66. Que buen plan tenía Christine

1 0 0
                                    

Carlos

31 de Junio, 5:37 AM

No puedo.

No puedo estar pretendiendo que amo a alguien así.

Christine es tán maravillosa como yo puedo serlo algún día, y fingir que la amo solo para sonsacar a la que nos puso el objetivo en la espalda no me parece justo.

-Christine, vamos, ya hemos estado mucho tiempo en esto y ya vimos que ninguna de las dos está haciendo algo contra nosotros, ¿Porque te cuesta tanto creer eso?- Cuestiono entrando en la habitación de nuevo

No recibo ninguna respuesta a mi, debo reconocer, agresivo cuestionamiento. Ella solo se queda espectante viendo la televisión, mientras el distinguido intro que jamás saldrá de mi mente suena.

-¿Gossip Girl?, ¿De nuevo?- Pregunto en un tono gracioso.

-No exageres- Responde finalmente.

-La has visto dieciocho veces, busca ayuda...- Refuto, ella ríe un poco, esa es mi señal para poder sentarme a su lado. No me muevo mucho, solo me quito la chemise que me puse en caso de que las chicas anduvieran en casa, pero salieron con Michael y Tania.

El silencio se prolonga hasta que empiezan a suceder cosas más para adultos en la serie, es el capítulo 10 y ya Nate y Blair están...

Perdón, los puedo spoilear si sigo, aún así la temperatura en el cuarto aumenta debido a que ambos estamos viendo lo mismo. Las manos de ella empiezan a recorrer mi abdomen cuando se voltea para estar frente a frente.

Yo muevo mi mano hasta su cintura, la cual solo está cubierta por una ligera tela de la falda. Nuestros ojos se conectan cuando la cercanía es cada vez más grande.

-No es un buen momento...- Comento yo sabiendo a lo que lleva este manoseo.

-Tenemos personas que pueden llegar en cualquier momento...- Responde enumerando otra razón.

-Deberiamos estar al pendiente de ellas...- Refuta después, subiéndose en mi cuerpo y liberandose de su ligera blusa de satín, mostrándome el brasier negro que me enloquece.

El silencio y las sonrisas cómplices se unen unos cuantos segundos.

Ambos sabemos que esto es innecesario, que solo estamos haciéndolo por no saber que más hacer, pero aún así, se siente tan bien tenerla sobre mi.

-Esto no nos define como personas- Refuta ella.

-Y tampoco admite que nos amemos- Continúo yo.

-Bien- Acota antes de empezar a besarme con fuerza. Sus uñas se entierran en mis pectorales cuando mis manos pasean sus nalgas con la falda alzada. El dolor que desencadena el entierro de sus uñas es insólito, pero me hace sonreír y voltear nuestra posición, dejándome sobre ella con toda la libertad posible.

Mis besos recorren todo el centro de su cuerpo, desde su mentón, pasando por el medio de sus senos, deteniendome más tiempo del requerido en su vientre, torturandola con las ganas de hacer lo que sus caderas me ruegan que haga.

Me alejo para quitarle la falda, dejándola en sus bragas negras, combinadas con ese increíble brasier.

Dicen que si su brasier y su braga combinan, ese polvo estaba planeado.

4 de ReinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora