34. Guerra

6.5K 941 549
                                    

Checo estaba sentado en el sofá del departamento mirando la televisión sin prestar mucha atención al programa que se transmitía y pasaba una mano distraídamente por el cabello de Max que tenía la cabeza apoyada en su regazo mientras rasgaba con la cuchara los últimos vestigios que quedaban de tiramisú en su plato. Cuando Max perdió en el interés en el traste entre sus manos tras comprobar que no había más tiramisú que rescatar, elevó la mirada a Checo y gruñó por lo bajo.

—¿Qué te molesta, Checo? —preguntó curioso, pues Checo había dejado sus caricias tras un momento y a Max no le gustaba dejar de recibir mimos, pero la preocupación por el estado de Checo era primero.

Checo desvió su mirada a su regazo donde descansaba la cabeza de Max y le limpió los rastros del postre de las comisuras de los labios mientras se preguntaba si debería de compartir su preocupación por el afligido corazón de charles con él.

—Solo estaba pensando. —se limitó a decir.

—¿En qué? —insistió Max. —¿En el hijo de puta de Ocon? Te he dicho que lo olvides, no va a intentar nada.

—No sobre eso. —lo regañó Checo dándole un pequeño golpe en la frente para que dejara su lado agresivo y Max se quejó sobando la zona con un pequeño puchero. —Estoy preocupado por Charles.

—¿Se trata acaso de su amorío juvenil por Carlos? —inquirió Max.

—¿Cómo...?

—Lo noté después de que pasó su celo bajo su cuidado. Se derrite por él y yo lo usaba como excusa para no hablar sobre tu situación con Ocon.

A Checo le impresionó que Max se diera cuenta de esos pequeños detalles en Charles cuando la mayoría del tiempo era ajeno a lo que pasaba a su alrededor, pero puede que en los últimos meses haya mejorado en ese aspecto por el esfuerzo que hacía en conectar con los otros pilotos, además de que Charles era de sus amigos más cercanos.

—Solo me pregunto como le estará yendo con ese asunto. —divagó Checo regresando su mano a la cabellera de Max, que se movió con ganas contra su mano.

—No lo sé. —respondió Max mientras disfrutaba del masaje en su cuero cabelludo. —Solo sé que un tiramisú más no estaría mal.

—Max Emilian Verstappen. —regañó Checo. —Ya llevas tres y creo que es suficiente.

—Nunca es suficiente.

Checo negó levemente con la cabeza mientras volvía a indagar en sus pensamientos. Se preguntaba si su plática con Charles había desatado una serie de eventos en la relación de Charles y Carlos.

Solo esperaba que Charles no saliera lastimado. No lo soportaría como su omega protegido y desde su lugar en el sofá murmuró palabras de aliento para Charles.

[...]

Charles iba saliendo del aeropuerto arrastrando su pequeña maleta y en busca de un taxi que lo llevara a la casa de Carlos. No se había pensado muy bien esa situación de viajar solo y ahora se maldecía internamente. No sabía casi nada de español y sabía por experiencia que poca gente en España hacía el esfuerzo por hablar en inglés. Así que ahora estaba con los nervios a tope, dudoso de siquiera acercarse a preguntarle a alguien por direcciones.

Todavía quedaba la posibilidad de rentar un auto, pero tampoco estaba completamente seguro de que la gente en esos negocios se dignara a tratar de entenderlo sin tratar de estafarlo. Ya de por sí su boleto de avión de primera clase le había salido al doble del precio por comprarlo de impulso un día antes.

No es como si el dinero fuera un problema, pero no se había hecho rico despilfarrando lo que ganaba. Suspiró agobiado mientras seguía viendo a la gente ir y venir por el aeropuerto buscándole una solución razonable a su problema cuando alguien le habló a sus espaldas.

No Te Pertenece (Chestappen)Where stories live. Discover now