El jefe de la mafia. ✓ (en edición).

12. Primer día de trabajo.

MEEKAH SMITH.

—Necesito que me saques unas copias de estos papeles. —me entrega los papeles, y yo voy a la fotocopia y les saco copia.

Empeze a trabajar hoy, tal y como me lo dijo Max. La verdad a estado bien, he revisado papeles, archivando documentos, atendiendo llamadas, haciendo reuniones, y cosas así. Ahora estoy haciendo un informe, estoy un poco cansada, pero no me importa, el trabajo es lo más importante.

Vuelvo y me dirijo a la oficina de Max y le entrego las copias, y este me agradece. Me siento en la mesa que está al fondo y comienzo a trabajar. Estoy trabajando en la oficina de Max, el me está preparando una oficina, le dije que no era necesario, pero el como quiera insistió. Que terco.

Las horas pasan, y yo me la paso en lo mismo, revisando correos, archivando documentos, haciendo reuniones etc. Cuando ya es la hora del almuerzo, voy al buffet con Paula, la recepcionista de Max.

Cogemos nuestras comida y comenzamos a charla de nuestras vidas, por lo que me contó, le gustan las mujeres, su padre es Ruso, y su mamá Italia, por eso vive aquí.

—Entonces, ¿tienes hijos o hijas?

—Hija, tiene 4 años, se llama Emma. —respondo.

—Que chévere, me gustaría conocerla.

—Algún día te la presentaré. —cuando se termina la hora del receso, volvemos a nuestro puesto.

Entro a la oficina y Max se encuentra… ¿Dormido? No lo sé, se ve tan cansado, cierro la puerta, y me siento en sus piernas.

—¿Por qué no descansas? —lo abrazo.

—Estoy bien.

—No, no lo estás, te ves muy cansado, si no descansa te vas a enfermar. —me preocupa que se enferme.

—Princesa.

—Viejito.

—Eres muy terca, ¿te lo han dicho? —asiento.

—Estoy bien de verdad, ahora ve a trabajar, hay muchas cosas que hacer. —hago lo que el dice.

Las horas pasan rápido que ya son las 6:50 p. m. Ya no hay nadie en la empresa m, aparte de la seguridad, y la gente de limpieza. Max aún no termina te revisara papeles, y documentos. Por lo que yo lo estoy ayudando, aunque se nego y me dijo que me fuera a casa que ya está muy tarde. Pero no le hice caso, no lo dejaré solo aquí, si nos vamos seremos los dos.

La oficina está regada de papeles por todos los lados, por lo que me pongo a recogerlo para que no se quede sucia. Max me dice que si le puedo hacer un informe, a lo que yo muy gustosa asiento.

No sé cuántos horas pasan, solo se que estoy muy concentrada en el informe que estoy haciendo, después de unos 20 minutos se lo mando a Max por correo, a lo que el me agradece. Son las 11:48 p. m. Está muy tarde.

—Ya está muy tarde, vámonos. —salimos de la oficina, nos subimos al elevador y 2 minutos después ya estamos caminando hacia el autos de Max. Nos subimos y el arranca.

—¿Tienes hambre?

—Mucha.

—¿Quieres que te compre algo?

—No te preocupes, mamá me guardará cena, ve y descansa. —agarro su mano.

—¿Segura?

—Segurísima. —asiente m, y minutos después ya está estacionado frente a los edificios.

—¿Quieres que te acompañe? —niego.

—Quieres hacer muchas cosas Max, tienes que descansar y dormir, está muy tarde.

—Ve con cuidado, adiós. —me inclino y dejo un suave beso en su boca.

—Adiós princesa. —salgo del auto, y desaparezco por las puertas de los edificios.

★★★

¡Maripositas!

Ya terminé de escribir el capítulo, escribí lo recorde. Les subiré los otros ahora.

¡Disfruten el capítulo!

Un abrazo, Scarlett Castle. 🦋✨

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