Secrets don't make friends // L.S

Final

En realidad, la idea de Liam es que aprovechen el milagroso buen tiempo y salgan de vacaciones a mitad de curso. Nada importante, solo los chicos en el bosque con algunas tiendas de campaña, tal vez algo de natación y senderismo. Pintas y perritos calientes y algunas historias de miedo alrededor de la fogata. Debería ser bueno para ellos. Un escape de unión fraternal, o al menos, así es como Liam lo vende.

Louis no está convencido. Preferiría pasar el buen tiempo en el campo de fútbol o descansando en el campus sobre una manta, siendo perezoso e ignorando la pila de tareas en su escritorio. Eso parece una forma barata y fácil de suavizar las cosas de la fiesta, por la que Louis todavía está enojado, independientemente de cuántas veces Frankie y Luke le pidan perdón.

Así que no, no quiere ir. Eso es una mierda.

O al menos, no lo hace hasta que se amontona en la parte trasera de la camioneta de Liam, acomodándose contra la ventana justo cuando Harry entra después con el par de shorts amarillos más cortos que Louis haya visto en su vida. Son de un material delgado y cortavientos, esculpido en los lados con ribetes blancos en los bordes, cortados de manera que su tatuaje de tigre está jugando al escondite con el dobladillo. También lleva una sudadera, con las cuerdas delanteras atadas en un lindo moño.

Harry toma el asiento del medio, juntando las rodillas y abrochándose el cinturón, antes de mirar a Louis, dándole esa sonrisa lenta y fácil. Es injusto lo bonito que se ve incluso en la tenue luz de la mañana, con los labios un poco rojos por el té caliente que ha estado bebiendo.

"Hola, cariño". Harry sabe a té, se inclina para darle a Louis un beso lento y suave, deteniéndose lo suficiente como para frotar sus narices.

Louis no habla, solo tira de Harry hacia otro beso, esta vez un poco más lento. Es un beso somnoliento, destinado más a saludar y consolar que a otra cosa. Calentado por él, Louis acaricia con una mano el pecho de Harry, sonriendo cuando siente el diseño de la calavera bajo las yemas de sus dedos. No coincide con la estética habitual de Harry, lo que debe significar que es una de las sudaderas de Louis.

"Si estás cansado, puedes recostarte sobre mí". Harry murmura, mantiene la voz baja para que los otros chicos no puedan escuchar, antes de inclinarse, presionando un suave beso en la mejilla de Louis. "Sé que es temprano".

Temprano es un eufemismo. Nadie ha acusado nunca a Louis de ser una persona mañanera, pero el reloj verde en el tablero que marca las cuatro y media parece excesivo. Las únicas personas que parecen estar funcionando a esa hora como una persona normal son Liam y Harry.

"Tengo frío".

Extendiendo la mano, Louis envuelve un brazo alrededor de Harry, tirando de él para que esté casi sobre su cadera, sosteniéndolo con fuerza. No es exactamente una cuchara, pero permite que Louis se acurruque en los rizos de Harry, bloqueando sus brazos para que el chico se convierta prácticamente en su manta de regazo humano. Cuando está completamente acomodado, Louis deja caer su mano libre, entrelazando sus dedos, sosteniéndolos con fuerza en la cadera de Harry.

"Buenas noches, bebé". Louis apenas arrastra las palabras, sus ojos ya se cierran ante la sensación de la suave risa de Harry.

Habría sido el final. Louis podría haber aceptado el viaje de campamento, haber aceptado estar rodeado de un montón de chicos alborotadores que parecen no poder quedarse quietos. Podría haber ido por inercia, estar tranquilo, de no ser por esos shorts cortos. Esos cortos shorts odiosamente brillantes que parecen haber sido hechos con las medidas exactas de Harry en mente.

Se le marcó muy bien el culo cuando Harry se deslizó fuera del auto para ir a la gasolinera a comprar golosinas, se le subieron un poco en la parte de atrás y Louis obtuvo una maravillosa vista del encaje de sus bragas asomándose contra su piel justo antes de que Harry bajase de la camioneta junto con Niall.