Mi serpiente blanca [ lectora × Mizuki ]

sere tu caballero, tu protector en silencio

[...]

Había tenido la suficiente paciencia hasta ahora. Sus palabras desencadenaron el veneno que llevaba guardando desde tiempo.

- ¿¡como eres tan capas de hablar de ___ como si ella fuera un trofeo?!- di  tres pasos apresurados a su frente.

Su expresión parecía ser asombrada. Pero, necesitaba más, no pararía de hablar hasta sentirme satisfecho.

Tenía que dejar las cosas en claro y así lo haría.

- Eres un maldito miserable- sonreí -una persona así con el mismo pensamiento tuyo sera condenado a estar solo toda su vida - estaba tan cerca de aquel demonio que podía sentir su respiración.

Con lentitud me acerque a su oído.

- Si vuelves a hablar de ella de esa manera- di unos segundos de silencio - juro que haré que recuerdes esto y te lamentes por tus palabras- le di una última mirada para alejarme.

[...]

Narra Mizuki:

Daba una vuelta por todo el templo hasta que vi como Tomoe y Nanami salían. Me dispuse a saludarlos y preguntar porque estaban notoriamente felices.

- Es que hoy vemos a ____- respondió apresuradamente mi ama-

Escuchar su nombre era como decirme que me obsequiaron los mejores licores de Japón.

- Van a ver a ___- dije con una sonrisa amplia y nerviosa en mis labios.

Me siento como un niño pequeño cuando escucho su nombre.

- Así es serpiente holgazán, hoy hay clases- dijo aquel zorro con odiosidad.

- ¿Puedo ir?- pregunte convirtiéndome en una serpiente metiéndome en la mochila de mi señora-

- Vamos por favor cae a mi encanto- decía mientras la miraba a los ojos sin apartarlos.

Ella sonrió y cuando parecía decirme algo Tomoe interrumpió.

Me trague mi enojo y lo vi como hablaba.

- No puedes ir, y mucho menos con esa apariencia-  dio un suspiro y siguió hablando-

No preste atención a nada. Prefiero pensar en como ver otra vez a el amor más hermoso.

Miles de posibilidades se creaban en mi cabeza como una película, tratando de como ponerla en acción.

Hasta que sentí como mi burbuja hacia pop. Ese demonio zorro me tomó y me levanto como pluma.

- ¿Me prestaste atención?- su voz demandante me causaba un escalofrío.

Con temor respondí con un si.

Deseaba zafarme e ir corriendo en los brazos de la niña de mis ojos.
Con tan solo recordarla sentía como tenía la valentía de mil soldados.

Al ver volver a la realidad me encontraba ahora cerca de la cara de Tomoe. Su contacto visual me daba cierto miedo. Parecía que me leía los pensamientos hasta los más profundos. Sumergiéndose al mar de pensamientos.

El dio un suspiro y me soltó haciéndome caer en el piso caliente consecuente del calor de los rayos del sol.

Di un brinco volviendo a mi forma "humana" limpiandome la ropa. Al mirar nuevamente al frente vi como los dos se desprendían mientras bajaban las extensas escaleras.