XVIII

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La tarde fue tensa.

No había rastro de ninguno de los señores Jeon y quizá eso era lo aterrador. Nadie sabía de dónde vendrían los reclamos o si la alegría que habían tenido esos días, desaparecería por completo. Los sirvientes no lo decían en voz alta, aún, pero las cosas habían sido mucho mejores los días que Haneul estuvo sedada.

Jungkook estaba encerrado en su estudio, esperando a Jimin, lo conocía a la perfección, sabía que el omega llegaría pronto para acabar rápido e irse a hurgar en la cocina. Así que cuando llamó a la puerta, el alfa abrió y le indicó lo que necesitaba.

-Quiero que me ayudes a organizar los libros. -Pidió despreocupadamente.

-Los organicé hace un par de meses, cuando Jin estuvo en la biblioteca con la señora Haneul. Los "prohibidos" los traje para acá y los acomodé. -dijo Jimin acercándose a verlos.

-Sí... bueno, ya no me gusta ese orden. -comentó Jungkook como quien no quiere la cosa. - Quiero que estén en orden alfabético.

-¿Es una broma, Jungkook? -preguntó Jimin con una mueca de desagrado. - Me tomará toda la noche.

-Entonces empieza de una vez. -indicó el alfa con una sonrisa y salió del estudio. Pudo escuchar a Jimin maldecirlo, pero no le importó. En cambio, sonrió alegremente, si supiera Jimin cuál era su verdadera intención.

Jungkook esperó a Yoongi afuera del estudio, realmente esperaba que llegara o Jimin terminaría acomodando los libros por orden alfabético. Cuando lo vio acercarse, el alfa volvió a su semblante serio y antes de abrir la puerta para el chambelán de Taehyung lo miró un segundo, no esperaba que le agradeciera después, en realidad lo hacía porque adoraba a Jimin y de cierta forma, comenzaba a apreciar a Yoongi.

Cuando el alfa abrió la puerta, Jimin ni siquiera se molestó en voltear a verlo. -Lárgate de aquí o te juro que te aviento un libro a la cara. -dijo el omega molesto. No sabía cómo empezar a acomodar todos los libros que tenía Jungkook en su acervo.

-Jimin, deja eso, alguien vino a verte. -dijo Jungkook empujando ligeramente a Yoongi dentro de su estudio. - Ninguno de los dos puede salir hasta que ambos estén contentos. Hay whisky y un sofá, ustedes saben qué utilizan.

El alfa cerró la puerta y sonrió satisfecho, esperaba que eso fuera suficiente para ambos.

-Yoongi... -lo llamó Jimin y sin pensarlo, caminó con prisa para abrazarlo con fuerza. - Por favor, no me alejes más. -Pidió en un susurro.

Yoongi parpadeó un par de veces y finalmente rodeó con sus brazos el cuerpo del castaño respirando hondo para sentir su aroma, quizás eso era lo que había estado necesitando mientras se hacía un lío en la cabeza. -Lo siento, he estado siendo un completo imbécil, no te mereces eso, lo siento mucho Jimin.- se disculpó con tristeza.

-Tranquilo, sé que tienes que cumplir un deber con Taehyung. -dijo Jimin con una voz suave, acariciando el cabello de su alfa. - También sé que su padre no es precisamente una tarta de manzana con canela. -suspiró con pesadez. - Pero, Yoongi, no estás solo. Yo estoy contigo y si tu intención es no preocuparme, alejándote haces que me preocupe verdaderamente. No tienes que cargar con todo tu solo, por eso estoy aquí, tenemos a Jungkook de nuestro lado y te he extrañado tanto... -susurró acariciando los brazos de Yoongi y luego subiendo hasta su cuello. - Lo que sea que haya pasado, se fue con Hae-Soo.

-Tienes razón.- dijo cerrando los ojos por lo bien que se sentían las manos del omega sobre él y enredó las suyas en la cintura ajena inclinándose un poco para besar su mejilla con tranquilidad y olfatearlo más. Su aroma a duraznos era tan adictivo para él que no dudó en bajar un poco más para morder con delicadeza su cuello. -Te he extrañado mucho Jimin.- admitió acariciando su cuerpo y ronroneando.

Wildest Dreams  [Omegaverse KookV]Where stories live. Discover now