12-Celos

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No podía creer lo que estaban viendo.

Creí que la fiesta de inauguración iba a ser como cualquier otra, que equivocado estaba.

El techo estaba cubierto de telas rojas que se movían como olas, daba la ilusión de ver un mar sangriento, algunas de las telas caían hasta el suelo y en ellas estaban bailarinas enredadas que se dejaban caer hasta el suelo, pero en el último momento se sostenian impidiendo su muerte, todo estaba iluminado por luces tenues que creaban un ambiente intrigante y seductor a la vez, la música estaba a todo volumen, había cañones de humo en las esquinas del techo, cruce la puerta, se cerró automáticamente detrás de mi, había mucha gente bailando al ritmo de la música se frotaban entre ellos, todo el mundo estaba cubierto de sudor.

Camine atravesando a toda la gente, no sabía a dónde ir el lugar era muy grande, me sorprendió ver a omegas encerrados en jaulas colgadas a pocos metros arriba del suelo bailando casi desnudos, todo el mundo estaba eufórico, había pequeñas salas con mesas redondas dónde se reunirán alfas y Omegas, algunos apostaban o se drogaban otros casi estaban teniendo relaciones sin pudor alguno, aparte la mirada, seguí caminando pero alguien tocó mi hombro, me gire, era un alfa mayor gordo con el cabello grasoso su aliento a muerto casi tapaba el olor a licor barato que lo envolvía.
-Por que no te vienes a divertir un rato conmigo muñeco, tengo una mesa reservada yo invito - lo mire de arriba a abajo, quite su mano de mi hombro.
-No me toques, acaso te has visto en un espejo? encerio crees que tú, un anciano asqueroso que no conoce el concepto de higiene personal puede estar conmigo? La porquería que te metes por la nariz te está afectando el cerebro - su cara se puso roja, me gire antes de que me dijera algo y seguí caminando, el calor se estaba intensificando a medida que avanzaba.

llegue al centro de la gran habitación, ahí había un mini bar circular, parecía una isla flotante en medio de todo este mar de gente, me senté en uno de los bancos de cuero negro, uno de los bartenders se hacerco a mi era un alfa de complexión media, su cabello estaba teñido de blanco y tenía varias perforaciones en el rostro, en su cuello tenía una serpiente tatuada rodeándo por completo su garganta, con la iluminación del lugar casi parecía real, mire el gafete plateado que decía su nombre,

Maxim.

-Que es lo que quieres tomar cariño el primer trago lo invita la casa - me guiño un ojo, era muy atractivo pero para nada mi tipo, a mí me venían más los hombres como Román, sonreí
-Por que no me sorprendes- sonrió, tomo un par de botellas de la parte tracera y una copa de martini, me hizo todo un espectáculo, lanzaba botellas por el aire y las atrapaba con agilidad en sus manos como un malabarista, baseaba pequeños chorros de líquido en mi copa, finalizó con una rodaja de limón en el borde, puso la bebida enfrente de mi, tenía un aspecto negro en el fondo pero con forme subía se difuminaba a un rojo intenso.
-Creo que combina perfecto contigo- la levanté y tome un trago, lo mire a los ojos sorprendido estaba muy buena.
-Es el mejor martini que he probado en mi vida- su sonrisa se ensancho.
-Ya lo creo y que es lo que trae a un Omega tan hermoso como tú a este lugar, todos vienen por Sexo, ,Diversión, o Amor por cual vines tu - se recargo en la encimera y me miró con atención, deje mi trago en la barra, no tuve que pensarlo, ya sabia la respuesta.
-Obsesión- tome un sorbo de mi bebida sin apartar mi mirada de la suya, levanto una seja con interés.
-Eso es nuevo , verás, el sexo distrae al cuerpo, la diversión a la mente, el amor al corazón, pero la obsesión esa si que es una hija de puta, lo consume todo, te quema por dentro hasta no dejar nada de ti, te convierte en algo irreconocible, un monstruo insaciable que necesita poseer y ser poseído, y entras en un círculo del que no vas a poder escapar, vas a querer complacerlo pero nunca será suficiente, te lo digo por experiencia- saco su lengua, estaba dividida en dos, y en cada parte tenía un pirsing volvió a meterla en su boca
-Yo también estoy aquí por obsesión, vez al tipo de cabello rojo que está en el balcón ahí arriba ?-señalo con su mano detrás de el.
-Esa es mi obsesión cuál es la tuya- mire arriba donde señalo, estaba un hombre muy alto con el cabello teñido de un rojo muy intenso, llevaba una camisa del mismo color,y guantes de cuero, enfrente de él sentado en el gran sofá de cuero estaba

Con Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora