesitó ordenar nada más para que sus hombres obedecieran. Brynhild optó por intentar relajarse antes de rebanar cabezas por su cuenta.
En cuanto atisbó a la guardia de Winchester llegando a la choza, Bryn decidió huir en busca de Hild con la esperanza de que la mujer supiera qué hacer en esa situación; especialmente ahora que Uhtred había asesinado a otro padre.La asesina de hombres, ataviada en una capa color ébano, distinguió, entre medio de la oscuridad de la noche, la silueta de Hild. Pronto, implorando su presencia, la mujer siguió sus pasos con premura cuando se enteró de la noticia.
