10. Frío.

46 4 0
                                    

Alícia.

En Francia está haciendo un frío terrible, 15 grados bajo cero. A veces en New York hace está temperatura, pero no me atrevo a salir de casa; ésto es diferente: ¡ESTÁMOS EN FRANCIA! No puedo esperar para salir. Cuando los chicos salen de la habitación, me doy una ducha, cepillo mis dientes y me visto, me pongo una camisa negra y arriba de ella un swetter blanco, un pantalón igual, luego me pongo una chaqueta, luego otra chaqueta, y después un abrigo.

-¿No crees que estás exagerando un poco, Liz?- pregunta Clara.

-Hay que ser prevenidos, Clara. No quiero congelarme en mi primer día en Francia.

-Ok.

Clara y yo terminamos de arreglarnos y buscamos a los chicos.

-Wow- dice Alex sonriendo- , vas a congelarte, ¿no  crees?

-Ya, déjala, primo- dice Logan mientras me abraza.

-Ok- dice Alex riendo.

Bajamos al Loby del hotel, entregamos las llaves y salímos. Sí, el frío es terrible. Logan nota que estoy temblando y me abraza. Oh por Dios, Logan, ¿puedes ser más perfecto?

-Bien, ¿adónde vamos primero?- dice Clara.

-¿Dónde quieren ir?- dice Logan mirandonos.

-A la Torre Ei...- comienzo a decir, pero Logan me interrumpe.

-Aún no.

-¿Por qué?- pregunto.

-Es una sorpresa- ¿otra?

Me limíto a asentir con la cabeza. No sé qué quiere hacer Logan, pero tiene que saber que muero por ir allí, algo tendrá en mente.

Fuimos a varios museos históricos, pasamos al lado de la Torre Eiffel como tres veces, y Logan ni siquiera me dejó verla. Entramos a un pequeño café llamado "Camila espérance", "La esperanza de Camila". Es un poco chico, pero acogedor; hay una pequeña chimenea, una barra, un mostrador y tres pequeñas mesas marrones con dos sillas cada una, tienen una franja verde agua en la parte superior. En el logo del café, hay una niña rubia de ojos verdes (creo que es Camila), y, a su lado, está la Torre Eiffel, almenos puedo verla aquí .
-Bienvenue à Camila espérance de café. Ce que je peux faire pour toi?- pregunta el que creo que es el dueño del café, en verdad, esto está muy vacío, como es invierno y estámos casi a 20 grados bajo cero, no hay muchas personas afuera.

-Une table s'il vous plaît- respondo.

-De cette façon, s'il vous plaît.

El señor nos guía a la mesa del medio, como ve que somos cuatro, une dos mesas y nos da para sentarnos.

-Qu'allez-vous demander?- pregunta.

-¿Qué quieren?- pregunto a los chicos, que me miran como si fuera algo raro-, ¿qué quieren comer?- repíto.

Logan empieza a balbucear- Chocolate caliente y tortitas de chocolate- dice, alfin. Miro a los chicos para comprobar, asienten con la cabeza.

-Quatre chocolats chauds et des crêpes au chocolat aussi, grâce- respondo al señor, que tiene un broche identificador a la altura del corazón, descubro que se llama Jean.

Jean se va, y los chicos me miran con cara rara.

-¿Qué pasó?- pregunto riendo.

-Oh, no nada. Sólo... harémos como si no hablaras ochenta y idiomas, y...- dice Clara

-No hablo ochenta idiomas- digo sonriendo mientras la interrumpo-. Sólo español, ingles, francés e italiano.

De nuevo me miran raro. Creo que están en shock. Yo no paro de reír.

-¿Por qué no nos contaste que hablabas ochenta idiomas?- pregunta Alex.

-No lo sé, sólo... no se presentó la oportunidad- digo. Me siguen mirando raro-. Ok, por favor no sigan mirandome así.

En ese momento, llegan Jean con la bandeja donde está mi salvación: chocolate.

-Merci, Jean- digo sonriendole mientras pone la bandeja en la mesa.

- Vous êtes les bienvenus, Mlle- dice Jean, devolviendome la sonrísa.

-¿Qué dijiste y qué dijo?- pregunta Clara, susurrando.

-No tienes que susurrar, Clara- digo.

-Ok. ¿Qué dijiste y qué dijo?- vuelve a preguntar, esta vez con tono normal.

-Le dí las gracias y él me dijo "de nada"- respondo.

-¿Cuándo aprendiste a hablar francés?- pregunta Logan.

-Cuando tenía 8.

-No déjas de sorprederme, Liz- dice Logan mientras se acerca para darme un beso en la mejilla.

Comemos y hablamos un rato; pasados 50 minutos, pagámos (Logan pága), agradezco a Jean, y nos retiramos.

Seguimos paseándo, nos tomamos fotos, hacemos todo lo que queremos hacer en Paris, y cuando el frío puede con nosotros, nos vamos al hotel. Los chicos nos acompañan a la habitación.

-Paris es realmente hermosa- dice Alex.

-Si- dice Clara suspirando.

-Si, pero también hace frío- dice Logan.

-Es porque no se abrigaron como yo- digo, mientras me quito el abrigo y luego las dos chaquetas para quedar con el swetter blanco.

Todos reímos, lo más gracioso, es que parecemos focas retrasadas mientras lo hacemos. Luego de un momento, Logan dice:

-¿Liz?

-Presente- respondo.

-¿Me acompañas un momento afuera, por favor?

-Claro.

Tómo su mano y me guía hacía la puerta.

RoadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora