Capítulo 12

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Hacía unas horas que Dan se había ido a dormir. Eran alrededor de las tres de la madrugada cuando Dan, sumido en un mar de pesadillas, se despertó bruscamente.

Su respiración era agitada y estaba completamente alterado. Lágrimas corrían por su rostro y no podía controlar el llanto. Desesperado, intentó levantarse de la cama, pero sus piernas temblorosas no lo sostuvieron y terminó tropezando y cayendo al suelo con un fuerte golpe.

El fuerte ruido despertó a Jaekyung, quien salió alarmado corriendo hacia la habitación de Dan. Al abrir la puerta, vio a Dan en el suelo, sollozando y respirando con dificultad. Sin pensarlo dos veces, se acercó a él rápidamente, arrodillándose ante él con un rostro de preocupación.

—Dan! ¿qué ha pasado? —preguntó Jaekyung, tratando de mantener la calma y ayudándolo a incorporarse, aún en el suelo.

Dan no podía hablar correctamente entre los sollozos y respiración agitada. Jaekyung lo sostuvo con firmeza, envolviéndolo en un abrazo.

—Tranquilo, Dan, estoy aquí —susurró Jaekyung, acariciando el cabello de Dan y manteniéndolo cerca—. Respira profundo. Inhala...exhala...

Dan trató de seguir las instrucciones de Jaekyung, concentrándose en la voz gruesa y  reconfortante de su amado.
Poco a poco, su respiración se fue calmando y  Jaekyung, sin soltarlo, lo ayudó a levantarse y a sentarse en la cama.

—¿Qué ha ocurrido? ¿ Has tenido una pesadilla?—preguntó Jaekyung mientras se sentaba a su lado.
Dan asintió, todavía temblando un poco.

— Quédate aquí, iré a por un poco de agua, no tardo.

Y asi fue, en apenas 20 segundos, Jaekyung estaba de nuevo en la habitación.

—Ten, toma un poco— dijo Jaekyung acercándole al vaso de agua a Dan y sentándose de nuevo a su lado.

Dan bebió un sorbo de agua, tratando de calmarse por completo.

—Estás a salvo ahora —le aseguró Jaekyung, tomando las manos de Dan entre las suyas—. Estoy aquí contigo. No dejaré que nada ni nadie te haga daño.

Dan lo miró a los ojos, encontrando consuelo en ellos.

—Gracias, Jaekyung—murmuró Dan, apoyando su cabeza en el hombro del boxeador— Te amo...

Jaekyung lo apartó ligeramente, tomándole el rostro con ambas manos.

Sin decir una palabra, Jaekyung se inclinó y besó a Dan suavemente.

Aquello sorprendió a Dan, pero pronto le correspondió el beso, apoyando las manos en su pecho.

Cuando finalmente se separaron, sus frentes quedaron apoyadas una contra la otra. Ambos respiraban con dificultad, pero esta vez no por la angustia.

—Lo siento, no pude evitarlo —dijo Jaekyung en un susurro.

—No te disculpes —respondió Dan sonriendo ligeramente —. Lo necesitaba.
Jaekyung sonrió también y, sin romper el contacto visual, lo abrazó de nuevo.

— Jaekyung, yo...

— Dime, Dan.

— ¿ Quieres hacerlo...?— dijo algo tímido Dan, causándole un notorio sonrojo.


Continuará...

Atrapado (Jinx) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora