ME CONVERTÍ EN UN DI0S EN UN JU3GO DE T3RROR (GHG)

Cap. 291-292 (Frontera de la Selva)

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Capítulo 291

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Dentro de la Cruz Roja.

Guy, acostado en la cama del hospital, abrió lentamente los ojos, levantó los brazos y se apoyó en la cabecera de la cama, luego miró hacia abajo y agitó sus manos intactas con cierta sorpresa.

Extrañamente, todas sus heridas se habían curado de la noche a la mañana.

Guy levantó la vista y se sorprendió aún más al ver a Bai Liu parado junto a su cama: "¿Qué haces aquí?"

"¿Quizá deberías darme las gracias primero?" Bai Liu sonrió y señaló las heridas curadas de Guy. "Robé la poción de Alex para curarte, sólo es de uso externo, pero parece tener buen efecto".

Guy miró sus manos que ni siquiera tenían cicatrices de esos agujeros de bala y sus ojos mostraron orgullo y nostalgia: "Si, él es un buen chico".

"Alex no quería que te curaras en absoluto, pero estoy seguro de que tienes tus propios propósitos". Bai Liu se sentó en el extremo de la cama y miró a Guy. "¿Recuerdas lo que te dije la noche antes de tu boda?"

Guy dejó escapar un "hmm" muy suave mientras pensaba profundamente y susurró: "Dijiste que, porque Dios no quería que fuéramos felices, creó la guerra".

"Porque si viviéramos demasiado felices, no necesitaríamos la existencia de Dios".

Guy levantó la cabeza y miró con determinación a Bai Liu: "Fueron tus palabras las que me hicieron decidir rebelarme".

"Quiero entrar con los nativos y destruir su creencia en Dios".

Bai Liu levantó ligeramente las comisuras de sus labios y bajo la mirada: "¿Es así?"

Tal como pensaba.

Aún quedaba una gran batalla por delante, y el tercer campamento de Alex tomó forma.

Alex se marchó por su cuenta justo cuando Guy estaba a punto de despertarse, sin dejar que Bai Liu le dijera a Guy que había estado aquí. Simplemente se quedó afuera de la tienda de Guy, sentado en una silla de ruedas y mirando aturdido a la gente que iba y venía.

Las camillas de los soldados heridos de su bando y del enemigo iban y venían ansiosamente, dibujando líneas rojas en el suelo por la sangre que goteaba, entrecruzándose a su alrededor en una red invisible, en cuyo centro estaban él y Guy detrás de él.

Bai Liu levantó la cortina de la tienda y salió, mirando de reojo a Alex en la silla de ruedas. "¿Sientes que no se puede hacer nada para detener esto?"

Alex guardó silencio durante un largo rato antes de soltar un zumbido ronco: "Esos nativos dijeron antes que todo era la voluntad de Dios, me reí con Guy durante mucho tiempo en ese entonces, pero ahora que lo pienso..."

"... Dios hizo todo esto, tal vez solo Dios puede detenerlo".

Bai Liu bajó los ojos: "Tal vez".

Alex hizo una pausa y de repente dijo: "Pensé en usar la poción que probé en esas personas para prolongar sus vidas y esperar que puedan sobrevivir".

"Pero descubrí que, por mucho que las prolongué, seguirán muriendo, pero serían capaces de moverse tras la muerte, convirtiéndose en un cadáver móvil y agresivo".

Las pestañas de Alex se agitaron ligeramente. "Los cadáveres no tienen recuerdos, sentimientos, ni alma, pero pueden moverse, abrazar y matar gente. Tengo miedo, siento como si hubiera creado un terrible monstruo de guerra por eso no me atreví a decírselo a nadie".