LIX

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Jungkook compró un terreno a pocos minutos del orfanato, donde mandó construir una pequeña pero hermosa casa para su familia.

Hacía una semana que se habían ido a vivir a su hogar, él y Jimin estuvieron viviendo en el departamento que estaba en la biblioteca. Una vez que el pelinegro vendió sus departamentos, dejó atrás su vida de mafioso y estaba lista la casa, adoptaron a Baek para mudarse los tres sin esperar más tiempo para estar juntos.

Jungkook se sentía el hombre más afortunado del mundo, jamás imaginó que el dejar atrás todos sus turbios negocios, le daría tanta felicidad. Había hecho un borrón y cuenta nueva en su vida y no se arrepientía de ello.

Una vez que los padres de Jimin fueron juzgados por su complicidad con la mafia de Lee, el rubio fue a verlos a prisión, debía pasar esa dolorosa página de su vida para poder continuar. Les dio su perdón por todo lo malo que pasó al lado de ellos y les agradeció por todo lo bueno. Le costó mucho soltarlos, realmente los quería como sus padres.

Recordó con nostalgia el día en que ellos estaban sentados en el público en un evento artístico en sus tiempos de secundaria, ellos sonreían con orgullo al ver a Jimin bailar en un grupo que formaron sus compañeros. We are bulletproof, fue lo que bailaron, recibieron una ovación por imitar con exactitud los pasos del grupo que cantaba la canción. Suspiró con ese recuerdo y archivó en su corazón ese hermoso momento.

Ahora no tenía los millones que antes poseía y no lo necesitaba. Jungkook era el proveedor, con sus ahorros y lo que ganaba impartiendo clases de idiomas.

Jimin trabajaba desde hacía dos meses, en una biblioteca de la cuidad. Amaba las cosas sencillas, como ayudar a buscar un libro, recomendar alguna lectura, orientar a los turistas o leer algún Fanfic en sus ratos de ocio. Era feliz de esa manera.

Baek era cuidado en el orfanato, mientras sus padres trabajaban. Una vez que iban por él, tanto Jimin, como Jungkook, dedicaban tiempo a los niños, contándoles cuentos y hasta jugando con ellos. Eran una enorme familia.

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Namjoon compró una galería de arte, amaba todo lo referente a ello. Había acondicionado un lugar donde los niños y jóvenes podían crear sus propios cuadros. Cada fin de mes eran expuestos al público, habría que ver esas caritas llenas de emoción cuando la gente admiraba sus creaciones.

Seokjin seguía trabajando para la policía, pero ahora vivía con su novio Namjoon. Sus vidas ahora eran tranquilas y ahora eran completamente felices.

Namjoon y Seokjin se habían conocido hacía dos años. En ese entonces, Hoseok había enviado a Namjoon con el oficial para recibir una información escrita que le había solicitado. Nam esperó al castaño afuera de la estación para recibir el documento. Cuando se vieron por primera vez, quedaron hipnotizados, perdidos en su mirada por varios segundos, hasta que Jin recordó que debía volver al trabajo y Namjoon con Hobi respectivamente. Se despidieron sonriendo con una revolución en sus corazones, ambos habían quedado flechados.

Al día siguiente, Namjoon lo esperó por varias horas afuera de la estación de policía, hasta que finalmente salió de su turno dirigiéndose a su auto. Jin fue Inmovilizado y llevado por Nam, a su camioneta entre pataletas y mordidas. Cuando al fin se dio cuenta de quien se trataba y que estaba sobre sus piernas, se quedó en silencio. La atracción era fuerte, se besaron desesperadamente y se entregaron a la pasión dentro de ese reducido lugar. Había nacido algo entre ellos y curiosamente, ahora sentían que no podían estar sin el otro.

Su relación fue como un secreto de estado mucho tiempo por obvias razones. Pero ahora Namjoon, había dejado atrás su profesión, para convertirse en alguien de quien su amado Seokjin estuviera orgulloso.

Los hermanos Min visitaban el orfanato regularmente, amaban pasar tiempo con los adolescentes. Se habían puesto un objetivo, ver que esos futuros adultos, se convirtieran en hombres de bien, con sueños que podrían realizar si se lo proponían. Yoongi, disfrutaba ver a Jungkook en su faceta de maestro y jefe de familia, estaba orgulloso de haberle dado la oportunidad de enderezar su camino y sin duda el pelinegro seguía haciendo un excelente trabajo.

Mi Rae era completamente feliz, pero ya se sentía cansada por los estragos de la edad. Sabía que el día que ella faltara, varias personas maravillosas se harían cargo de sus niños y eso le llenaba el corazón de paz.

Desde el acontecimiento del secuestro, Tae y Hoseok no querían separarse, pero aún existían muchas cosas que ambos debían resolver antes de irse a vivir juntos. Hoseok debía liquidar a su gente y deshacerse de todo lo que tuviera que ver con su oscuro pasado. Con un corazón enamorado, dejó todo atrás y se entregó por completo al hermoso futuro que tendría al lado de su chico.

Tae esperó ansioso la audiencia de sus padres adoptivos para saber que pasaría con ellos. Al igual que Jimin hizo con los suyos, perdonó, agradeció y dejó atrás los duros momentos que pasó a su lado. Hoseok y él compraron la empresa de los Park y los Kim que se había subastado, ahora se llamaba "Tahos Technology ".

Tae y Hoseok vivían juntos hacía tres meses, en un departamento que el exmafioso había comprado para su precioso chico. Ahora estaban felices tramitando la adopción de una pequeña bebe de 5 meses de edad, que había sido abandonada en las puertas del orfanato.

Ellos también lo frecuentaban. Les encantaba correr y ponerles juegos a los niños más pequeños. El día que encontraron a la pequeña Mía, hacía mucho frío y habían llegado algo tarde para ver que todos estuvieran bien en el orfanato. En la puerta del lugar, yacía en el suelo esa preciosa bebe, tenía sus ojitos abiertos y estaba viendo a su alrededor. Tae, la tomó en brazos y tanto él como Hoseok quedaron enamorados de la pequeña. Seguramente era parte de lo que ya estaba escrito en el libro de sus vidas, pensó Tae al recordar por un momento, al chaman que le aconsejó no dejar ir al chico de cabello negro.

—Se llamará Mía —dijo Tae con una enorme sonrisa viendo a Hoseok.

—Me encanta.

La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora